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lunes, 23 de diciembre de 2019

El alma se extingue, de Lajos Zilahy.




















Datos técnicos:


Título: El alma se extingue.
Título original: A lelek kialszik.
Autor: Lajos Zilahy.
Traductor: Francisco Oliver Brachfeld.
Revisión de Anne Mayo Herczig.
Editorial: Funambulista.
1ª Edición: diciembre/2010.
Publicación original: 1932.
Encuadernación: rústica con solapas.
ISBN: 978-8496601925.
Nº páginas: 480.



Sinopsis:


Escrita en 1932, esta novela trata del tema eterno de la emigración, en este caso la de los húngaros que marcharon a la tierra de promisión que fue Estados Unidos durante el periodo de entreguerras. Aquí, el protagonista nos narra -en una suerte de autobiografía- su andadura por el Nuevo Mundo, desde su inadaptación inicial y su posterior éxito profesional, pasando por el descubrimiento de la modernidad, hasta sus amores; pero sobre todo da cuenta de cómo va perdiendo poco a poco su alma húngara, hasta el extremo de plantearse si ha valido la pena o no el sacrificio. Y es que no en vano el adagio «Extra Hungariam nulla sallus» deja claro que para un húngaro no hay salvación posible fuera de la patria magyar, que, por cierto, es más que una mera geografía: es una civilización.
Debe reseñarse que el propio autor emigraría en 1947 a Estados Unidos, y allí permaneció muchos años.
Con ésta, Lajos Zilahy firmó otra de sus obras de tema universal. La novela fue publicada en España durante los años 40 y reeditada varias veces en las décadas posteriores, siempre con gran éxito.
Con El alma se extingue editorial Funambulista prosigue su Biblioteca-Lajos Zilahy, que recupera la obra del escritor húngaro más traducido y famoso del siglo XX.



Opinión Personal:



De nuevo me acerco a la narrativa del escritor húngaro Lajos Zilahy (Nagy-Szalonta (Hungría), 1891 -Sremska Kamenica (Serbia), 1974), a quien se le considera como uno de los mejores escritores centroeuropeos de la primera mitad del siglo XX. Ya en 2014 leí y reseñé en este blog su novela Dos cautivos, cuya trama gira en buena parte de su desarrollo en torno a la Primera Guerra Mundial y las consecuencias que tiene este conflicto bélico en el devenir de los dos principales personajes. Hoy comparto mis impresiones sobre otra de sus novelas, El alma se extingue, cuya publicación original fue en 1932 y en la que aborda un tema tan universal como es el de la emigración.
(Avenida Kalakaua-Honolulú-Hawai-USA)
El lector comprobará en El alma se extingue cómo Lajos Zilahy va más allá en esta temática, porque percibe cómo el protagonista es consciente de que con el paso de los años va perdiendo su identidad nacional, lo que quedará reflejado en su estado de ánimo. Un estado de ánimo que provocará que la añoranza se arraigue cada vez más en este personaje, y le lleve a reflexionar en los momentos más críticos y duros de su estancia en Estados Unidos sobre la preocupación y la tristeza que le embarga el hecho de no poder estar junto a sus seres queridos, y siente que se va su identidad como húngaro. En este sentido, si Dos cautivos es una novela con un marcado trasfondo histórico, puede decirse que El alma se extingue es una novela intimista, porque el protagonista incide a lo largo del relato que realiza en primera persona en las reflexiones, emociones y sentimientos que provoca en él ese desarraigo, porque «me asalta un dolor violento y salvaje. «¡Nunca, nunca volveré a ver a mi madre! ¡Nunca volveré a Hungría!» (pág. 22).

En El alma se extingue Lajos Zilahy nos presenta al protagonista ya instalado en Honolulú. El hecho de que, mientras espera en el coche a su amigo Ralph, se acerque hacia él el único húngaro que conoce en la ciudad, y le hace una pregunta concreta sobre Budapest, lo le lleva a reflexionar sobre el cambio que se está produciendo en él, ya que «no era la primera vez que observaba en mí semejante fenómeno» (pág. 18). La sensación de nostalgia se apodera de Janos Pekri, y se incrementa sobre todo desde que su mujer y su hijo permanecerán en San Diego durante dos meses junto a su familia. Decide «escribir en cada hora que tenga libre. Describiré todo uanto guardo aún en la memoria. Todo cuanto en mi alma quede de Hungría y de lo húngaro» (pág. 37).

En esta suerte de autobiografía, János Pekri rememora todos los episodios que vivió en su país hasta que toma la dura decisión de emigrar a los Estados Unidos, al comprobar cómo, después de estudiar Derecho y desempeñar varios trabajos precarios, no tiene otra opción que comunicarles a su madre y a su hermana Ròzsa la determinante decisión que había tomado, aunque contándosela como si de una buena noticia se tratara. El lector acompañará a János Pekri en una verdadera odisea como fue su viaje hasta Nueva York, al igual que será testigo de las vicisitudes que atraviesa hasta que consigue una cierta estabilidad laboral, desde que tiene sus primeros empleos en la ciudad de los rascacielos, hasta que la fortuna empieza a sonreírle en Hollywood, y posteriormente le lleva hasta Honolulú, después de haber tomado una decisión que sorprenderá al lector, porque incluso me preguntaba si eran reales o fruto de su imaginación las escenas que relata el protagonista.

Lajos Zilahy me ha vuelto a conquistar con el gran dominio que tiene de la descripción, porque esa destreza que atesora el escritor húngaro ayuda al lector a visualizar cada uno de los espacios por los que se mueve el protagonista. Y es que en todo momento me sentí como un acompañante más de János Pekri en su largo viaje por tren hasta París, en donde tendría que tomar otro ferrocarril que lo llevara hasta el puerto de embarque, desde el que lo acompañará en la larga travesía que realiza en el transatlántico que lo acerca hasta a las costas de América. Aunque no solo me volvió a conquistar con las magníficas descripciones que ofrece a lo largo de la narración, sino que también atrae mi atención con las distintas sensaciones que experimenta el protagonista, sobre todo ante lo que resulta novedoso para él o incluso lo que le es ya familiar. Me quedé prendado de la forma en que describe la impresión que le causa la primera vez que toma contacto con el metro de Nueva York, sin olvidarme de la desilusión que le causó París, si bien tendría que ser uno de los primeros personajes que conocería en ese viaje que realizaba en busca de un futuro mejor, el alemán Pulai, quien le explicara todos los nuevos escenarios que se le presentan, en el que hacía gala de un aire de prepotencia.
(Museo Americano de Historia Natural-Nueva York)
Ese realismo que impregna la narrativa de Lajos Zilahy queda plasmado también en los personajes que se van cruzando en el camino de János Pekri. Y es que se menciona al escritor húngaro como uno de los mejores que ha retratado la sociedad centroeuropea de la primera mitad del siglo XX. Esto que acabo de comentar lo puede comprobar el lector a lo largo del desarrollo de la trama, no solo en lo que se refiere a los que comparten vida con el protagonista en Hungría, sino también con las descripciones que hace del variopinto grupo de personajes que se encuentra en Nueva York, Hollywood y Honolulú. El narrador hace especial hincapié en las diferencias que observa el protagonista entre las costumbres de los estadounidenses y las húngaras, con lo que tendrá que adaptarse a su nuevo modo de vida. A parte del ya mencionado Pulai, -quien me mantuvo intrigado en todo momento, porque por su forma de actuar me decía que era de dudosa reputación- János Pakri se encontrará con todo tipo de personajes en una ciudad en la que se siente totalmente extraño, por lo que su contacto con los residentes en la Gran Manzana guarda relación con los puestos de trabajo que desempeña, hasta que la fortuna empieza a sonreírle, porque tanto el director de cine Hullinger, como Sam Harris, influirán en que su vida laboral dé un gran vuelco. Aunque tampoco me olvido del peculiar Old Ted o de la señora Zoltz, que regenta el pequeño Hungarian Restaurant en Nueva York. Pero entre todos estos personajes será Jennifer Doak en quien más se fijará el protagonista, si bien el lector se preguntará en más de una ocasión cómo retoman esa relación que ya les une en el inicio de la trama, por los diferentes derroteros que toma ambos personajes a lo largo de la novela.

El alma se extingue es una novela en la que Lajos Zilahy refleja lo que significaba para los húngaros marchar a la tierra de promisión que era Estados Unidos en el período de entreguerras, porque en este país buscaban encontrar una vida nueva. El lector se siente identificado con los distintos estados de ánimo que muestra el János Pekri ante la realidad que se le presenta una vez que consigue los primeros empleos en Nueva York. El escritor húngaro plasma con realismo todo lo que sucede a lo largo del desarrollo de la trama, por lo que puede decirse que todos los episodios que relata el protagonista bien pudieron ocurrir en la época en que suceden, así como los personajes que se cruzan con él parecen ser reales, tal y como son pefilados. La trama tiene también el aliciente de que en ella se percibe los efectos de la Ley Seca en Estados Unidos a través de las escenas en las que se hacen referencia a la prohibición la venta y consumo de bebidas alcohólicas.


Biografía:


Lajos Zilahy, hijo de una familia de pequeña nobleza húngara, nació en 1891 en Nagy-Szalonta, localidad transilvana perteneciente al Imperio Austro-húngaro. Estudió Derecho en Budapest, antes de servir en el ejército imperial durante la Primera guerra mundial, donde combatió en el frente ruso, experiencia que le sirvió para escribir una de sus obras más afamadas: Dos cautivos (1926). En los años veinte, a partir del éxito de Primavera mortífera (1922), se centra tanto en su carrera como dramaturgo y novelista (muchas de sus obras fueron adaptadas al cine) como en la de periodista (fue corresponsal en París y Londres). En 1930 se casa con Piroska Bárcy, hija del alcalde de Budapest, y prosigue su carrera literaria. En 1939 funda una productora de cine con la que realizará varias películas basadas en libros suyos. Políticamente opuesto al régimen fascista del Regente Horthy, cuando el país fue ocupado por los nazis en 1944 tuvo que esconderse con su mujer y su hijo Mihály. Al acabar la guerra fue nombrado Presidente de la Sociedad húngaro-soviética de las Artes y las Ciencias, pero sus convicciones democráticas lo forzaron al exilio en 1948 junto a su amigo, el también conocido novelista, Sándor Márai. En Nueva York escribe su gran trilogía sobre las vicisitudes de una familia noble húngara, los Dukay, que abarca siglo y medio, entre 1814 y 1953 (El siglo feliz, Crepúsculo cobrizo y El ángel del odio). Sus obras se difundieron como auténticos best-sellers por todo el mundo durante varias décadas del siglo XX, alcanzando ventas millonarias, por ejemplo en España. Lajos Zilahy murió en 1974 en Novi-Sad (Serbia, que formaba entonces parte de Yugoslavia).
Editorial Funambulista se propone recuperar toda su obra en la Biblioteca-Lajos Zilahy, ofreciéndola en nuevas traducciones y sin las supresiones de la censura franquista.

Nota: Datos técnicos, sinopsis, fotografía y biografía del autor, tomados de la web de la editorial. Imagen de la Avenida Kalakaua, en Honolulú, tomada de la web de Pinterest. Imagen del Museo Americano de Historia Natural, tomada de Wikipedia. 









8 comentarios:

  1. Es un autor que leí mucho en el pasado, lo hace bien y este parece un buen libro. No me creo capaz de volver a él. Buena reseña.
    Besos

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  2. Hola.
    No conocía el libro pero tampoco es que me llame especialmente, así que lo dejo pasar. Gracias por la reseña y !Feliz Navidad!
    Nos leemos.

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  3. Yo leí esta novela hace muchos años. Debía de tener dieciséis o diecisiete pues no aparece en la lista de libros leídos que comencé con veinte años. Era la edición de Círculo de Lectores de mi padre y recuerdo que se titulaba "El alma se apaga". Es cierto que fue un autor muy famoso a mediados del siglo XX, pero luego cayó en el olvido.
    No recuerdo nada de ella. Nada de lo que escribes me suena, pero todo me atrae mucho. Igual vuelvo sobre la novela y sobre el autor.
    Un beso y Feliz Navidad.

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  4. Sus novelas de los Dukay las recuerdo como unas lecturas intensas y cargadas de añoranza, sentimiento, emoción.
    Contándolo así, no puedo resistirme.

    Mil besos y Feliz Navidad 🎄🎉🎁

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  5. Guau Paco... ni idea. No conocía al escritor pero veo que es para tenerlo en cuenta. La temática de la novela es muy dura y de mucho impacto social. Yo he leído otro libro este año sobre la emigración que me dejó muy tocada y me gustó mucho. Bueno, tengo que echar un ojo a las obras de este autor porque no lo conozco. Besos

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  6. Confieso que no conozco nada de la literatura húngara y quizás este autor sea una buena oportunidad de hacerlo. Pero el tema me resulta duro, impactante. Lo anoto de todas formas después de leerte. Abrazos y Feliz Navidad.

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  7. Muy feliz Navidad y excelente Año Nuevo💚😙

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  8. Hola, hace años leí de este autor Las cárceles del alma y recuerdo que me gustó mucho, pero no he leído nada más, me apunto este. Felices Fiestas. Besinos.

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