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jueves, 16 de marzo de 2023

Pájaros de papel, de Magdalena Albero Andrés.

 












Datos técnicos:




Título: Pájaros de papel.

Autora: Magdalena Albero Andrés.

Editorial: Maluma.

1ª edición: Septiembre/2022.

Encuadernación: Rústica con solapas.

ISBN: 978-84-125525-84.

Idioma: Español.

Nº páginas: 370.




Sinopsis:




Verano de 2014 Una mañana, la anciana Tomoko se pone un vestido rojo y sale de su casa para dirigirse a Ginza Six, el centro comercial más lujoso de Tokio. Héctor, un joven licenciado en precariedad laboral, viaja a Tokio invitado por Akiko, la estudiante de español en Salamanca de quien está enamorado. Una vez allí, vive unos días de incomprensión y asombro. Su encuentro con la abuela y la hermana de Akiko, y el problema familiar en el que se ve envuelto, le llevarán a conocer las contradicciones del Japón moderno. Héctor también llegará a atisbar los temores y deseos de las tres mujeres con las que se encuentra. Una mirada compleja sobre el Japón actual que va más allá de la admiración por la delicadeza de sus tradiciones o la crítica al funcionamiento de su sociedad. Una historia de amor y desamor, de lealtad y esperanza. Un relato de descubrimiento y aceptación de uno mismo y de una cultura diferente a la propia.



Opinión Personal:




Me gustan los autores que no se encasillan en un género literario determinado y que se perciba que se encuentran cómodos mientras planifican y desarrollan los trabajos literarios que ofrecen a los lectores; sin duda alguna, la escritora Magdalena Albero Andrés (Alcoy, Alicante) se encuadra en este grupo. Un claro ejemplo de lo que acabo de comentar es su nueva novela, Pájaros de papel, con la que se alzó ganadora del VII Certamen Literario Mujer al viento. La trama de Pájaros de papel refrenda lo antes expuesto, porque entiendo que se puede catalogar como intimista, ya que son los sentimientos, las emociones y las reflexiones más íntimas del ser humano las que dominan a lo largo de su desarrollo. Una trama a través de la que, con el paso de los capítulos, se conocerá cómo el personaje afectado por un problema familiar oculto que le acompaña durante años busca exponer la verdad a quienes le son más cercanos. Un problema familiar difícil de desvelar, porque teme que su reacción sea contraria y derive en un rechazo definitivo de quienes le rodean, sobre todo por quien es señalado como el origen del mismo. En este sentido, el lector juega con la ventaja de recibir información directa sobre el origen del mismo antes que los personajes afectados, por lo que redobla su interés en comprobar el impacto que su revelación provoca en ellos, y que se refleja a lo largo de los capítulos.

Héctor es un joven barcelonés que realiza trabajos precarios. En uno de ellos conoce a Akiko, una japonesa que estudia un Máster en Salamanca. Ambos mantienen una relación sentimental a caballo entre la ciudad salmantina y Barcelona, en donde ella le conoció como guía turístico, en uno de los tours que realiza por la ciudad condal. Akiko lo invita a pasar unos días en Japón, a donde se tiene que desplazar con motivo de la boda de su hermano Fudo, que se celebrará siguiendo el rito sintoísta. Como adelanta la sinopsis, ya en Japón el protagonista vive unos días de incomprensión y asombro ante las costumbres de los ciudadanos de este país, y que chocan con su cultura occidental. Pero, tras el encuentro con la abuela y la hermana de Akiko, se ve envuelto en el problema familiar que le llevan a conocer las contradicciones del Japón moderno. Creo que es mejor que sea el lector quien conozca por sí mismo todo lo que sucede en torno a episodios que tuvieron lugar en el pasado, y que todavía provocan un malestar latente en el seno familiar, lo que origina situaciones tensas entre los miembros de la familia de Akiko. Pese a que comenté en esta reseña que la narración domina con claridad frente a los diálogos, se encontrará con unas conversaciones muy atractivas, que también le ayudan a conocer a los personajes con los que Héctor convive en Tokio, y que originarán una serie de situaciones tensas, en las que el protagonista se siente señalado, al comprobar en varios episodios cómo, de una forma u otra, forma parte de las mismas.

(Estanque Shinobazu-Tokio-Japón)
En mi opinión, entiendo también que las dos voces narrativas inciden en confrontar la mentalidad occidental del protagonista con el respeto que guardan los japoneses hacia las costumbres ancestrales que marcan el funcionamiento de una sociedad como la del país del sol naciente. Pese a que las nuevas tecnologías dominan su día a día, uno siente extrañeza al comprobar cómo la mentalidad japonesa se ha quedado anclada en una época en la que el fin principal que rige sus vidas es respetar el honor familiar, acatando normas con las que las nuevas generaciones no están de acuerdo, sobre todo si han salido a estudiar o trabajar en el extranjero. Unas nuevas generaciones que no tardan en adaptarse al estilo de vida occidental, que quieren mantener una vez que regresan a la realidad, como se podrá comprobar a lo largo de los 61 capítulos en los que se estructura el desarrollo de la trama, agrupados en tres partes, que aclaran el devenir de los personajes principales que transitan por sus páginas.

La escritora natural de Alcoy, aunque residente en Barcelona, construye una trama que atrajo mi atención desde las primeras líneas y, pese a que predomina con claridad la narración frente al diálogo, me mantuvo muy pendiente de todo lo que sucede durante su desarrollo, sobre todo a medida que se aproxima el desenlace. Una trama que empieza in media res, por cómo se desarrollan los episodios que tienen lugar en el prólogo, y que se aclaran a lo largo de los capítulos, en los que me encuentro con una decisión que supone un giro sorprendente para la mentalidad occidental. En más de una ocasión me pregunté qué me encontraría en las últimas páginas, sobre todo por cómo se desencadena el devenir de las vicisitudes que acompañan a los principales personajes. Una trama que es un verdadero puzzle, y que tiene unos ingredientes muy atractivos, que me empujaron a estar muy pendiente de cómo se encasillan las piezas que lo conforman, aunque también tuve la sensación de que alguna de ellas podía no encajar por cómo se suceden los episodios a los que ya me referí en el primer párrafo de esta reseña. Son dos las voces narrativas que relatan lo que sucede a lo largo de los capítulos, aunque el narrador omnisciente lo cuenta desde el punto de vista de tres de los personajes que más atraen la atención del lector, lo que me ayudó a conocerlos en mayor profundidad.

(Centro Comercial Ginza Six-Tokio-Japón)

Uno de los rasgos que caracteriza a la narrativa de Magdalena Albero Andrés es el carácter visual de las tramas que planifica y desarrolla, acompañadas de unas descripciones que surten en el lector el efecto de realizar un viaje literario en el tiempo a la época y a las localizaciones en las que se desarrollan, y sentir que forma parte del elenco que transita por sus páginas. Unas páginas a través de las que la voz narrativa de turno le incita a no perder detalle de las vicisitudes que acompañan a los personajes. Al igual que en sus anteriores novelas, la autora perfila unos personajes muy vivos y creíbles, en consonancia con la época y las circunstancias que les toca vivir. En este sentido, y al tratarse de una novela intimista, diría que el lector se familiarizará mucho más con su forma de ser y actuar, aunque también con su yo interno estará muy presente. Un yo interno a través del que los conocerá con mucha más profundidad, sobre todo en los episodios en los que vacían su interior cada vez que muestran su parecer en torno al problema familiar que les preocupa y pretenden solucionar para que la relación que mantienen vuelva a la senda que le corresponde a una familia tradicional japonesa. Sin duda alguna, tanto Héctor como Akiko son dos personajes que no dejan indiferentes, al igual que su hermana Midori y su abuela Tomoko, sin olvidarme de Natsu, la madre de ambas, ni de la evolución de la relación sentimental que mantienen los dos jóvenes. 

Pese a que en la trama de una novela intimista predomina el papel que desempeñan los personajes, atrajeron mi atención las descripciones que las dos voces narrativas realizan sobre los espacios por los que se mueven los personajes. Me interesaron, sobre todo, aquellos que muestran una gran singularidad, porque a través de ellos se perciben rasgos que definen a la sociedad japonesa, tanto los que se refieren a su día a día, como a sus creencias religiosas, con las que son muy respetuosos. En este sentido, estuve muy pendiente de cómo es la rutina en la casa de la familia de Akiko, sin olvidarme de la vida cotidiana de la abuela Tomoko ni de Midori, un personaje influenciado por sus estancias en el extranjero, al igual que Akiko. Ginza Six, el centro comercial más lujoso de Tokio, el teatro Asakusa, el parque temático Shima Spain Village, o la peculiaridad del bosque Aokigahara, aunque también merece la pena estar muy pendiente de los desplazamientos que hacen los personajes por Tokio, y tomar nota de algunas curiosidades que caracterizan a la capital japonesa.

(Bosque Aokigahara-Japón)
Me gustó mucho Pájaros de papel. Magdalena Albero construye y desarrolla una historia muy atractiva, que mantuvo mi interés por todo lo que sucede a lo largo de los capítulos que la conforman. Un interés redoblado a medida que se aproxima el desenlace, porque estuve muy pendiente de de la relación sentimental que mantienen Héctor y Akiko, por si disminuía la fortaleza este romance, al igual que del problema familiar que influye en la relación entre los miembros de la familia de la joven estudiante japonesa quien, como su hermana, se siente muy influenciada por la cultura occidental. Se percibe mucha sensibilidad en el desarrollo de la trama de Pájaros de papel,  novela en la que se refleja que la autora realizó un cuidado trabajo documental para que el lector sienta que realiza un viaje literario al Japón actual. En los episodios que las dos voces narrativas estiman oportunos introducen términos japoneses, a través de los que explican las costumbres propias del país. Sin duda alguna, Magdalena Albero no deja indiferente a quienes se interesan por su narrativa. Una narrativa que se caracteriza por unas historias muy bien escritas, en las que se entrecruzan las vicisitudes que acompañan a los personajes que las transitan. Al igual que sus obras anteriores, Pájaros de papel tiene un ritmo de lectura fluido, ayudado por un estilo directo y el dinamismo de las escenas que protagonizan los personajes, resaltado por unos diálogos vivos, dinámicos y naturales, a través de los que ofrecen información que les afecta.



Biografía:



Magdalena Albero Andrés, Alcoy (Alicante) es licenciada en Historia y en Ciencias de la Información, y Doctora en Comunicación y Educación por Indiana University (Estados Unidos). Profesora Titular en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónima de Barcelona, también ha impartido docencia y ha sido profesora visitante en universidades de Canadá y Estados Unidos.

Es autora de varios libros y artículos científicos sobre juventud y medios de comunicación. En el campo de la ficción ha publicado tres novelas: Los caminos del mar (Roca Editorial, 2014. Ganadora del Premio Internacional de Novela Histórica Ciudad de Úbeda). La Corte de las estrellas (Stonberg, 2018) y Más allá de los olivos (Stonberg, 2020. Finalista del XXXV Premio de Jaén de Novela. También ha publicado un libro de relatos: Pequeñas historias de ellas (MaLuma, 2017) y ha participado con sus relatos en diversas obras colectivas.


Nota: Datos técnicos, sinopsis y fotografía de la autora tomados de la web de la editorial Maluma. Imagen del estanque de Shinobazu, en Tokio, tomada de la web Dreamstime. Imagen de los Grandes Almacenes Ginza Six Tokio tomada de Wikipedia. Imagen del bosque Aokigahara con el Fujiyama al fondo, tomada de la web Viator. 







6 comentarios:

  1. Nos dejas con la miel en los labios por saber qué pasa en Japón entre Akiko y Héctor . A mi me atrae mucho todo el tema de las costumbres asiáticas, una cultura muy diferente a la nuestra pero fascinante. Apertas.

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  2. Hola Paco, como a Ful las culturas asiáticas me llaman mucho la atención. Hasta ahora no he leído ninguna novela de un autor español que nos hablara sobre ellas y ese choque entre costumbres tan distintas no deja de ser fascinante. Ya la tengo apuntada por la reseña de Laky y la tuya me confirma que esta historia va a gustarme. Besos.

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  3. Gracias, Francisco. Es una novela estupenda. Por algo quedó ganadora del último certamen Mujer al Viento de Torrejón de Ardoz.

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  4. Me has convencido del todo. Me lo llevo apuntado. Un beso.

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  5. Cada vez me interesa más este tipo de literatura, así que me la apunto para leerla! Un abrazo!

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  6. Hola Paco, yo no soy muy de lecturas sobre la cultura asiática pero con esta novela sí has despertado mi curiosidad. Has hecho un análisis muy preciso de la obra y eso me ha permitido hacerme una idea de lo que puedo esperar. Besos

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