Datos
técnicos:
Título:
Fierro.
Autor:
Francisco Narla.
Editorial:
Edhasa.
1ª
edición: noviembre/2019.
Encuadernación:
tapa dura con sobrecubierta.
ISBN:
978-84-350-6350-0.
Idioma:
español.
Nº pág.:
384.
Sinopsis:
Lo
llamaban Fierro. Y era mentira. La verdad era su pasado y el pasado,
una condena que prefería olvidar. No tenía nada, ni siquiera
futuro. Por eso vivía en la frontera, un pedazo incierto de tierra
olvidado por todos, un lugar maldito donde moros y cristianos
sembraban muerte a su antojo. Su único consuelo eran las colmenas. A
ella, perdida en aquel amargo pasado, siempre le gustó la
miel.
Ahora ese pasado cabalga de nuevo hacia él; con la espada al cinto, dispuesto a atormentarlo. Una vez más. Y, cuando su antiguo compañero de armas lo encuentra, sabe que no tiene escapatoria. La guerra se cruza de nuevo en su camino. Se prepara la batalla más grande jamás contada y él marcará la ruta. Lo hará por una única razón: ella. Como antes, como siempre, él será el atajador de los ejércitos de Castilla. Y su única esperanza estará en manos de un enemigo…
Ésta es la historia de un hombre; uno cansado, blasfemo y solitario. Un hombre acabado, sin esperanza y, pese a todo, un valiente. Un atajador en la frontera, en tiempos de la Reconquista.
Ahora ese pasado cabalga de nuevo hacia él; con la espada al cinto, dispuesto a atormentarlo. Una vez más. Y, cuando su antiguo compañero de armas lo encuentra, sabe que no tiene escapatoria. La guerra se cruza de nuevo en su camino. Se prepara la batalla más grande jamás contada y él marcará la ruta. Lo hará por una única razón: ella. Como antes, como siempre, él será el atajador de los ejércitos de Castilla. Y su única esperanza estará en manos de un enemigo…
Ésta es la historia de un hombre; uno cansado, blasfemo y solitario. Un hombre acabado, sin esperanza y, pese a todo, un valiente. Un atajador en la frontera, en tiempos de la Reconquista.
Opinión
Personal:
Hoy
comparto en este blog mis impresiones sobre la última novela
publicada hasta la fecha por Francisco Narla (Lugo, 1978), Fierro.
Sin duda alguna, y en mi modesta opinión, el escritor lucense es un
claro referente de la novela histórica en nuestro país, avalado por
la calidad de sus trabajos literarios y la buena acogida que tienen
por los lectores y la crítica especializada. Assur,
Ronin y
Laín. El bastardo, son títulos que
acreditan lo que acabo de comentar, a los que hay que añadir Donde
aúllan las colinas, novela original que
tiene como protagonista a un astuto, enorme y viejo lobo.
(Castillo de Alarcos-Ciudad Real)
Donde
aúllan las colinas es una novela original,
pero diría que también lo es Fierro. Tras
finalizar su lectura, me dije que el autor había acertado con la
estructura que le confiere a la trama, pues el lector se sorprenderá
con que agrupa en tres cantares los episodios que protagoniza este
personaje, al estilo de los cantares de gesta medievales que
difundían los trovadores. Aunque Fierro no protagoniza hazañas que
resaltan los valores que le caracterizan, su historia daría lugar a
uno de estos cantares porque estoy seguro que los espectadores que se
parasen a escuchar al trovador, se quedarían prendados de las
vicisitudes vividas por este personaje, porque incluso algunas les
parecerían increíbles. Fierro es un
hombre acabado, sin esperanza, con un pasado que le persigue, como lo
podrá comprobar el lector desde los primeros episodios, pero que
también lo tiene grabado a fuego, a partes iguales, y que guarda
relación con su pasado sentimental. Pero Fierro también tiene un
presente incierto, tan incierto como el pedazo de tierra olvidado de
todos en el que transcurre su vida,
y en el que
la muerte acecha día a día, con una guadaña enarbolada tanto por
moros como por cristianos. Pese a lo que acabo de comentar, el
protagonista de esta novela es un valiente, como se podrá comprobar
en las escenas en las que se enfrenta a situaciones en las que
incluso pone en peligro su vida; al fin y al cabo, él es un atajador
en la frontera, en tiempos de la Reconquista, que pone al servicio de
los ejércitos cristianos el conocimiento que tiene de esta tierra
fronteriza por la que están obligados a transitar las mesnadas del
rey Alfonso para recuperar por las armas las tierras que les
arrebataron los musulmanes desde los tiempos de don Rodrigo.
Fierro
es un personaje con el que empaticé desde las primeras páginas. En
más de una ocasión me pregunté a qué más situaciones adversas se
enfrentará y cómo se las apañará para salir entero de ellas.
Fierro no se olvida de lo sucedido en la batalla de Alarcos, a la que
se referirá el narrador omnisciente en varios episodios de la
novela, sobre todo cuando la nostalgia se apodera del protagonista,
por lo que se muestra como alguien que está cansado de todo lo que
le rodea. Es un personaje tozudo, blasfemo y solitario a quien, sin
embargo, le gusta utilizar la retranca cuando se tercia. Y es que se
presiente en él su origen gallego, como lo apodan quienes le
conocen. Está acompañado por un fiel perro que atrae la atención
del lector, un perro sin nombre, un chucho más bien sarnoso, pero
inseparable y leal, como lo podrá comprobar en episodios en los que
se llevará alguna que otra sorpresa por la fidelidad que muestra
hacia su amo. También le acompañaba un bordón de fresno ahumado que le servía de apoyo para su cojera, aunque también le servía como arma defensiva, como lo pdrá comprobar el lector en varias escenas. En lo que respecta al carácter del protagonista,
atrajeron mi atención las blasfemias que suelta, todas ellas
referentes a las diversas situaciones a las que se enfrenta, y que
guardan relación con el santoral y símbolos cristianos. A las
blasfemias a las que me acabo de referir añado los monólogos que
mantiene con el perro que le acompaña, a modo de reflexiones.
Aunque también me hicieron sonreír en más de una ocasión los
curiosos diálogos —que por momentos
más bien parecían monólogos— que mantiene con Guillén, un
fraile calatravo que comienza sus intervenciones con largas letanías,
con las que exaspera a Fierro. Sin duda alguna, este personaje le da
mucho juego a la novela no solo por lo que acabo de comentar, sino
también por su participación en algunos episodios que atraen la
atención del lector.
Y
es que Fierro se encuentra en su deambular por la franja fronteriza
con personajes de todo pelaje. «Familias
que todo lo habían perdido buscaban fortuna en aquellos lares, sin
dios, rey o patria. Pastores...Buhoneros y algún juglar al que
habían prohibido pisar Burgos y cuidarse de arrimar los hocicos a
Ávila. ...gualdraperos, talabarteros, un par de herreros, un puñado
de alimañeros, docenas de huérfanos que se las apañaban como
esportilleros, ...ciertas posadas de escasa reputación y abundantes
chinches, su buena palada de putas desaliñadas y más de un ermitaño
que esperaba encontrarse con su creador a base de jaculatorias»
(pág. 14). Personajes como los que se mencionan
en el fragmento que resalto en este párrafo los encontrará el
lector en la fonda del hebreo Saadia ben Jacob, a la que se dirigen
Fierro y el mercenario Ruy de Carrión, más cuatro hombres armados,
guarnecidos y duchos en combate, en busca de información sobre los
movimientos que hacían las tropas del califa al que apodaban
Miramamolín, quien reclutaba un numeroso ejército para enfrentarse
al rey Alfonso VIII. Los episodios que se viven en esta fonda y otros
que relata la voz narrativa en los que participa el protagonista
ayudan a imaginar cómo era la vida en aquella época en una zona en
la que el peligro y la muerte eran fieles compañeros de quienes decidían
aventurarse por esos inciertos parajes. Unos parajes que son
descritos con la exquisitez a la que nos tiene acostumbrados
Francisco Narla. Una exquisitez que ayuda a que el lector puede
imaginarse cómo son los escenarios por los que desfilan los
personajes. En este sentido, y al igual que en las anteriores novelas
que leí del escritor lucense, me recreé con las descripciones que
hace la voz narrativa tanto de los paisajes como de aquellas escenas
en las que la pesca está muy presente, así como la apicultura, a la
que ahora se dedica más bien con torpeza el protagonista. Y es que a través de la
plasticidad con la que se plasman esas escenas se percibe la pasión
que siente el autor por todo lo relacionado con la naturaleza, reflejadas en Fierro.
(Batalla de Las Navas de Tolosa-S. XIII)
Fierro
es una novela histórica que transcurre en un período concreto, en
el que el narrador omnisciente facilita información intercalada en
su relato sobre lo que sucedió en la dura derrota de los ejércitos
cristianos en la batalla de Alarcos, a la par que
los recuerdos sobre esa triste y amarga derrota acuden a la memoria
de Fierro. Una novela histórica en la que la gran mayoría de los
personaje son ficticios, si bien en momentos puntuales Fierro se
encontrará con el mismísimo rey Alfonso VIII o con Diego López de
Haro. Aunque diría que también la intriga estará también muy
presente, porque el lector estará muy pendiente de todo lo que le
sucede al protagonista a lo largo del desarrollo de la trama, que se pregunte cómo saldrá parado de esos lances este personaje, así como de la
tensión narrativa que se vive en algunas escenas. El pasado se le
presenta a Fierro en la persona de Ruy de
Carrión, un mercenario con el que en tiempos había sido atajador
bajo la bandera de Castilla, le comunica a Fierro que «se
ha roto la tregua, se prepara la guerra...El Miramamalín inverna en
Sevilla y los nuestros se están reuniendo en Toledo para salir antes
de la octava de Pentecostés»(Pág. 32). La
batalla de Las Navas de Tolosa era la próxima cita que tenían ambos
bandos contendientes, si bien es narrada desde la perspectiva de
Fierro que, pese a los obstáculos que se le interponen, tiene como
único objetivo culminar una venganza con la que pretendía aplacar
el rencor, el dolor, sus recuerdos. La información que facilita la
voz narrativa, sobre todo en que se refiere a la batalla de Alarcos,
la intercala.
Al
igual que las anteriores novelas que leí de Francisco Narla, Fierro
tiene un ritmo de lectura fluido y es muy adictiva por todas las
vicisitudes que vive el protagonista porque, como ya comenté en esta
reseña, el lector se preguntará qué más vicisitudes le esperan al
protagonista a medida que avanza la trama. El estilo narrativo es
impecable, y el autor vuelve a mostrar una gran riqueza de
vocabulario. En relación con sus novelas anteriores, me encontré
con un estilo más directo. Me decía que parecía que el narrador
omnisciente iba a la par que la vida incierta que llevan quienes
viven en los parajes fronterizos, por lo que no había que andarse
con rodeo alguno a la hora de describir las escenas y unos diálogos
dinámicos y naturales que relata. De nuevo Francisco Narla me volvió
a conquistar con Fierro por lo que, quienes ya conocen su narrativa o
quieren acercarse a ella por primera vez, tienen en su última novela
publicada hasta la fecha una historia muy atractiva, en la que
episodios históricos, el entretenimiento, los sentimientos y las
emociones están muy presentes, sin olvidarme de la venganza, la
traición, la avaricia y la añoranza están muy presentes, todo ello contado por una voz
narrativa que lo hace desde la perspectiva de un personaje que
pertenece a los escalafones más bajos de la sociedad.
Biografía:
Francisco
Narla, nacido en Lugo en 1978 y afincado en un pequeño pueblo del
corazón de Galicia, Friol, es aviador y escritor. Pero son sus
aficiones las que lo definen; arquero, pescador con mosca, aficionado
a los bonsáis, apicultor y casi cualquier cosa sobre la que pueda
leer en un libro.
Ha
publicado poesía, relatos, ensayos técnicos y novelas. Ha
colaborado con radio y televisión y también es conferenciante
habitual en foros universitarios.
En
2009 publica su primera novela, Los lobos del centeno. En noviembre
de 2010 ve la luz su segunda obra de ficción, Caja negra, reeditada
en 2015 en varios idiomas. En 2012 nos sorprendió con Assur,
con la que recibe el aplauso del público y conquista la lista de los
más vendidos. Y al año siguiente nos presenta Ronin,
que le consagró como uno de los más versátiles y talentosos
escritores de novela histórica de nuestro país, género que ha
continuado en su trabajo más personal y última novela hasta la
fecha: Donde aúllan las colinas. En 2018 gana el I Premio Edhasa de
Narrativas Históricas con la obra Laín. El
bastardo. Tras el éxito, tanto en ventas
como en críticas, de Laín, acaba de presentar su nueva novela que
ya está en las librerías, Fierro, seguro que recordarás este
nombre...En 2019, además, ha publicado en Edhasa una nueva edición
revisada por el mismo de la obra Los lobos del centeno en versión
ilustrada.
Nota: Datos técnicos, sinopsis, biografía y fotografía del autor, tomados de la web de Edhasa. Imagen del castillo de Alarcos, tomada de la web Medieval Spain. Imagen de la batalla de Las Navas de Tolosa, tomada de Wikipedia.
.
Muy interesante lo que cuentas. Yo aún no he leído al autor. Lo de las blasfemias, debe ser un puntazo, al igual que las conversaciones con el perro. No me importaría nada leerlo.
ResponderEliminarBesos
Prometo intentar conocer a este Fierro.
ResponderEliminarHola Paco!
ResponderEliminarLa novela histórica y yo no hacemos buenas migas, al menos depende bastante de la época histórica en concreto y cómo aborde la trama 🤔 Esta no pinta mal, Fierro parece un buen personaje, puede que sí me animase.
Besitos carinyet 💋💋💋
No he leído nada de este autor. Ya sabes que la época en que se ambientan esas novelas no es mi preferida, aunque a veces he disfrutado con alguna, pero con todo lo que tengo en lista, prefiero leer algo más actual.
ResponderEliminarUn beso.
Hola Paco! de Narla he leído Assur y Donde aullan las colinas y los dos me gustaron mucho, así que en cuanto pueda leeré esta también. Besinos.
ResponderEliminarDe este autor leí hace años Assur y me gustó mucho. Así que me tientas mucho con esta lectura.
ResponderEliminarBesotes!!!
Me encanta cómo escribe este hombre... no es un género en el que suela caer mucho, pero si está escrito por Narla, voy de cabeza.
ResponderEliminarBesotes
NO he leído nada de este autor, y si tuviera que empezar con él, creo que me llama más otro título
ResponderEliminarBesos
¡Qué curioso que estructure la novela en cantares!
ResponderEliminarYo he leído "Donde aúllan las colinas" y "Assur" (esta última estuvo entre mis mejores lecturas del año en que la leí) y sé que Narla es un autor que nunca decepciona
Besos
Pues yo pensaba igual y con Rónin no pude..., igual no era el momento, pero esta la leeré seguro.
EliminarLa tengo pendiente Paco. Pero tomo nota de tus reseña, que anima muchísimo a ponerme con ella. De Narla solo leí La caja negra y me gustó un montón. Besos
ResponderEliminarPuede gustarme porque desconozco al autor y el título. Y me gusta bucear en ambos son como un enigma a resolver!
ResponderEliminarGracias por la reseña
Saludosbuhos
Comparto contigo tu opinión sobre Narla, sin duda un referente en cuanto a novela histórica en España. Yo también empaticé con el personaje de Fierro, y me ha encantado la novela. Todo un acierto de Narla. Un abrazo
ResponderEliminar