Datos
técnicos:
Título:
Las herederas de la Singer.
Autora: Ana
Lena Rivera.
Editorial:
Grijalbo (Penguin Random House).
1ª
edición: febrero/2022.
Encuadernación:
Tapa blanda con solapas.
ISBN:
978-84-253-6097-8.
Idioma:
Español.
Nº pág.:
512.
Sinopsis:
Las herederas de la
Singer cuenta la conmovedora historia de las mujeres de una familia
ligadas a una máquina de coser que custodió un secreto durante
cuatro generaciones.
El día que la joven Aurora se vio
obligada a trabajar en la mina tras el accidente de su padre, se juró
a sí misma hacer lo que fuera necesario para salir de aquel
infierno.
Un matrimonio sin amor y la máquina
de coser Singer de segunda mano que recibe como regalo de bodas le
proporcionarán una nueva forma de salir adelante, hasta que un
terrible suceso convierte la Singer en la única prueba de la amenaza
que la perseguirá toda la vida.
Muchos años después,
la complicidad que teje con su biznieta Alba desvelará el secreto
que ha planeado sobre las mujeres de su familia.
Opinión Personal:
Me gustan mucho las
novelas cuyas tramas giran en torno a una saga familiar porque, a
través de varias generaciones de una sola familia, sigo con interés
la historia del país y de la época que les toca vivir. Sagas
familiares que ven cómo están influenciadas por los episodios
históricos que, de una forma u otra, influyen en su devenir, e
incluso en las relaciones entre los miembros de la familia que la
conforman. Unas relaciones que se ven marcadas, sobre todo, si hay
conflictos bélicos de por medio o episodios en los que salen a la
luz secretos familiares, o bien se sospecha sobre alguno que no
quieren que se desvele porque puede levantar ampollas o poner en
peligro a alguno de los miembros de esta saga: en ambos casos suelen
provocar un cambio en la armonía que los une. Sin embargo, en
ocasiones, ese cambio ayuda a fortalecer el débil vínculo que
empaña el trato entre sus miembros. En mi modesta opinión, entiendo
que lo que acabo de comentar se percibe a lo largo de los 22
capítulos y el epílogo en los que se estructura la nueva novela de
la escritora asturiana afincada en Madrid, Ana Lena Rivera, Las
herederas de la Singer.
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(Pozo Espinos-Turón-Asturias)
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Disfruté
con la trama de Las herederas de la Singer. Creo
que uno de los grandes aciertos de la autora es elegir la estructura
de saltos temporales, porque de esta forma el lector recibe
información de los cuatro personajes femeninos que llevan el peso de
la trama. Sin duda alguna, es un gran esfuerzo que tuvo que hacer a
la hora de utilizar este recurso literario, porque lo más habitual
en las sagas familiares suele ser el empleo de dos o tres líneas
temporales que se van alternando, hasta que confluyen en un momento
dado, a medida que se aproxima el desenlace. Una estructura que,
aunque parece inconexa, entiendo que hay una cierta relación en su desarrollo,
porque cada capítulo comienza en primera persona con el relato de
Ana, y después se intercalan episodios de las tres generaciones de
mujeres de su familia que la preceden. Con el paso de los capítulos se percibe la repercusión que tienen los problemas que afectan
a la mujer, y el interés que muestran
quienes pueden verse afectadas por situaciones similares, y cómo se
sienten apoyadas por quienes son conscientes de que la sociedad tiene
que ser más justa, sin tener en cuenta la diferencia de géneros.
Me
gustó mucho la planificación y desarrollo que le confirió Ana Lena
Rivera a Las herederas de la Singer.
En todo momento tuve la sensación de que una voz en off me relataba
la crónica novelada de casi un siglo de la historia reciente de
nuestro país. Resalto lo que acabo de comentar porque la voz
narrativa intercala con naturalidad hechos históricos nacionales e
internacionales que tuvieron mucha repercusión en la opinión
pública del momento. En este sentido, es también un gran
acierto el que relacione estos hechos históricos con los episodios
que en esos momentos protagonizan alguna de las mujeres de esta saga
familiar, porque me decía que era un incentivo para estar muy
pendiente de las situaciones que viven, y el cierto
paralelismo que tienen con los episodios históricos que acabo de mencionar. Sin
duda alguna, atrajeron mucho mi atención los relacionados con la
cuenca minera asturiana, tanto en la Guerra Civil Española como en la Postguerra y la Revolución Minera de 1934, en Asturias. Otro tanto sucede con el
papel de la mujer en las minas, pese a que era un trabajo no
reconocido y al escaso salario que percibían, como se podrá
comprobar en algunos capítulos. Estoy seguro de que la gran mayoría
de esas efemérides que rememora la voz narrativa les resultarán muy conocidas a los lectores, e incluso diría que algunos de ellos les
harán sonreír, porque con ellos nos acordamos de una época de
nuestra vida que se acostumbra a echar en falta, por lo que significa
para el desarrollo del ser humano.
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(Calle Uría-Oviedo)
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A
lo largo de los capítulos, el lector se encontrará con una trama en
la que el mayor peso lo llevan los personajes femeninos. Unos personajes entre los que sobresale la fuerza de las cuatro mujeres que conforman la saga
familiar protagonista de esta novela, e incluso me decía que alguna de ellas está
adelantada a su época, por cómo percibe el mundo que le rodea y es muy consciente del limitado papel que desempeña la mujer en la sociedad de la época. No sólo
destaco las mujeres que protagonizan esta saga familiar, sino también las
secundarias que las escoltan y que atrajeron mucho la atención, por la relación que
guardan, en un sentido u otro, con las mujeres de una saga que inicia
Aurora Cangas. Llama la atención el hecho de que los nombres de las
mujeres de esta saga familiar empiecen por la letra A: Aurora,
Águeda, Ana y Alba, aunque no me olvido del papel, diría que casi
testimonial, Estoy seguro de que a la gran mayoría de los lectores les
atrajo Aurora, un personaje con el que se empatiza apenas se le
conoce, porque su forma de ser y actuar no pasa desapercibida, al
igual que las vicisitudes que vivió, alguna de las cuales le
hicieron tomar decisiones que les costó trabajo entender a la
familia y vecinos de Turón. Es de las que no tienen
pelos en la lengua cuando hablan ni a la hora de encararse con quien crea que merece
un escarmiento, si bien también es muy amiga de las escasas
amistades que tiene, caso de Ramona o Herminia, a quienes no duda en
ayudarles si precisan su reclamo, o le corresponden cuando lo necesita. Sin embargo, la relación que
mantiene con su familia es muy diferente, quizás sobre todo por el
fuerte carácter que tiene. En este sentido, sonreí en más de una
ocasión en algunos diálogos que mantiene con su biznieta Alba,
aunque ambas son muy diferentes, pero se complementan a la
perfección: son conscientes de que saben cómo reacciona cada una
de ellas en situaciones en las que, sobre todo, hay que mostrar el
carácter que tienen. Muy diferente es su hija Águeda, aunque no por
eso me pasó desapercibida, sobre todo por la relación que mantiene
con su marido Jesús y con Florita, la hija de Herminia. Supongo que
quienes leímos esta novela que hoy reseño, y sin lugar a dudas,
recomiendo, el personaje con el que se tarda más en empatizar es el
de Ana, pero con el paso de los capítulos se comprenden sus
reacciones, sobre todo desde que quiere llevar una vida muy diferente
a la de su madre y su abuela, al querer ir a estudiar Arquitectura a Madrid, y
después formar una familia con el hijo de uno de los empresarios que
más influencia y poder tiene en la capital.
En
relación con lo que acabo de comentar en el párrafo anterior, en mi modesta opinión entiendo
que la autora ofrece una galería de personajes masculinos que
representan el papel que desempeña el hombre a lo largo del casi un
siglo que dura el desarrollo de la trama. Por eso, pese la gran
importancia de la mujer en Las herederas de la Singer,
hay personajes masculinos que no dejan indiferentes, sobre todo por
la relación que mantienen con las cuatro protagonistas, y otros
personajes femeninos secundarios, en los que se percibe vínculo de
maltrato, sumisión o extramatrimonial. En este sentido, en la novela
queda reflejado el carácter de los mineros de la cuenca asturiana,
pero también se describe la labor que desempeña el hombre durante
el franquismo, pese al puritanismo que se mostraba de puertas para
afuera. Sin embargo, en el interior de determinados locales de ocio,
e incluso en domicilios particulares, el desmadre estaba a la orden
del día y los hombres mostraban su instinto más bajo, como se podrá
comprobar en algunos capítulos, en los que no faltan quienes le
ponen el piso de turno a la querida. Otro tanto sucede con el papel
de los homosexuales, principalmente por la fuerte represión que
sufrieron durante la dictadura. Personajes como Frutos, el marido de
Olvido; Ceferino, el capataz del pozo Espinos, su hijo Cefe, o Jesús,
el marido de Águeda, son un fiel reflejo de lo que comento sobre el
papel del hombre en esta novela.
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(Urbanización La Finca-Pozuelo de Alarcón-Madrid)
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Disfruté
mucho con la primera novela que leo de Ana Lena Rivera,Las
herederas de la Singer. Una
máquina de coser que sirvió para que los miembros de las cuatro
generaciones de esta familia ganaran un dinero que les valía para
complementar el escaso sueldo que se cobraba en la cuenca minera
asturiana. Pese a que fueron Aurora y su hija Águeda quienes se
sirvieron más de esta herramienta de trabajo, puede decirse que es
un personaje más de la trama, porque estará muy presente a lo largo
de su desarrollo. Un episodio que tiene lugar
durante la Guerra Civil Española es el detonante de un secreto que guarda y que la bisabuela Aurora no quiere revelar, porque teme las
consecuencias que pueda acarrearle si se descubre. Esto origina una
cierta intriga, sobre todo a medida que el desenlace está próximo,
lo que dio lugar a que me preguntara en más de una ocasión si la bisabuela sería capaz de desvelarlo. También teme que lo descubran de una forma u otra, sobre todo desde que recibe una llamada telefónica inesperada. Pese a que en el
cuarto párrafo de esta reseña comento que el lector se encuentra
con una historia en la que los personajes son el activo principal, la
voz narrativa ofrece unas descripciones muy atractivas sobre las
localizaciones por las que transitan. Si bien la cuenca minera
asturiana es el marco geográfico principal de la trama, el lector se
trasladará también a Mieres, Gijón, Oviedo, Madrid, Sevilla, El Palmar de
Troya, y París.
Me
sentí muy cómodo durante la lectura de Las herederas de
la Singer, porque el estilo
narrativo de la autora me resultó cálido y muy cercano. Quizás
influenciado por los continuos saltos temporales, el ritmo de lectura
se me hizo muy fluido, ayudado también por el predominio dede los
diálogos frente a la narración. Unos diálogos dinámicos y
entretenidos, y que resultan muy atractivos cuando se ofrece
información a través de ellos o se ponen de manifiesto los
diferentes estados de ánimo de los personajes, que originan
reflexiones sobre las situaciones que les preocupan, o bien saltan
chispas en las conversaciones que mantienen durante los episodios más
álgidos. Ana Lena Rivera construye unos personajes muy cercanos, y
diría que muy representativos de la sociedad española de los casi
cien años que abarca el desarrollo de la trama. Una trama en la que el lector se encontrará también con giros argumentales que atraen su atención hasta el desenlace, bien cerrado y diría que emotivo.
Biografía:
Soy asturiana de
nacimiento y de corazón, pero llevo muchos años viviendo en Madrid,
ciudad que me adoptó como una hija y en la que me he construido mi
hogar. A veces hecho de menos el olor a sal y ver las olas romper
contra las rocas. Estudié Derecho y Administración y Dirección de
Empresas, y, aunque soñaba con ser escritora, criminóloga o
comisaria de policía, tuve una carrera profesional emocionante
dentro del mundo empresarial multinacional. Según cuentan en la
familia, cuando era pequeña leía libros de forma compulsiva; la
lectura fue mi gran compañía en la niñez, y estoy convencida de
que, en buena parte, hoy soy quien soy por las innumerables horas que
pasé rodeada de libros. Empecé a escribir con la ilusión de que
mis novelas ofrecieran al lector la compañía, los referentes y el
refugio que los libros me proporcionaron a mí. Cuando me quedé
embarazada de mi hijo Álex, la prescripción médica de reposo me
dio la oportunidad de escribir: descubrí mi pasión y empezó esta
aventura. Por suerte, en la Escuela de Escritores, en la que tengo el
privilegio de enseñar, tuve grandes profesores.
Las herederas de la
Singer inaugura una nueva etapa después de las tres novelas
dedicadas a la investigadora Gracia San Sebastián: Lo que callan los
muertos (2019, Premio Torrente Ballester 2017), Un asesino en tu
sombra (2020) y Los muertos no saben nadar (2021).
Nota: Datos técnicos, sinopsis, biografía y fotografía de Ana Lena Rivera, tomada de la web de Penguinlibros. Imagen del Pozo Espinos, en Turón, Asturias, tomada de la web Patrimonio Industrial Asturias. Imagen de la Calle Uría, en Oviedo, tomada de la web de Pinterest. Imagen de la Urbanización La Finca tomada de la web de La Información.
Hola Francisco, me gusta lo que cuentas. Es un libro que seguro que me gustará. Como recuerdo yo esas máquinas de coser en el comedor de casa. Felicidades por la reseña, muy cuidada, como siempre. Besos
ResponderEliminarUna gran reseña para una gran novela. Disfruté muchísimo con esta lectura. Es de esos libros que no me importaría releer.
ResponderEliminarBesotes!!!
Hola Paco, estupenda reseña, ya la tengo apuntadisima. En casa de mis tías aun esta la Singer de mi abuela y sigue en uso. Besos.
ResponderEliminarLa estoy y me encanta😀
ResponderEliminarTambién tengo una Singer de mi madre y mi abuela💕
Hola, tengo muchas ganas de leerla. Seguro que me gustará. Besos
ResponderEliminarA ver si me estreno con esta autora que sus libros me llaman mucho. Besos
ResponderEliminarMuy buena y completa reseña. Has reflejado muy bien las sensaciones que transmite, las mujeres son las protagonistas y en distintas épocas. Es difícil elegir alguna como favorita, porque las que no tienen fuerte carácter también tienen tarea. Me gustó mucho, coincidimos plenamente. Besos
ResponderEliminarEs cierto que lo de los saltos temporales y yo no nos llevamos demasiado bien, sin embargo esta parece una saga familiar que no nos debemos perder. Me llama la atención que se sitúe en la Asturias minera y la época a la que nos transporta. He leído muy buenas críticas de esta novela, y tú reseña invita a su lectura. Abrazos
ResponderEliminarQue maravilla de reseña me ha gustado mucho, gracias por compartirla.
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