Título:
Mi pecado.
Autor:
Javier Moro.
Editorial:
Espasa (Grupo Planeta).
1ª
edición: 5/04/2018.
Encuadernación:
Tapa dura con sobrecubierta.
Idioma:
Español.
ISBN:
978-84-670-5171-1.
Nº
pág.: 384.
Sinopsis:
Javier
Moro recrea en Mi
pecado
una
historia que sucedió realmente. Su protagonista es la actriz
española Conchita Montenegro quien, en 1930 con apenas 19 años,
desembarcó en Hollywood.
Gracias a su belleza, inteligencia, personalidad y tesón, la joven promesa se hizo un hueco entre las principales estrellas del momento. Su extraordinaria mirada cautivó a Leslie Howard, uno de los actores más célebres de la época, un hombre casado que le doblaba la edad. Los amantes vivieron su idilio entre fiestas de ensueño y estrenos triunfales, paseos a caballo y vuelos en avioneta por la costa de California, entre la pasión y el engaño.
Gracias a su belleza, inteligencia, personalidad y tesón, la joven promesa se hizo un hueco entre las principales estrellas del momento. Su extraordinaria mirada cautivó a Leslie Howard, uno de los actores más célebres de la época, un hombre casado que le doblaba la edad. Los amantes vivieron su idilio entre fiestas de ensueño y estrenos triunfales, paseos a caballo y vuelos en avioneta por la costa de California, entre la pasión y el engaño.
Trece años más tarde, su historia de amor tuvo un desenlace inesperado cuando los dos se reencontraron en Madrid y, sin saberlo, influyeron en el curso de la Segunda Guerra Mundial.
Opinión Personal:
Hoy
comparto mis impresiones sobre la novela con la que Javier Moro ganó
el Premio Primavera de Novela 2018: Mi
pecado.
Estoy seguro que la mayoría de los lectores se preguntarían al
igual que yo quién era la actriz que se menciona en la sinopsis. En
esa sinopsis se nos adelanta que, sin ella saberlo, Conchita
Montenegro desempeñaría un papel que influiría en el curso de la
Segunda Guerra Mundial, en colaboración con el actor inglés Leslie
Howard, conocido por los cinéfilos por el papel en el que encarnaba
a Ashley Wilkes en la mítica película Lo
que el viento se llevó.
Y es que, pese a que la protagonista de esta novela consiguió
hacerse un hueco entre el universo de estrellas que brillaban en
Hollywood, con el paso del tiempo su nombre se perdió en el injusto
olvido de nuestra memoria histórica más reciente. Javier Moro lo
refleja en el epílogo de esta novela a través de las palabras que
escribió el admirador de la actriz Guillermo Cabrera Infante:
«Conchita
Montenegro fascinó a todos un momento y después desapareció.
Inútil buscarla en los libros y en las enciclopedias de cine: ni
siquiera la mencionan. Solo nos queda su imagen fugaz, su belleza
perenne y su encanto mórbido e inquietante»(pág.
366). Tras su lectura, entiendo que Mi
pecado
es un merecido homenaje a una actriz que llegó a ocupar un lugar
destacado en el mundo del celuloide, en una época en la que en el
séptimo arte se producían grandes cambios, sobre todo con la
llegada del cine sonoro.
(Leslie Howard y Conchita Montenegro)
Javier Moro
construye la trama de esta novela con una estructura atractiva,
utilizando dos líneas temporales en las que presenta a la
protagonista en dos etapas de su vida: En la primera de ellas nos
sitúa en los años 1940 y 1943, de marcado trasfondo histórico, con
la Segunda Guerra Mundial como telón de fondo y la presencia en la
capital de España de espías de los dos bandos beligerantes, que
tenían el salón de té Embassy como en centro en el que se
fraguaban muchas de sus operaciones. En esta línea temporal, también
atraerá la atención del lector la relación de Conchita Montenegro
con el diplomático Ricardo Giménez-Arnau, aunque el narrador nos
ofrecerá también escenas relacionadas con los rodajes de la actriz
en la capital de España en donde, pese al conflicto bélico mundial,
protagonizaba tres o cuatro películas al año. La segunda línea
temporal nos sitúa trece años antes, comenzando con la llegada de
la actriz española a Hollywood, y con el mundo del cine como eje de
la misma, en el que poco a poco su nombre será conocido en la meca
del séptimo arte. Pese a que da la impresión de que Hollywood es
una burbuja en la que los actores se protegen frente a los hechos
históricos que se vivían a su alrededor, el narrador nos mostrará
cómo finalmente los efectos de la Gran Depresión llegan a los
platós de los estudios cinematográficos.
Mi pecado
es también la historia del romance entre Conchita Montenegro y
Leslie Howard, que se fraguaría en Hollywood desde el momento en el
que ambos actores coinciden en el rodaje de una película. La
atracción se va forjando entre ambos personajes, y el lector es
testigo de un relación pasional, en el que no faltan escenas
sensuales, incluso en pleno rodaje de las películas en las que
comparten protagonismo. Estamos ante un romance atractivo entre dos
personajes caracterizados por una personalidad muy marcada, que la
demostrarán tanto en la relación entre ambos como con su entorno.
En más de una ocasión me pregunté si el actor inglés estaría
dispuesto a divorciarse de su esposa para compartir su vida con
Conchita Montenegro, porque la actriz española estaba muy enamorada
de su amante. La protagonista aprovecharía su estancia en Hollywood
para hacer actividades que serían impensables en España, como
pasear a caballo o volar en avioneta por la costa de California.
Javier Moro perfila dos personajes muy carísmáticos, que parecen
cobrar vida propia, al igual que el resto de los que conforman el
elenco de esta novela, aunque no presentados con tanta profundidad
como ellos, pese a que algunos de los actores con los que se
relacionaban disfrutaban del éxito en su carrera.
(Henry´s-Hollywood Boulevard)
Javier Moro muestra
a lo largo de los capítulos la relación que Conchita Montenegro
mantenía con otros actores de la época. Seguro que algunos de ellos
son muy conocidos por los lectores, sobre todo si son fieles
seguidores del cine clásico, o cuando menos les gustará conocer
episodios de la vida de las estrellas de la época dorada del cine. Y
así es cómo la actriz española se codeará con Greta Garbo, Clark Gable- de quien el lector conocerá una anécdota que guarda relación con la actriz española-, Buster
Keaton, Charles Chaplin, Stan Laurel y su inseparable Oliver Hardy, o
será testigo de los comienzos de Rita Hayworth, sin olvidarme de la
presencia de un joven John Huston, que protagonizará un episodio que
con el paso de los capítulos influye en la vida sentimental de
Conchita Montenegro. Compartirá estudios de rodaje con actores
españoles, aunque de los que se mencionan en la novela solo
reconocía la figura de Edgar Neville, a parte del papel que
desempeña Jardiel Poncela, de quien el lector tendrá constancia de
algunas de sus frases más ocurrentes. Este grupo de actores
españoles tendrá su lugar de encuentro en el restaurante del
Hollywood Boulevard, el Henry´s. Aunque su presencia en los estudios
de cine californianos estaría ligada al rodaje de las películas en
varios idiomas, hasta el momento en el que el doblaje es una
realidad. Su relación y presencia en Hollywood se verá interrumpida
por los episodios que se producen en España tras la proclamación de
la Segunda República y, sobre todo, por el estallido de la Guerra
Civil Española, que incluso segaría la vida de alguno de ellos. Sin
duda alguna, la ambientación es uno de los ingredientes más fuertes
de esta novela, pues el lector se siente transportado realmente a la
época en la que tienen lugar los episodios que se relatan, y se
interesa por todo lo que sucede en Hollywood, imantado por las
anécdotas que ofrece el narrador sobre la vida de los actores y las
películas que se rodaban aquellos años. Javier Moro describe con
detalle, aunque sin apabullar al lector, el ritmo de vida que llevaban los actores más conocidos
durante los años que Conchita Montenegro estuvo en Hollywood,
rodeados de lujos y participando en continuas fiestas, algunas de
ellas organizadas a lo grande, y que nada tenía que ver con el mundo
que los rodeaba más allá de los escenarios.
Mi pecado
es una novela que tiene un ritmo fluido, y en mi caso diría que va
de menos a más, porque tenía interés sobre todo en saber el
desenlace que me esperaba tras el regreso de Conchita Montenegro a
Madrid. Esta intuición se confirmó desde el momento en el que
Lesliel Howard aterriza en suelo español y se produce el reencuentro
entre ambos personajes. En esta fase de la novela, las escenas que se
suceden alcanzan tintes de thriller, por la misión que tenía
encomendada el actor inglés. A ese ritmo narrativo hay que añadirle
la estructura de la novela, conformada por 77 capítulos cortos,más
un epílogo, en los que prácticamente nos encontramos con episodios
que atraen nuestra atención en cada uno de ellos. A parte del
interés por el romance que mantienen Conchita Montenegro y Leslie
Howard, el lector tiene otro atractivo en las historias cruzadas de
los personajes que se mezclan en el devenir de su relación. El
estilo narrativo de Javier Moro me resultó ameno, por
lo que me sentí cómodo durante la lectura de esta novela, en el que
destacaría unos diálogos muy dinámicos, en los que intercala el
inglés para darle una mayor dosis de realismo en la relación entre
los personajes. Sin duda alguna, recomiendo su lectura, sobre todo
porque a través el narrador omnisciente el lector sentirá más
cercanos a los actores que en esa época eran ya unas estrellas del
firmamento del celuloide.
Biografía:
Javier
Moro es
uno de los autores más querido por los lectores y valorado por la
crítica del panorama literario en español. Periodista y escritor,
también ha trabajado en el mundo del cine como guionista y
productor; en esta faceta, vivió cinco años en Hollywood. Entre sus
libros, destacan Senderos
de libertad
(1992),
El
pie de Jaipur
(1995),
Las
montañas de Buda
(1998),
Era
medianoche en Bhopal
(2001),
en colaboración con Dominique Lapierre, Pasión
india
(2005),
El
sari rojo
(2008),
El
imperio eres tú (Premio Planeta 2011) y A flor de piel (2015).
Nota: Datos técnicos, sinopsis, biografía y fotografía del autor, tomados de la web del Grupo Planeta. Fotograma de Leslie Howard y Conchita Montenegro tomado de la web del diario Sur. Imagen de Henry´s tomada de la web Hollywood Photographs.