Páginas

jueves, 16 de diciembre de 2021

El fuego del flamboyán, de Viruca Yebra.

 











Datos técnicos:



Título: El fuego del flamboyán.

Autora: Viruca Yebra.

Editorial: Almuzara.

1ª edición: septiembre/2016.

1ª reimpresión: septiembre/2016.

Encuadernación: Rústica con solapas.

ISBN: 978-84-16776-14-6.

Idioma: Español.

Nº pág.: 400.




Sinopsis:




En la Galicia rural y convulsa de la dictadura del general Primo de Rivera, un puñado de personajes tratan de vivir según sus propias convicciones en los días previos al advenimiento de la República. Pero llegado el momento, las circunstancias les obligarán a dejar España con destino a Cuba; los unos porque les persiguen las izquierdas, los otros porque desean darles caza las derechas. La exultante y próspera Habana de entonces supondrá un abierto contraste con la fría tierra de la que proceden. La isla es luz, sensualidad, modernidad, fortuna, ritmo y abundancia. El árbol del fuego será testigo de que la mezcla de razas y el tórrido ambiente gobiernan los sentidos.

Antonio, abogado liberal y culto, esconde un secreto guardado bajo llave durante años que, de revelarse, supondría un escándalo para la aristocracia de los años treinta. El atractivo y seductor Tino regresa a Galicia para casarse; la vida provinciana choca con su espíritu libre y combativo. Junto a ellos, cuatro mujeres excepcionales: Elisa, que conforme va cumpliendo años cobrará paulatina conciencia de su fortaleza interior; Elvira, la viva esencia de la mujer de antaño, recia, trabajadora, comprometida, capaz de matar por amor; Nélida es la sensualidad cubana, el exotismo más carnal; y Casilda encarna la rebeldía, la ruptura de moldes y ataduras sociales.
Crónica de la emigración gallega a Cuba durante la Segunda República, en El fuego del flamboyán, la pasión, el abandono y el maltrato están presentes. Pero el honor, los valores y la lealtad son la esencia de esta novela coral escrita a partir de hechos reales y basada en los testimonios de numerosos hombres y mujeres, unos famosos y otros desconocidos, que vivieron una de las épocas más emocionantes y traumáticas de nuestra historia reciente.





Opinión Personal:




De nuevo me encuentro con una novela de ficción histórica que no dudo en recomendar, El fuego del flamboyán, de la escritora gallega, aunque afincada en Marbella (Málaga), Viruca Yebra (Sarria, Lugo), porque reúne unos ingredientes muy atractivos que conforman una historia relatada por un narrador omnisciente, y que abarca un período convulso que transcurre desde la dictadura de Primo de Rivera hasta la década de los años 50 del siglo XX. Resalto el período que abarca la trama porque soy partidario de que el autor de turno se muestre imparcial a la hora de narrar las actuaciones de quienes manifiestan sus claras inclinaciones ideológicas hacia los bandos que se enfrentan, porque sólo se limita a contar sus implicaciones en los episodios en los que toman parte, sobre todo en aquellos que se refieren a enfrentamientos dialécticos o incluso en los que la violencia está presente. En mi modesta opinión, entiendo que Viruca Yebra consigue que el lector sienta esta impresión, lo que es de agradecer, porque le da mucha más credibilidad a la trama, con el aliciente de que el lector se encontrará con personajes que representan a las dos Españas, aunque también los hay quienes se inclinan por un claro papel mediador entre los bandos beligerantes.

(Sierra de Oribio-Lugo)
En mi modesta opinión, la autora construye una trama solvente y muy real con la  que me mantuvo muy pendiente de lo que sucede a ambas orillas del Océano Atlántico, con el aliciente de que se refleja en la narración dos estilos de vida muy diferentes. Pero también hay que añadir el interés que despiertan la sucesión de historias encadenadas que transcurren a lo largo de los capítulos, porque tal y como se desarrollan los episodios iniciales tuve muy claro que me enfrentaba a una trama en la que el efecto dominó movía el devenir de los personajes que transitan por las 400 páginas que conforman la ópera prima de Viruca Yebra. Unos personajes en los que mandan las circunstancias que les toca vivir, porque los episodios convulsos que influyen en su devenir, les empujan a «cruzar el charco» a algunos de ellos, ya que incluso en determinados casos sus vidas corren peligro, como lo podrá comprobar en algunas escenas en las que se cierne sobre alguno de ellos, caso del atractivo y seductor Tino Valiña, quien regresa a Galicia para casarse, y regresa a la Isla junto con su hermano menor Arsenio. Pero también hay quienes se deciden por emigrar a Cuba por motivos muy diferentes, caso del abogado Antonio Álvarez, uno de los que más peso tienen en el desarrollo de la trama, si bien en este caso concreto prefiero que sea el lector interesado en esta novela quien descubra los motivos que le llevan a tomar esta decisión.

Quizás uno de los aspectos que más valoré de El fuego del flamboyán es que, pese a que la trama se desarrolla en un período de tiempo muy interesante de la historia reciente de nuestro país, en todo momento tuve la sensación de que la autora consiguió que primaran las historias personales frente a las circunstancias históricas que les toca vivir. En este sentido, diría que supo cómo informar al lector de lo que sucede a ambas orillas del Océano Atlántico, porque el narrador omnisciente ofrece unas pinceladas históricas como si de una introducción se tratara, para no desviar su atención de las vicisitudes que acompañan a los personajes. En mi modesta opinión, entiendo que merece la pena estar muy pendiente de lo que les sucede a cada uno de los que conforman el atractivo elenco que desfila por sus páginas, porque la gran mayoría de ellos viven episodios que captaron mi atención. Sin duda alguna, el relato quedaría ensombrecido si la voz narrativa los interrumpe con descripciones de hechos que apartan nuestro interés de lo que les sucede. En este sentido, entiendo que es un gran acierto utilizar los diálogos que mantienen en algunas fases de la trama para informar al interlocutor sobre la marcha de los acontecimientos que les toca vivir. Algunos de ellos creen que, después de mucho tiempo en la Isla, se dan las circunstancias adecuadas para regresar a su tierra, y reencontrarse con los familiares que tanto añoran.

(Centro Gallego de La Habana)
En la ópera prima de Viruca Yebra me encontré con una con una trama de contrastes, como adelanta la sinopsis, lo que provocó que estuviera muy pendiente de lo que sucede en dos países en los que el día a día se percibe a través de dos prismas muy diferentes, porque la historia transcurre a caballo entre la Galicia profunda y la isla caribeña de Cuba. El narrador omnisciente describe con detalle, pero sin apabullar, la fría y lluviosa tierra gallega en la que viven unos personajes muy aferrados a sus costumbres, y de cuyas vicisitudes estuve muy pendiente. La mayor parte de la trama que se desarrolla en Galicia, transcurre casi toda ella en el pueblo ficticio de Oribio —topónimo que supongo toma la autora de la Sierra de Oribio, que se extiende por tierras de los ayuntamientos de Sarria y Triacastela—. Un pequeño pueblo en el que todavía está muy presente la hidalguía, aunque ya decadente, como se podrá comprobar a lo largo de los capítulos, y a través de los personajes que más poder e influencia tienen sobre sus convecinos. Es una tierra en que la que dominan el blanco y el negro, y unos tonos muy grises, porque esa es la sensación que transmite un país en el que cuesta mucho trabajo ganar un jornal con el que alimentar a la familia, pese a la esperanza que despertó el advenimiento de la República, pero que se vería truncada con el estallido de la Guerra Civil Española y la dura Posguerra. Sin embargo, también se muestra algunas escenas que se desarrollan en Madrid, sobre todo durante la dictadura de Franco, en las que se observa cómo la aristocracia y las clases sociales altas aprovechan el estrato al que pertenecen para mantener el tren de vida que llevan, incluso acudiendo al estraperlo para que no les faltara de nada.

Si por mi condición de gallego me resultaron muy atractivos los episodios que se desarrollan en Galicia, otro tanto puedo decir de los que se suceden en Cuba, en la Isla, como así se la denomina en la mayoría de los capítulos, en la que en esta ocasión me encuentro con un país ya independiente de España, pero con una dependencia total de Estados Unidos, como se podrá comprobar en algunos de los capítulos que se desarrollan en la llamada Perla de las Antillas. Una isla en la que el tiempo parece que transcurre de una forma muy diferente, y en la que la voz narrativa describe los colores, olores y sabores tropicales que emanan de esta tierra. Una tierra en la que reina el bullicio, el exotismo, la alegría y la mezcla de razas, pese al tórrido ambiente que gobierna sus sentidos, como adelanta la sinopsis. En la ya independizada Cuba, el lector acompañará a los personajes por La Habana, fascinante y pérfida, como es definida en el título de uno de los veintiún capítulos en los que se estructura la trama, pero también se prendará de las descripciones que se ofrecen de Holguín y de Trinidad, sobre todo en los episodios que se desarrollan en la hacienda en la que se ubica el ingenio azucarero de Don Hilario Gómez, en el que encontrará trabajo el ya mencionado Tiño Valiña, y en la que se encontrará con personajes como Xiomara y Nélida, que representa la sensualidad cubana y el exotismo más carnal. Aunque también estará pendiente de los episodios que tienen lugar en Miami, tras los acontecimientos que se desencadenan en la mayor de las islas caribeñas.

(Plaza Mayor de Trinidad-Cuba)
El fuego del flamboyán es una novela histórica en la que Viruca Yebra narra a través de una voz omnisciente con un gran realismo y verosimilitud, a lo largo de los 21 capítulos titulados en los que se estructura el desarrollo de la trama, a través de lo que se muestra lo que significó la isla de Cuba para la emigración gallega en la primera mitad del siglo XX, teniendo muy en cuenta los tiempos convulsos que vive España durante ese período. Por sus páginas transitan unos personajes muy vivos y creíbles que pueden definirse como estereotipados, porque entiendo que son fiel reflejo de lo que era la vida en la Galicia profunda de ese entonces, en donde todavía están muy marcadas las diferencias sociales y se respetan las costumbres. En esta novela coral destacaría, sin duda alguna, el papel que desempeña la mujer en una trama en la que su papel es trascendental, pese a que vivía en una época en la que era el varón quien tenía la autoridad para tomar decisiones. Aunque antes de ofrecer algunas pinceladas sobre los personajes femeninos, me gustaría mencionar a uno de los masculinos que más peso tiene en la trama, como es el abogado Antonio Álvarez, quien en determinados episodios expone el ideario que defiende. Es un personaje que no deja indiferente, tanto por su integridad moral como por las labores altruistas que realiza porque, a medida que los acontecimientos históricos se tornan virulentos, no busca confrontación alguna, sino que intenta resolver las diferencias mediante el diálogo o también procura ayudar a los que tiene una relación más estrecha, siempre que las opciones que les ofrece sean las más óptimas para llevarlas a la práctica. Personajes femeninos como Elisa, Elvira, Casilda o Nélida o Chon Álvarez son un claro ejemplo de que en ese período también podían aspirar a algo más que desempeñar un papel secundario en el ámbito social al que pertenecían, porque las segundas oportunidades y el afán de superación les permite alzar su voz en una sociedad dominada por los varones, y entiendo que también representan la rebeldía, la ruptura de moldes y ataduras sociales, para demostrar que puede sobreponerse a las adversidades que se les presenta. En mi modesta opinión, los cinco personajes femeninos le dan mucho juego a la novela, y el lector estará muy pendiente del papel que desempeña cada una de ellas porque darán lugar a una serie de giros que atraen su atención. En este sentido, me dije que la autora tuvo muy claro cuándo disponer los vuelcos narrativos para que me cogieran lo más desprevenido posible, y desde luego que lo consiguió.

El fuego del flamboyán es la ópera prima de Viruca Yebra en cuya trama aborda la emigración gallega a Cuba, pero también es la historia de una saga familiar, encabezada por el abogado Antonio Álvarez, en la que no faltan los secretos familiares y el lector se encontrará con una serie de giros que la autora dosifica de tal forma que causen en el lector el efecto deseado. Se encontrará con una novela bien escrita, en la que utiliza un lenguaje sencillo pero envolvente, y que se lee con un ritmo fluido. La autora introduce vocablos cubanos en algunos diálogos que tienen lugar en la isla caribeña. Unos diálogos que me resultaron muy interesantes, sobre todo si la tensión narrativa se palpa en el ambiente o los interlocutores hacen referencia a las circunstancias históricas o sociales del momento. Merece la pena su lectura porque la autora parte de hechos reales y está basada en los testimonios de numerosos hombres y mujeres, unos famosos y otros desconocidos, que vivieron una de las épocas más emocionantes y traumáticas de nuestra historia reciente, y a través de los que ofrece un magnífico retrato de la condición humana, a través de unos personajes en los que se refleja la pasión, el abandono y el maltrato, pero también el honor, los valores y la lealtad.





Biografía:





Viruca Yebra (Sarria, Lugo) es periodista, y desarrolló gran parte de su carrera profesional en el Diario ABC. Fue jefe de prensa del presidente de la Xunta de Galicia y Delegada del Gobierno Gallego en Madrid. Directora del Club Internacional de Marbella y tertuliana de la Cadena Ser. "El fuego del flamboyán" es su primera novela, donde recoge gran parte de las conversaciones con sus paisanos gallegos y con ciudadanos cubanos.





Nota: Datos técnicos, sinopsis y biografía de la autora, tomados de la web de la editorial Almuzara. Imagen de la Sierra de Oribio, en Lugo, tomada de Wikipedia. Imagen del Centro Gallego de La Habana tomada de la web Wall Street International Magazine. Imagen de la Plaza Mayor de Trinidad tomada de la web PanamericanWorld. Fotografía de Viruca Yebra tomada de la web del Diario Sur. 















7 comentarios:

  1. Requisitos no le faltan para que disfrute de su lectura, y tus palabras animan a ello.
    No es un género al que me acerco a menudo pero creo que valdrá la pena

    Besos, carinyet 💋💋💋

    ResponderEliminar
  2. Muy interesante esta lectura Paco, en primer lugar por el contexto histórico y en segundo, creo que de la emigración gallega a Cuba, no se ha hablado tanto en novelas. Se agradece también la imparcialidad en este tipo de novelas. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Hola Paco, no había oído hablar de esta novela pero tiene Ingredientes muy interesantes. La época en la que se desarrolla y la ambientación. Además me gustan mucho las sagas familiares, así que me la llevo anotada. Besos.

    ResponderEliminar
  4. Me gusta mucho el periodo en que se ambienta la historia y por lo que cuentas, parece que merece mucho la pena. Tomo buena nota.
    Besotes!!!

    ResponderEliminar
  5. Francisco no la conocia y me llama mucho la atención.
    Gracias por la visita Saludosbuhos 😊📚👏🌸🌸🌈

    ResponderEliminar
  6. Hoy sí que me tientas del todo, he leído el último libro de la autora y me ha gustado mucho, y la miel con la que me atraes, he estado en esos lugares que describe la novela y me encantaría volver a ellos. Seguro que leyendo no pasaría tanto calor. Apuntadísimo.
    Besos

    ResponderEliminar
  7. Paco, este no lo tengo. De hecho, no había oído hablar ni del libro ni de la autora. De esta última he tenido noticias hace muy poco porque ha publicado La última condesa nazi. Si te digo la verdad, me llama más la atención esta última publicación que este título del que nos hablas hoy. ASí que, para estrenarme con la autora trataré de conocer a esa condesa. Besos

    ResponderEliminar