Reseña Venus en el espejo, de Emilio Lara.

 

Datos técnicos:

Título: Venus en el espejo.

Autor: Emilio Lara.

Editorial: Edhasa.

1ª Edición: Abril/2023.

ISBN: 978-84-350-6413-2.

Formato: Tapa dura con sobrecubierta.

Idioma: Español.

Nº pág.: 384.

Sinopsis:

El destino, a veces, se puede cambiar. Y eso lo sabe bien la joven Olimpia. Inteligente y decidida, contraria a las normas impuestas de la época, pronto abandona el convento donde ha sido recluida contra su voluntad y toma las riendas de su vida. Será ella, entonces, quien rija los destinos de muchos otros; conseguirá riquezas y fama, y con ello protegerá a las mujeres pobres y las prostitutas, encargará majestuosas obras de arte y hasta ayudará a elegir a un Papa. Será en la Roma del siglo XVII donde Olimpia Maidalchini mueva sus hilos y se haga con un poder enorme, pues controlará el Vaticano y se ganará la enemistad de la curia. Unas faldas mandarán más que las sotanas.

A esa misma Roma viajará Velázquez como embajador de Felipe IV. Lo hará en busca de grandes obras para su rey, y también hallará la inspiración y el amor en la modelo de uno de sus cuadros más célebres. Y, en las entretelas, una revolución popular, el carnaval, lujosas fiestas y el arte de Bernini, y todo ello bajo el palio de una Ciudad Eterna que vive momentos de esplendor. Venus en el espejo, la nueva novela de Emilio Lara, es una novela histórica, pero sobre todo una Novela en mayúsculas por su maestría en abordar las emociones. Una historia profundamente humana, de ambiciones y pasiones eternas, como la misma ciudad de Roma.

Opinión Personal:

Venus en el espejo es la tercera novela que leo de Emilio Lara (Jaén, 1968). En mi opinión, es una magnífica lección de Historia a través de la cual el narrador omnisciente ofrece un atractivo fresco de la Italia del el siglo XVII, en el que relata de forma amena, y diría que didáctica, todo lo que sucede en las diferentes repúblicas que se citan a lo largo de los 64 capítulos en los que se estructura el desarrollo de la trama. Una magnífica lección de Historia en la que el lector se encontrará con la figura de dos personajes supongo que desconocidos por la mayoría de quienes disfrutamos con la ficción histórica, como son el Para Inocencio X y Olimpia Maidalchini, su cuñada. A estos dos personajes hay que añadir el atractivo interés que supone la presencia del pintor sevillano Diego Velázquez en sus dos viajes al país trasalpino, sobre todo en el segundo, porque el lector lo conocerá desde una perspectiva diferente, e incluso diría que más íntima.

(Palacio Pomphili-Roma)

Afirma el autor en una entrevista que le hacen en el Diario de Sevilla que las historias le buscan a él. Prueba de lo que acabo de exponer es el interesante epílogo que supone un gran colofón a su último trabajo literario publicado hasta la fecha, en el que explica cuál fue el origen que le llevó a escribir esta atractiva y amena novela. Sin duda alguna, realiza una ardua labor de documentación para planificar y desarrollar una trama compacta, en la que se pone de manifiesto una de las grandes cualidades del autor, porque es un fabuloso narrador que transporta al lector a otras épocas, en las que siente que realiza un verdadero viaje literario en el que se empapa de todo lo que supone el período histórico en el que se desarrolla la trama. Una trama en la que la voz narrativa de turno le ofrece una información detallada, aunque sin apabullar, de todo lo que sucede en las repúblicas que conforman la Italia de la primera mitad del siglo XVII.

La trama comienza con un capítulo en el que el Secretario de Estado, Fabio Chigi, inicia el ritual en el que se confirma que el Papa Inocencio X ha fallecido. Conscientes de este episodio, ordena la detención de Olimpia Maidalchini, porque la curia vaticana nunca aceptó la presencia de la cuñada de Giambattista Pamphili entre los muros del Quirinal. El fallecimiento del Pontífice originará que el lector se pregunte si se llevará a cabo la detención de la quien fue nombrada Princesa de San Martino in Cimino. Pero la trama retrocede a Viterbo, entre 1596 y 1600, en la que conocerá los difíciles comienzos de una joven cuyo destino había decidido su padre, y no era otro que ingresar en un convento. Estos episodios iniciales de la joven Olimpia forman su fuerte personalidad. Su brillante inteligencia y relación de parentesco con Giambattista Pamphili la aprovecha para marcar el rumbo de quien era un brillante abogado de la Curia Vaticana, hasta conseguir que fuera nombrado sucesor de Urbano VIII. Este es un personaje que no deja indiferente, porque su ambición no tiene límites, y se ganó a pulso las habladurías que de ella se divulgaban en el Vaticano, en Roma e incluso en toda Italia. Sin embargo, también fue mecenas y creó varias instituciones a las niñas y mujeres más desfavorecidas por la sociedad, para que pudieran tener una segunda oportunidad y no les pasara lo que ella vivió durante su juventud.

(Fuente de los Cuatro Ríos-Plaza Navona-Roma)

Pero con el paso de los capítulos habrá más personajes que atraerán la atención del lector. Aunque, sin duda alguna, destaco la presencia del pintor Diego Velázquez en Italia, al igual que la presencia en Roma de la pintora y modelo de pintores llamada Flaminia Triunfi. Velázquez es enviado a Italia por el Felipe IV, el Rey Planeta, con el fin de adquirir pinturas y esculturas para ubicarlos en el Real Alcázar. Sin embargo, como le habían advertido en Roma a uno de los máximos exponentes de la pintura española, se quedó hipnotizado por el esplendor de la Ciudad Eterna, y su estancia en la ciudad se alargaría más del tiempo establecido, pese a las reiteradas misivas que le enviaba el monarca, en las que le apremiaba su regreso. Como ya comenté en el primer párrafo de esta reseña, el pintor sevillano se maravilló con las obras de Bernini y Borromini, o las de los pintores de la escuela veneciana, Tiziano, Tintorero y Veronés. Pintaría a algunos miembros de la curia vaticana, incluido el Papa, y gente del común, como su criado Juan de Pareja o el barbero oficial de Inocencio X, entre otros.

A través de la voz narrativa, Emilio Lara ofrece una magnífica ambientación espacio temporal de la Italia del siglo XVII, tanto a través de las repúblicas por las que transitan los personajes, sobre todo Nápoles, Venecia y Roma, haciendo hincapié en la presencia de Velázquez en estas ciudades, como la situación sociopolítica de las mismas. Una Italia en la que España y Francia mantienen un continuo duelo, pese a que el imperio español no pasa por sus mejores momentos. Sin embargo, se refleja la fuerza que ejercen ambos países en la elección del Papa que sustituirá a Urbano VIII, o la revuelta que tiene lugar en el virreynato de Nápoles, encabezada por el pescador Masianello, de cuyos episodios más destacados será informado el lector durante el tiempo que dura la misma. Disfruté mucho con las descripciones que ofrece el narrador omnisciente sobre el embellecimiento que lleva a cabo Inocencio X en la llamada Ciudad Eterna, al igual que de las descripciones que hace sobre el Carnaval, sobre todo en Venecia, a donde viaja el pintor enviado por Felipe IV, o el gentío que se acumula en Roma durante el Jubileo. Se habla también mucho de la relación cordial que mantienen los españoles y los romanos de cara a la galería, porque es otro el rumbo que toman unos sobre los otros, sobre todo cuando no están presentes los súbditos del Rey Planeta. No faltan las reacciones del pueblo llano ante los impuestos a que son sometidos por las autoridades ni la relación que mantienen con la llamada “papisa”.

(Abadía San Martino al Cimino-Viterbo-Italia)

Me encantó Venus en el espejo. Sin duda alguna, Emilio Lara es un magnífico contador de historias en las que tiene la fabulosa cualidad de trasladar a lector en un viaje literario a la época en la que se desarrolla la trama, y en la que no pierde detalle de todo lo que relata la voz narrativa de turno. Sin duda alguna, me sentí como un espectador que presencia con mucho interés desde su atalaya particular todo lo que sucede a lo largo de los capítulos que conforman la novela. El escritor jienense atrapa con sus historias desde las primeras líneas con un estilo narrativo que subyuga, con el que perfila la cualidad humana de los personajes y describe con detalle, pero sin apabullar, los espacios por los que se mueven. Me pude hacer una idea muy clara y visual sobre las descripciones que ofrece el narrador omnisciente sobre las magníficas construcciones, estatuas y óleos que contemplan quienes se paran a admirarlos. En Venus en el espejo me encontré con cuatro personajes que dan mucho juego a la novela y no dejan indiferente al lector por lo que significa cada uno de ellos. Quizás fue Olimpia Maidalchini la que más atrajo mi atención, porque es una mujer con enorme ambición política, de poder y riquezas, que pasa de ser una joven sin recursos a disponer de un gran poder e influencia en el Papa Inocencio X, por lo que se ganó el odio de todas las sotanas del Vaticano. No me olvido del lado menos conocido del pintor sevillano Diego Velázquez y su estancia en Roma, en especial durante el segundo viaje en el que el Rey Planeta le encarga adquirir esculturas y pinturas para el Real Alcázar. Un pintor que se siente hechizado por la Ciudad Eterna y Flaminia Triunfi. Sin duda alguna, el lector se encontrará con una magnífica crónica novelada de Italia durante poco más de la primera mitad del siglo XVII.

Biografía:

(Jaén, 1968) es doctor en Antropología, y profesor de Geografía e Historia de Enseñanza Secundaria. Ha publicado varios libros de Historia y decenas de artículos en revistas universitarias y centros de investigación españoles, italianos y franceses. Ha participado en la elaboración del Diccionario Biográfico Español de la Real Academia de la Historia. Como novelista, tiene en su haber hasta la fecha cinco novelas, todas ellas publicadas en Edhasa y muy bien acogidas por la crítica y el público: La cofradía de la Armada Invencible (2016), El relojero de la Puerta del Sol (2017), obra por la que recibió el XXIV Premio Andalucía de la Crítica y el XIX Premio de Novela Histórica Ciudad de Cartagena, Tiempos de esperanza (2019), novela ganadora de la segunda edición del Premio Edhasa Narrativas Históricas, Centinela de los sueños (2021) y Venus en el espejo (2023).

En enero del 2020 Emilio Lara recibe el Premio a la Cultura 2019, en 2022 recibió el Premio Legatus de novela histórica de Linares, y forma parte de la Asociación de Escritores con la Historia.

Nota: Datos técnicos, sinopsis y biografía del autor, tomados de la web de Edhasa. Fotografía del autor tomada de la web Escritores con la Historia. Imagen del Palacio Pomphili tomada de la web Dreamstime. Imagen de la Fuente de los Cuatro Ríos tomada de la web Viajar a Italia. Imagen de la Abadía de San Martino al Cimino tomada de la web TusciaLove.