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viernes, 6 de junio de 2025

Reseña Subura. Bastardos de Roma, de Iñaki Uriarte.


 








Datos técnicos:





Título: Subura. Bastardos de Roma.

Autor: Iñaki Uriarte.

Editorial: Edhasa.

1ª edición: Octubre/2024.

ISBN: 978-84-350-6031-8.

Idioma: Español.

Nº páginas: 480.







Sinopsis:





En la Roma imperial, la vida de un hombre se tasa en unas pocas monedas de plata. Y la de Cayo, más conocido como Ásino, apenas alcanza el valor de una pieza de cobre. Es, sencillamente, un joven pícaro que vive en la Subura, pero, por una serie de afortunadas casualidades del destino, se verá repentinamente convertido en amante de una acaudalada aristócrata. Es entonces cuando, rico y adulado por todo el mundo, cree haber triunfado al fin, pero el sorprendente asesinato de la patricia transformará su sueño en pesadilla…

Si vive o muere, dependerá ahora sólo de la sagacidad y brutal eficiencia de Peto y Marcelo, dos centuriones a los que el poderoso Narciso, secretario del emperador Claudio, encarga la resolución del caso. Y es que la alta sociedad romana puede ser aún más depravada y cruel que las cloacas de las que Cayo procede.

Intrigas palaciegas, corrupción y violencia mostrarán al muchacho que la única moral válida es la que lo conduce a la supervivencia. Rica en matices, con sentido del humor y una excelente adecuación al mundo de la Roma imperial, esta Subura. Bastardos de Roma nos sumerge en un mundo que creemos conocer pero que aún puede sorprendernos. Iñaki Uriarte, con una narración vertiginosa y una trama que nos atrapa, nos regala, sencillamente, una novela histórica magnífica.





Opinión Personal:






Toca viaje literario a la antigua Roma. A la Roma profunda, en la que la vida de un ser humano vale incluso menos que un simple as. Subura. Bastardos de Roma es el título, y su autor, el escritor bibaíno Iñaki Uriarte. Los 57 capítulos que conforman esta novela me mantuvieron muy en vilo porque, dadas las circunstancias que rodean al protagonista, no tenía muy claro si las vicisitudes que lo acompañan le permitirían llegar hasta el desenlace; o, si lo alcanza, a saber en qué condiciones. Lo primero que pensé cuando la terminé, es que Iñaki Uriarte describe una visión más barriobajera de la capital del Imperio Romano. Una visión barriobajera que no sólo incluye a quienes viven en Subura, el barrio más peligroso de la cuna de Rómulo y Remo, sino también a los patricios, a la aristocracia romana que muestra su lado más oscuro. La portada ya imanta, porque el joven contempla una ciudad que admira, pero teme al mismo tiempo. Una ciudad en la que no es fácil vivir para alguien como él.

(Termas Antoninas o de Caracalla, Roma).
Uno de los atractivos de Subura es que, en mi opinión, recuerda a la novela picaresca española. El prólogo es redactado por el protagonista, «Cayo Licinio Graco, ciudadano romano inscrito en el censo, dueño único de mi vida y mis sentimientos» (pág. 9). Cayo es el nombre por el que es conocido en esa parte de Roma, en la que sus habitantes no saben si verán la luz del día siguiente o si conseguirán alimento alguno con el que llenar sus tripas para aplacar las quejas con las que lo reclaman. Pero Cayo también es conocido como Ásino, si bien el origen del apodo no le saca de pobre hasta que la casualidad, los dioses o la fortuna se lo permiten. Y es que la nobleza romana organiza unas orgías de muy padre y señor mío, en las que el dios Baco les permite ejercer sin pudor alguno sus más bajos instintos, de los que el lector se puede imaginar los cuadros surrealistas y caricaturescos que protagonizan sin pudor alguno, porque la cogorza que agarran es más que memorable. En las termas de Antonino (o Caracalla) el director de teatro, Domitio, le propone participar en la obra que representará su compañía en una de estas bacanales.

Esta orgía supone un antes y un después en la vida del joven Ásino, porque se fija en él una de las patricias que toman parte en este sarao organizado por Asiático, un miembro de la aristocracia romana. Asiático agasaja a sus invitados con un opíparo festín y una serie de actuaciones que animan a que se les suba el tono a quienes las contemplan, provocado sobre todo por los caldos trasegados mientras se deleitan con los manjares que les ofrece su anfitrión. Ásino cree que por fin su suerte ha cambiado para convertirse en un ciudadano romano como es menester, si bien no las tiene todas consigo: sabe que ser un habitante de la Subura le marca y tiene que andarse con pies de plomo para no meterse en problemas, que le conduzcan de nuevo a la casilla de salida. Por fin Cayo tiene quien puede sacarle de pobre y de los líos en los que se vea envuelto, sobre todo sin haberlos buscado: la patricia Livia Papinia.

(Plaza de las Tres Fuentes o Plaza Navona, Roma)
Iñaki Uriarte planifica y desarrolla una trama rica en matices. Sin comerlo ni beberlo,  el bueno de Cayo se encuentra inmerso en una trama en la que entiende que no tiene ni arte ni parte, porque en más de una ocasión se preguntará por qué la tienen tomada con él, si no ha hecho nada malo; lo suyo es buscarse las habichuelas como sea, aunque siempre como ciudadano romano que es, pese a que no lo parezca. Esta ficción está conformada por varias subtramas entiendo que muy equilibradas, por lo que el interés por lo que sucede en cada una de ellas no decae. Pero como adelanta la sinopsis, la patricia muere y Cayo no tardará en sospechar que lo suyo fue flor de un día.  Una vez identificado el cadáver, entra en escena el secretario del emperador Claudio, el liberto Narciso, que encarga la investigación a los centuriones Peto y Marcelo, recién llegados de la lejana Alejandría. Una investigación en la que  la tensión y los interrogantes se incrementan, porque tienen órdenes de que se resuelva lo antes posible, por todo lo que significa una muerte de esta índole. 

Me ha gustado mucho la visión que ofrece el autor sobre Roma, diría que un tanto diferente por cómo es descrita en otras novelas ambientadas en la Ciudad Eterna durante el imperio. Una visión relacionada con los hechos que tienen lugar durante buena parte del mes de julio del año 45 d. C.. Perspectiva que ayuda a conocer los contrastes en la capital del mundo conocido, sobre todo entre la Subura y zonas en la que viven los patricios, como la colina de Celio.  Otro tanto puede decirse de la celebración de los juegos que tienen lugar en el Circo Máximo, el bullicio del barrio del Boario, o las descripciones que hacen Peto y Marcelo sobre los espacios de la urbe por los que transitan mientras realizan la investigación que le encomendaron, y que no tienen desperdicio. No deja indiferente la miseria en la que viven los menesterosos en la Subura, en donde los patricios tienen varias propiedades con las que hacen sus oscuros negocios, sin importarles nada la miserable vida que llevan quienes habitan en las ínsulas que son de su propiedad, en una de las cuales vive Cayo.

(Colina Celio, Roma)
Me encontré con unos personajes interesantes, que me ayudaron a estar muy pendiente de todo lo que sucede a lo largo de los capítulos. Por las páginas de Subura. Bastardos de Roma, transita un elenco que no deja indiferente por el papel que desempeña buena parte de ellos en esta atractiva historia. Según van atando cabos, intuyen que pueden descubrir más actos ilegales si consiguen que alguien tire de la manta. Todos ellos son estereotipados y muy representativos de las clases sociales en la Roma antigua, en la que cada uno sabe qué lugar le corresponde, porque las diferencias sociales están muy marcadas. En este sentido, atrajo mi atención la relación que mantienen los militares con la guardia pretoriana y la guardia urbana. Junto con los ya mencionados en esta reseña, resaltaría especialmente la relación de tira y afloja que mantienen la emperatriz Mesalina y la patricia Livia Papinia, que protagonizan escenas subidas de tono, como ya comenté en el tercer párrafo de esta reseña, sobre todo en lo referente a la que es la tercera esposa del emperador, aunque la patricia no le anda a la zaga. Para redondear esta peculiar relación, también se tiran puyas con fina ironía cuando se trata de obtener pingües beneficios con los que engordar sus arcas. 

Me gustó mucho Subura. Bastardos de Roma.  Es una novela bien escrita, con un estilo directo,  adictiva y dinámica, en la que el ritmo fluido es constante. La conspiración, la amistad, la codicia, la corrupción y la venganza están muy presentes a lo largo de los capítulos.



Notas: Datos técnicos, sinopsis, biografía y fotografía del autor tomados de la web de la editorial. Imagen de las termas de Antonino tomadas de la web Historia National Geographic. Imagen de la Plaza de las Tres Fuentes tomada de la web FeelTheArt. Imagen de la colina de Celio tomada de Wikipedia. 


Biografía:





(Bilbao, 1957). Empresario en el sector del mármol de profesión, es un apasionado de las letras. Además de dos obras autopublicadas, tiene en su haber tres monografías publicadas por APP Editorial, en México y, hasta la fecha, tres novelas publicadas en España: La piedra filosofal (Editorial Verbigracia), Tierra amarga (Ediciones Pàmies) y Cantigas de cruz y luna (Editorial Maluma). Ahora, con este Subura. Bastardos de Roma, se consolida en el género histórico en nuestro país.








2 comentarios:

  1. Pues tomo buena nota, que las novelas históricas ambientadas en Roma me gustan, y ésta no la conocía.
    Besotes!!!

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  2. Llevo tiempo sin acercarme a la novela histórica. Esta puede ser una buena oportunidad. Me la apunto.
    Un abrazo

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