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jueves, 28 de noviembre de 2019

Las niñas de Cádiz, de David Monthiel.



















Datos técnicos:


Título: Las niñas de Cádiz.
Autor: David Monthiel.
Editorial: El Paseo.
1ª edición: abril/2018.
Encuadernación: rústica con solapas.
Idioma: español.
ISBN: 978.84.94704-8-0.
Nº páginas: 272.


Sinopsis

En medio de un tórrido verano de levante, el detective Rafael Bechiarelli recibe el encargo de buscar a Francis Scarfe, un ilustre ahijado inglés de Cádiz que ha desaparecido sin dejar rastro. Los informadores habituales de Bechiarelli, los conocidos y vecinos de Scarfe: todos apuntan a que se ha esfumado por culpa de una mujer fatal, una suerte de Carmen o de lovely girl of Cadiz, como la llamaba Lord Byron. Pero Bechiarelli, en su búsqueda, solo se encuentra con las verdaderas «niñas de Cádiz» y, tras la pista de Scarfe, se verá obligado a realizar una road movie por la costa gaditana.

Saldrá a la luz entonces la sofocante realidad de toda la fauna veraniega (especuladores, neojipies, permacultoras, sirvientas, señoritos, catedráticos llanitos, inmigrantes y residentes míticos) y de los tópicos del aclamado paraíso turístico. Poco a poco, Bechiarelli va descubriendo que, conforme se acerque a la verdad, va a encontrar el verdadero souvenir envenenado del Cádiz que llaman Cadifornia.


Opinión Personal:


A finales de junio de este año que ya languidece reseñé en este blog, y no dudé en recomendar, la novela Carne de Carnaval, en la que el escritor gaditano David Monthiel daba a conocer al peculiar detective Rafael Bechiarelli. En la reseña comenté que David Monthiel tenía en Bechiarelli un personaje que le va a dar muchas alegrías, y veo que no me equivoqué en ese vaticinio porque con la tercera entrega de la saga que protagoniza este singular personaje, Nuestra Señora de los Remedios, ganó el Premio de Novela Negra L´H Confidencial. Sin duda alguna, todo un gran reclamo para conocer los métodos que utiliza como detective Rafael Bechiarelli, su personalidad y los casos que resuelve siempre dentro de su querido Cádiz.

La segunda novela protagonizada por este detective low cost, aunque también se presenta ante sus potenciales clientes como autónomo, lleva por título Las niñas de Cádiz: un título y una portada sugerentes, que ya atraen la atención del lector, aunque es mejor que no comente nada sobre su origen, porque prefiero que sea él mismo quien lo descubra. El caché de Bechiarelli subió desde que resolvió el caso del aparente suicidio de un talentoso guitarrista miembro de una comparsa carnavalera gaditana. Sin embargo, en esta ocasión requieren sus servicios para realizar labores de investigación ante la preocupación que despierta la desaparición de Francis Scarfe, un ilustre ahijado inglés de Cádiz. El empresario del sector inmobiliario, James O´Reilly es el encargado de contratar a Bechiarelli, y lo hace en representación de Martin Scarfe, hijo del desaparecido gaditano de pro.
(Alameda Apodaca-Cádiz)
Si la trama de Carne de Carnaval giraba en torno a uno de los carnavales más conocidos de nuestro país, en Las niñas de Cádiz la trama se desarrolla en los calurosos y levantiscos meses de julio y agosto, aunque sin olvidarse por completo del carnaval gaditano, porque el lector asistirá al popular Entierro de la Caballa, en el que el autor sitúa uno de los episodios más álgidos de la trama, lo que redoblará el interés por tan popular y lúdico evento, en el que se saca a relucir el personaje de Francis Scarfe, y que incrementa el interés por el desenlace de la novela, sobre todo por el cruce de palabras que tiene el detective con su interlocutor. Pero Bechiarelli recibirá también otro encargo del patilludo escritor Ernesto Flores, el autor de La gran novela del Carnaval de Cádiz, que le pide que investigue sobre el escritor situacionista francés Guy Debord y su paso por Cádiz en la década de los años ochenta del siglo pasado. Si bien este apartado lo dejo como aliciente para que el lector se interese por las investigaciones que realiza el peculiar detective y el desenlace de esta subtrama.

Si en la sinopsis de Carne de Carnaval se presenta a Rafael Bechiarelli como un gaditano buscavidas, en una entrevista que le hacen a David Monthiel en la web El Salto Diario lo define como algo golfo. Sin embargo diría en su descargo que no lo es en el sentido literal de la palabra, sino que el lector descubrirá en el último tramo de la novela la cara más sensible y humana de un detective que tiene una forma muy particular de entender la vida, porque estoy seguro que nadie se espera el giro que se produce en este personaje en esa fase de la novela. Pese a lo que acabo de comentar sobre los procedimientos que utiliza para sus labores como detective, hay que reconocer que en esto de investigar todas las pistas posibles no tiene nada que envidiar a sus colegas, porque el lector comprobará cómo actúa como una verdadera mosca cojonera que resultará molesta sobre todo a quienes sospecha que pueden saber algo que le pueda ayudar a averiguar el paradero del desaparecido hijo adoptivo de Cádiz, y se huele que algo turbio hay en todo lo que le comentan sobre las ideas que tienen para el casco histórico de la ciudad y el nombramiento de tan ilustres personajes. Y es que con el cuento de sonsacarles la información que le puedan facilitar sobre la desaparición de Francis Scarfe, no duda en abordarlos para confirmar y deducir a través de sus conversaciones que no son trigo limpio, y que tales próceres se aprovechan de esta condición para obtener la mayor tajada que puedan en beneficio de sus empresas y del suyo propio a costa de las miserias de los demás, como lo podrá comprobar el lector en varios episodios de la novela.
(Baluarte de la Candelaria-Cádiz)
Mientras se sucedían los capítulos, me decía que Las niñas de Cádiz es una novela negra de corte clásico, en la que el lector se encuentra con la que se podría definir con una primera parte más detectivesca, en la que Bechiarelli recaba información sobre quién era realmente Francis Scarfe, tanto en lo que se refiere a su situación financiera como su relación amorosa con una mujer fatal. Estas investigaciones darán lugar a todo tipo de suposiciones en torno a la personalidad de quien se había enamorado perdidamente, por lo que el detective investiga sobre los amoríos del hijo adoptivo de Cádiz en la playa de la Caleta. La segunda parte tiene rasgos más propios de novela negra, sobre todo por lo que va descubriendo Rafael Bechiarelli sobre los asuntos turbios que ya mencioné en esta reseña, y cómo las clases sociales menos favorecidas son las que sufren las consecuencias de quienes medran a su costa. En este sentido, destacaría también la conversación que mantienen Bechiarelli y el policía apodado el Cageta en torno al problema de la inseguridad y la mendicidad en el centro de Cádiz. Ese aire clásico que comento viene refrendado, además, porque el lector no tardará en comparar a Bechiarelli y su ayudante Juanelo con Holmes y Watson, en versión castiza -o indígena, como define el detective a los gaditanos-.Y es que la suya es una relación que levantará cuando menos una sonrisa por el compadreo que hay entre ambos, los piques que se gastan y los diálogos chispeantes que mantienen mientras siguen la pista en el coche de Juanelo al desaparecido hijo adoptivo de Cádiz en su viaje al extranjero, eufemismo que utilizan cuando tienen que salir de su ciudad, porque sus pesquisas les llevarán por Puerto Real, Roche, Conil, Vejer y sus playas, Sotogrande o Gibraltar.
(Dunas Cortadura-Cádiz)
Las niñas de Cádiz es una novela bien escrita, con un estilo directo y un ritmo que para mi fue más bien pausado. En este sentido, quizás influyó el hecho de que en los diálogos entre los personajes el autor emplee términos coloquiales gaditanos, al igual que el gracejo con el que se expresan, y que hacen las conversaciones más amenas y chispeantes, en donde no faltan los típicos tópicos, las alusiones a la historia de Cádiz y a los mitos y personajes ilustres que vivieron o pasaron algún tiempo en la Tacita de Plata. Esto que acabo de comentar sobre los diálogos no impide seguir el hilo de las conversaciones que mantienen los personajes, aunque si sentí la curiosidad por conocer alguna que otra expresión que utilizan; sin embargo, no vendría mal, sobre todo para los que somos extranjeros, alguna nota a pie de página relativa a su traducción. A lo largo de los 42 capítulos titulados en los que se estructura la novela, agrupados en cinco partes también tituladas, el narrador omnisciente presenta a unos personajes que parecen cobrar vida propia y que, al igual que en Carne de Carnaval, conoceremos a casi todos ellos por sus apodos, algunos de los cuales ya acompañaron a Bechiarelli en la primera entrega que protagoniza este peculiar detective, aunque el narrador dará cumplida información al lector de quiénes son y la relación que mantienen con el detective. En detective que está muy al quite de todo lo que se cuece en los mentideros de la ciudad, porque tiene muy claro que de ellos puede sacar pistas que le lleven a descubrir el paradero del desaparecido Francis Scarfe. Un detective que se llevará también alguna sorpresa en el transcurso de sus investigaciones, lo que le hará reflexionar sobre si está siguiendo el camino correcto para cumplir el encargo que le hicieron. Pese a lo que acabo de comentar sobre las particularidades que se dan en algunos diálogos, Las niñas de Cádiz es una novela negra autoconclusiva, muy costumbrista y con alusiones literarias implícitas y explícitas, en la el lector tiene el entretenimiento asegurado, y le sirve también como guía para conocer un poco más la ciudad que es conocida como la cuna de la libertad.

Biografía:

David Monthiel (1976) ha publicado el libro de relatos Yuri Gagarin que estás en los cielos (2011) y los poemarios Apuntes para una teoría del valor (2014), Libro de la servidumbre (2011), Apuntes de la servidumbre (2009), Las cenizas de Salvochea (2008), Aforos completos y otros mínimos aforismos (2007), Renta básica de olvido (2004). Mantiene un blog y colaboraciones impresas y digitales. Carne de carnaval, su primera novela, fue publicada por El Paseo en 2017.

Notas: Datos técnicos, sinopsis y biografía del autor, tomados de la web de la editorial El Paseo. Imagen de la Alameda Apodaca, tomada de la web Turismo Cádiz. Imagen del Baluarte de la Candelaria, tomada de la web de la Cadena SER. Imagen dunas Cortadura, web Guadalinex. Fotografía de David Monthiel tomada de la web del diario La Voz del Sur. 







9 comentarios:

  1. A pesar de tu recomendación lo voy a dejar pasar al menos de momento que estoy muy liada. Lo de expresiones e historias locales me para un poco.
    Besos

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  2. Este lo dejo pasar, no me llama lo suficiente y me da pereza meterme con otra serie. Besos.

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  3. Jejeje lo de detective low cost me ha hecho un montón de gracia. Oye, pues no tiene mala pinta. No recordaba la novela anterior y creo que estas me pueden gustar. Los términos gaditanos tienen todo el arte pero comprendo que no sean fáciles de entender para todos. Besos

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  4. Uuuuh, me encanta!! Y lo sabes!! 😂 Así que no me ando con rodeos ¡Me la pido! 🤗

    Mil besos carinyet 💋💋💋

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  5. Me gusta lo que cuentas, aunque tengo tantas series empezadas que no sé... De todas formas empezaría por la anterior, que me gusta leerlas en orden. Besinos.

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  6. Me resulta atractivo el libro. La ambientación en Cádiz que es una provincia que me encanta, añade aliciente... pero me veo incapaz de meterme en una serie más. Ya sé que se pueden leer independientes, pero soy muy maniática con ese tema y si sé que hay más por delante, no me encuentro cómoda leyendo los del medio (otra cosa es que no lo sepa, como me ha sucedido alguna vez)
    Tomo nota, no obstante para cuando vaya terminando alguna de las series policíacas que tengo entre manos.
    Un beso.

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  7. He leído la tercera novela y, lamentablemente, no me ha convencido. Así que dejo pasar esta y la anterior
    Besos

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  8. Esta vez no me animo con él, no me veo y ahora mismo sólo quiero sumar lo que me llame especialmente la atención
    Besos

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  9. Pues habrá que seguirle la pista a Bechiarelli, me encanta que suceda en Cádiz, ciudad que últimamente está muy de moda para las novelas detectivescas. Un abrazo

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