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jueves, 30 de noviembre de 2017

La huella de una carta, de Rosario Raro























Datos técnicos:

Título: La huella de una carta
Autora: Rosario Raro
Editorial: Planeta
1ª edición: mayo de 2017
Encuadernación: tapa dura con sobrecubierta
Idioma: Español
ISBN: 9788408171102
Nº pág.: 544



Sinopsis:



La apacible vida de Nuria con su marido, un comercial al que no ve lo que quisiera, se altera cuando ella lee en la prensa un enigmático anuncio que le despierta su sueño de dedicarse a la escritura. Sin saber a ciencia cierta de qué se trata, acepta convertirse en la escritora anónima de las respuestas a las cartas que el consultorio radiofónico de Elena Francis recibe. Su labor parece sencilla: encargarse de responder las cartas que no da tiempo a radiar. Pero todo cambia cuando una oyente desesperada le habla de unos niños nacidos con terribles malformaciones. Nuria decide investigar su origen y destapa una trama internacional de corrupción que pondrá en jaque su vida y cambiará su destino para siempre.



Opinión Personal:




Me quedó un grato recuerdo de la ópera prima de Rosario Raro, Volver a Canfranc (reseña); de hecho, fue mi mejor lectura de 2015. Cuando vi que el pasado mes de mayo Planeta publicaba su nueva novela, La huella de una carta, no dudé en afrontar su lectura. Aunque he de reconocer también que no las tenía todas conmigo cuando comencé a leerla, sobre todo porque la portada no me decía nada, y la sinopsis solo me indicaba que la protagonista se iba a encontrar con alguna sorpresa a medida que se desarrollase la trama, desde el momento en el que recibe una carta de una oyente desesperada, que le habla de unos niños nacidos con terribles malformaciones. Pero, una vez concluida la lectura, tengo muy claro que estamos ante una autora que poco a poco se está ganando un hueco en el panorama literario nacional, e incluso diría que en el internacional, porque esta nueva publicación suya ratifica la sensación que provocó en mí el título anterior. Pese a que el listón lo puso muy alto con Volver a Canfranc, con La huella de una carta Rosario Raro ratifica que estamos ante una magnífica escritora, que espero nos dé muchas alegrías literarias a quienes disfrutamos con su narrativa.
(Casa Muley-Afid, Barcelona)
En La huella de una carta, me sorprendió el cambio de registro de la autora, porque entiendo que podemos catalogar esta novela en el género que se conoce como domestic noir. Serán Nuria Somport, de quien ya la sinopsis nos da unas pinceladas sobre ella, y Boro Navascués, ingeniero químico que trabajaba en la empresa de cosméticos que patrocinaba el programa de Elena Francis quienes se involucren de pleno en las investigaciones que realizan para lograr que desde las altas esferas del Gobierno se pare la comercialización en España del fármaco que causaba esas terribles malformaciones, aun sabiendo el riesgo que podían correr sus vidas, como lo comprobará el lector en más de una ocasión. El lector también comprobará cómo a medida que estos dos personajes surge entre ellos una relación que con el paso de los capítulos será mucho más que afectiva, dando lugar a un romance que se irá fraguando a fuego lento, porque la vida apacible que lleva con su marido, un comercial al que no ve lo que quisiera, hace que sienta un vacío que ve cómo se va llenando poco a poco con la presencia en su vida de Boro Navascués. En este sentido, el lector se encontrará con otra subtrama que lo mantendrá pendiente de todo lo que ocurre entre Nuria y Máximo Zafara, su marido.

Y es que el lector tiene en sus manos una novela de denuncia social ante el abandono que sufren en nuestro país los afectados por la talidomida, un medicamento que a finales de los años cincuenta y principios de los sesenta se recetó en España a las embarazadas para evitar las náuseas, y produjo deformaciones muy graves en los bebés. En la novela se utilizará el telamón como el causante de que los niños nazcan desmembrados. Incluso diría que también estamos ante una novela testimonio, porque a través de los casos que en ella se reflejan, el lector será testigo de escenas impactantes, duras y sobrecogedoras, en las que presenciará, bien a través de las fotografías que les proporcionan al principio de su investigación, o bien a través de las visitas que hacen estos dos personajes a las barriadas y asilos en los que hay niños con estas malformaciones.

Pese a lo que acabo de comentar sobre la catalogación de la novela que hoy reseño, el trasfondo histórico estará muy presente a lo largo de los capítulos. Por un lado tenemos el carácter costumbrista que nos ofrece el narrador omnisciente, no solo porque nos lo muestra a través del día a día de los personajes, sino también por toda la información que el lector irá recibiendo a través de las cartas que se emiten en el consulturio sentimental de Elena Francis, en donde Nuria era una de quienes respondía a las cartas que se recibían, y a través de algunas de ellas conocerá «la trastienda de una sociedad de vitrina, en las que primaban las apariencias, sólo se exhibían los brillos, el orden...El programa de radio su contenido con el mismo criterio ». Rosario Raro nos ofrece, a través de esas cartas, y de los personajes femeninos de la novela, una crítica social al mundo que les tocó vivir a las mujeres durante el franquismo. Pero también se sorprenderá, a medida que nos acercamos al desenlace, y sobre todo, a través de la información que recibe por uno de los personajes, el doctor Varick Keslsler, del origen que hay detrás de la industria que elabora y comercializa ese fármaco.

Al igual que en Volver a Canfranc, el lector disfrutará de una magnífica ambientación y de unos personajes construidos con mucha fuerza, a los que iremos conociendo en pequeñas dosis a lo largo de los capítulos. Sin duda alguna, tanto la ambientación como los personajes son una clara seña de identidad de la autora. En lo que a la ambientación se refiere, el lector se sentirá en todo momento transportado a la época en la que se desarrolla la trama, a la Barcelona del año 1962, en donde reconoceremos localizaciones ya mencionadas en otras novelas ambientadas en la ciudad condal; pero también descubriremos rincones que me imagino serán desconocidos para muchos lectores, porque los lugares por los que se mueven los personajes están muy en consonancia con la trama principal de la novela. En este sentido impactarán, sobre todo, las escenas que tienen lugar en las barriadas de Magoria y Somorrostro. Aunque, pese a lo que acabo de comentar sobre la ambientación, me dio la impresión de que la autora procuraba que siempre estuviera por encima de ella el papel que desempeñaba cada uno de los personajes en la trama. Está claro de que Rosario Raro realiza un minucioso trabajo, tanto en lo que se refiere a la documentación como a la construcción de los personajes, para que el lector tenga esa sensación que acabo de comentar. Pero también el lector se trasladará a Düsseldorf y a Buenos Aires, en donde nos encontraremos con el personaje de Frida Lorensen, que protagonizará una de las subtramas de la novela, y sorprenderá al lector en más de una ocasión porque su aparición en escena será fundamental para descubrir quiénes estaban detrás de la comercialización de este fármaco.
(Barracas de Magoria-Barcelona)
La huella de una carta es una novela que va de menos a más, a medida que la investigación se hace más compleja porque los dos personajes se tendrán que enfrentar a los obstáculos de quienes ven que sus intereses están en riesgo. Esto provocará que el lector se pregunte que va a pasar en los siguientes capítulos, y se sentirá absorbido por esa espiral de incidentes que tienen lugar a lo largo de los capítulos. No es que estén ocurriendo a cada momento. No. Pero la autora sabe cuando debe incrementar la tensión narrativa para que el lector se sienta atraído por lo que les sucede a los personajes que se ven implicados en una causa a la que pretenden ponerle fin más temprano que tarde, para que se retire del mercado el medicamento que está provocando esas malformaciones y que, sobre todo, serán las familias menos favorecidas las más afectadas por sus efectos, al aceptar las prescripciones que les ofrecen sus médicos para mitigar esas náuseas que sufren las embarazadas en los primeros meses de gestación. Nos sentiremos impotentes ante la codicia de la industria farmacéutica, y ante quienes aportan los excipientes para los fármacos, porque comprobaremos cómo solo se preocupaban por medrar sus ingresos y acallar las voces de quienes aseguraban que estaban lanzando al mercado un producto que afectaba a la salud pública, utilizando los medios que fuesen necesarios para que sus impedirlo, como lo podrá comprobar el lector a medida que se redoblan los esfuerzos para frenar la comercialización de ese fármaco en nuestro país.

La huella de una carta es una novela en la que muchos de los episodios que se suceden a lo largo de los capítulos ocurrieron realmente, como lo aclara la autora en alguna de las entrevistas que le hicieron sobre su nueva publicación. Incluso, al igual que en Volver a Canfranc, algunos de los personajes que desfilan ante nosotros, están basados en quienes tuvieron alguna relación bien con el consultorio de Elena Francis, o bien con las investigaciones realizadas en torno a la talidomida.

Rosario Raro ofrece al lector una novela con una trama muy consistente, al igual que en Volver a Canfranc, escrita con un estilo directo y un lenguaje depurado, con unos personajes muy cercanos al lector, y de mucho calado, que viven una historia muy intensa porque ponen todo de su parte para evitar que los oscuros intereses de unos dejen de afectar a la salud de sus semejantes.


Biografía:



Rosario Raro (Segorbe, Castellón, 1971) es profesora de Escritura Creativa en la Universitat Jaume I, doctora en Filología Hispánica con una tesis sobre las estrategias de escritura en internet y posgraduada en Comunicación Empresarial y Pedagogía. Desde hace más de veinte años imparte cursos y talleres literarios para numerosas instituciones. Su obra ha sido traducida al catalán, al japonés y al francés y reconocida con numerosos premios literarios, tanto nacionales como internacionales. Vivió durante una década en Lima, Perú. De su novela Volver a Canfranc (Planeta, 2015), [en su versión francesa Dernier train pour Canfranc (Editions Kero, 2017)], se han publicado hasta el momento siete ediciones, ha sido finalista de los premios de la crítica valenciana y la productora Diagonal TV ha adquirido los derechos audiovisuales de la misma para su adaptación a la pantalla. www.rosarioraro.net twitter.com/rosarioraro www.facebook.com/RosarioRaro.

Nota: Datos técnicos, sinopsis y biografía de la autora,  tomados de la web de Planetadelibros. Imágenes que acompañan al cuerpo de la reseña, y fotografía de Rosario Raro, de google imágenes (esta última es de la web de la asociación Avite).







miércoles, 29 de noviembre de 2017

Diciembre: mes de la novela clásica















Ya tenemos aquí la propuesta de participación en el último mes temático de este año que, como ya es habitual, convoca Laky, la administradora del blog Libros que hay que leer, para sobrellevar mejor nuestra participación en el Reto Genérico, que ya es un clásico entre los retos literarios que se convocan en la blogosfera. 

El reto consiste en leer y reseñar, a lo largo del mes de diciembre, libros que hayan sido publicados por primera vez antes de 1950, y que ya se pueden considerar como clásicos. Las bases son las que se piden para poder participar en cualquiera de  los meses temáticos que se convocan a lo largo del año, y se pueden leer en este enlace

En esta ocasión, no tengo decidido el título con el que participar, aunque hay dos o tres que me están diciendo que ya les toca. 

martes, 28 de noviembre de 2017

En el corazón de París, de Virginia Gil Rodríguez






















Título: En el corazón de París
Autora: Virginia Gil Rodríguez
Editorial:  Autoeditado Amazon (enlace)
Idioma: Español
Primera edición: julio/2017
Encuadernación: tapa blanda
ASIN:  B075RB1DL1
Nº Páginas: 176
Precio Ebook: 0,99€ 
Tapa blanda: 10,87€ 

Sinopsis:



Si May y su pequeño mundo, de En la Calle Mayor, llegaron a emocionarte, te alegrará emprender a su lado un viaje por el corazón de París, desde Notre-Dame a la Isla San Luis. Reaparecerán algunos de los personajes que despertaron sonrisas en esa pequeña calle de una ciudad amurallada, y descubrirás a muchos otros que avivarán nuevos sentimientos en la capital de la luz.
¿Tienen las palabras un poder oculto? ¿Qué secretos encierra París para May? ¿Podrá reencontrarse con su padre? ¿Y ese gato tan misterioso que surge de la nada y se deja ver a lo largo de toda la historia?
May te invita a vivir una nueva aventura en la que tú también puedes ser protagonista.
Una historia que te incita a adéntrate por las calles de una de las ciudades con más encanto del mundo: París.

Oponión Personal:

Se agradece que haya autores que nos ofrezcan novelas que aporten un aire fresco al mundo literario y, al mismo tiempo, que disfrutemos con ellas de una lectura placentera que  nos ayude a quitar de encima esa sensación que nos queda tras abordar lecturas de mayor calado y, sobre todo, que nos sirvan para aislarnos por un  momento de los problemas que nos rodean. El año pasado, Virginia Gil Rodríguez ya consiguió en mí esa sensación que acabo de comentar con su ópera prima En la Calle Mayor (reseña), y lo ha vuelto a hacer este año con su nueva novela en la que volvemos a encontrarnos con May como protagonista, En el corazón de París. Aunque se puede leer perfectamente de forma independiente, porque en algunos momentos de la narración se  nos refrescan hechos puntuales vividos por los  personajes que acompañan a la protagonista en su viaje a París, y que ya habían convivido con ella en esa pequeña calle de una ciudad amurallada.
 (Residencia internacional La Vigie-París)
Si en la novela anterior el lector se encontraba con el aliciente metaliterario, muy ligado a la magia y la fantasía que acompañaban a los personajes, en esta ocasión son las palabras las que cobran protagonismo. A través de todo lo que ocurre a lo largo de los capítulos, comprobaremos el poder de las palabras, que nos conducen tanto a hacer el bien como el mal, que se  reflejará a través del variopinto grupo de personajes que desfilarán ante nosotros a lo largo de los 34 capítulos titulados en los que se estructura la novela. Porque, el lector, se encontrará con capítulos en los que hay verdaderos enfrentamientos dialécticos entre quienes creen poseer todo el poder sobre las palabra y quienes sospechan de quienes se esconden tras de siglas rimbombantes de los organismos lingüísticos. Aunque el lector se encontrará también  con un acrónimo, el S. D. F., al que pertenece Guy, un personaje que no resultará indiferente.

May viaja a París a recoger un premio que ganó en un concurso de palabrasLe acompañarán su hermano Leo, la señorita Ona, y el doctor Yuk, que tiene que asistir a un congreso en la capital parisina. La aventura estará muy presente a lo largo de la novela, pero también la intriga y los secretos serán nuevos ingredientes que despertarán el interés tanto en la protagonista como en el lector, porque nos llevaremos alguna que otra sorpresa con algunos de los personajes que ya conocíamos ya que, en más de una ocasión, nos preguntaremos por qué reaccionarán de la forma en que lo hacen. También nos encontraremos con algún giro que provocará el que uno de los personajes vea París de una forma diferente porque no le gustaba cómo eran los parisinos.

Si bien es May quien tiene mayor protagonismo a lo largo de la novela, le acompañarán una serie secundarios que están perfectamente construídos por la autora, en consonancia con los rasgos que definen a ese universo en el que se mueven y en el que todo es posible, gracias a la magia y fantasía que los acompañan, y que permiten que presenciemos en ocasiones situaciones rocambolescas y disparatadas, lo que provocarán en el lector alguna sonrisa. Pero, además, el lector se encontrará con un personaje muy especial, como es París, porque el narrador omnisciente nos llevará por los lugares más emblemáticos de la ciudad de la luz, y por otros que seguro que no lo son tanto, porque siempre descubriremos rincones desconocidos y personajes que nos sorprenderán por el significado que tienen para la capital francesa, caso del Barón Eugenio Haussman, o el apego que le tienen los parisinos a los bouquinistes. ¿Y qué relación tiene este barón con París? Pues le recomiendo al lector que lea esta novela corta, porque se sorprenderá cómo le servirá de guía para moverse por la capital francesa.
 (Rue Mouffetard-París)
En el corazón de París es una novela escrita con un lenguaje sencillo, pero muy cuidado, de fácil lectura, en el que Virginia Gil, al igual que en el título anterior, vuelve a hacer juegos malabares con las palabras.. Junto a ese narrador omnisciente, que en esta ocasión relata los episodios en tercera persona y en presente, nos encontramos con relatos epistolares intercalados de May, en  los que se dirige a su padre, porque tiene la esperanza de encontrarse con él en París. Fíjese el lector en los nombres de los cargos de esos organismos que guardan relación con el que le concedió el premio a May, o los de la gran mayoría de personajes, tanto de los ya conocidos como de los que se incorporan al entorno de May ciudad. Pero, además, la autora consigue que el lector imagine que realmente está en París, y dialogue con algunos de los personajes en el idioma de Jules Renard, al igual que en la novela, con la ventaja de que la magia hará que se disfrute de traducción simultánea menciono a Jules Renard porque me atrajo la comparación con la que la autora finaliza esta novela: “entre París y paraíso solo hay dos letras de diferencia”. Creo con  este cierre la autora muestra su pasión por París.

Quienes deseen leer una buena novela feelgood, con tintes de realismo mágico y fantasía, esta que hoy reseño  cumple los requisitos necesario para entretenerles. 


Biografía:  



Probablemente nací llena de palabras. He tardado casi 40 años en mostrarlas. Escribo desde que tengo uso de razón pero creo que fueron unos pequeños ángeles los que irrumpieron en mi vida para trastocarla por completo y darle un verdadero sentido. En proceso de cambio continuo, pero con las palabras y la ilusión como compañeras. En la Calle Mayor es mi primer libro juvenil de fantasía. Si quieres estar al tanto de lo que voy escribiendo, puedes hacerlo en www.virginiagilrodríguez.com. Si además eres mamá tal vez te interese mi blog sobre temas de desarrollo personal y espiritual, www.mamaespiritualcreativa.com




Nota: Datos técnicos y sinopsis tomadas de Amazon. Biografía de la autora, tomados de la web de Babelio. Imágenes que acompañan al  cuerpo de la reseña, de google imágenes.

lunes, 27 de noviembre de 2017

Ganador sorteo Eres la luz de mis ojos, de María José Rivera

















Doy a conocer el nombre del ganador del sorteo de un ejemplar en papel de la novela de María José Rivera, Eres la luz de mis ojos. Ya adelanté en las bases del sorteo que, si eran cinco o menos los participantes, el sorteo se resolvería a través de la página de Sortea2.

Relación de participantes:

Carmen CG

Angela León

Margari

Inquilinas Netherfield


Ganadora:



  • Angela León



Tienes 48 horas de plazo para remitirme tus datos postales a mi correo electrónico franciscoj.portela@telefonica.net. De no remitir los datos solicitados en plazo, se procedería a realizar un nuevo sorteo siguiendo el mismo procedimiento. Seré yo quien remita el ejemplar al ganador del sorteo. No me responsabilizo del retraso, deterioro o pérdida del ejemplar de la novela.




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miércoles, 22 de noviembre de 2017

El latido del tiempo, de Cari Ariño






















Datos técnicos:


Título original: El batec del temps
Título: El latido del tiempo
Autora: Cari Ariño
Traductora: Rosa Alapont
Editorial: Ediciones B (Grupo Pengüin Random House)
1ª edición: enero/2015
Encuadernación: tapa dura con sobrecubierta
Idioma: Español
ISBN: 9788466655927
Nº pág.: 463



Sinopsis:


La fascinante historia de una estirpe de mujeres desde 1920 hasta 1995. El descubrimiento de una nueva voz que desborda talento y calidad literaria. El latido del tiempo es un adictivo relato sobre la lucha de tres heroínas –abuela, hija y nieta– que sobreviven a los prejuicios y avatares de su época. A través de sus páginas, conoceremos de primera mano los pequeños y grandes cambios del siglo XX, desde la dictadura de Primo de Rivera hasta las puertas del actual milenio, que inciden en el corazón y vida de sus entrañables y emotivos personajes.



Opinión Personal:



Poco a poco me voy aficionando a las novelas en las que las sagas familiares son las grandes protagonistas. Son historias atractivas, porque a través de ellas somos testigos de la evolución de las distintas generaciones que las conforman y, al mismo tiempo, de la historia del país en el que sentaron sus raíces, o en el que los acogió tras abandonar la tierra de sus antepasados por diferentes causas. Por eso hoy doy a conocer mis impresiones sobre la novela de Cari Ariño, El latido del tiempo, editada por Ediciones B y que, por las reseñas y comentarios que leí sobre ella, tiene una gran aceptación por los lectores.

En El latido del tiempo, el lector se encontrará con una novela que abarca 75 años de la historia reciente de nuestro país, desde la dictadura de Primo de Rivera hasta finales del siglo XX, en la que los hechos que acontecen influirán sobre la vida de los personajes que nos encontraremos a través de sus páginas. Estos hechos históricos se mencionarán puntualmente, para que el lector tenga constancia de que lo que sucede en cada uno de los capítulos de la novela se ve muy influenciado por éstos. Porque lo que predominará en ella serán los rasgos costumbristas de la época, resaltando en casi toda la novela el ambiente rural, porque buena parte de la trama tendrá lugar entre Llonera, un pueblo de las tierras del Ebro, Prats a donde se mudará el personaje que más acaparará la atención del lector Lina, y Tarragona, ciudad en la que se cerrará el ciclo vital de esta estirpe de mujeres —abuela, hija y nieta—, que sobreviven a los prejuicios y avatares de la época, como nos adelanta la sinopsis. Todo lo que acabo de mencionar tiene lugar a lo largo de los 48 capítulos en los que se estructura la novela, agrupados en seis partes. En este sentido, quizás la última parte de esta novela fue la que más rápido me pasó: me dio la sensación de que la autora se ceñía más bien a determinados episodios de los personajes que formaban parte de la tercera generación de esta saga, conduciéndonos a un desenlace, en mi modesta opinión, un tanto abrupto. Aunque, como siempre digo en estos casos, son elucubraciones mías; quizás influyó en esta apreciación el que me gustaran mucho las cinco partes anteriores, y por eso esperaba que Cari Ariño me mostrase algo más sobre estos personajes que se nos hacían más cercanos, porque a través de ellos repasábamos lo sucedido en España durante los años de la transición y de nuestra reciente democracia.
(Primo de Rivera y Alfonso XIII)
Cari Ariño atrapa al lector desde el principio con una duda, porque sitúa a Lina en un convento en el que está en régimen de pensionado, en donde la niña recibirá una noticia que provocará que su vida dé un vuelco desde ese momento. Durante un tiempo, el lector comprobará cómo, pese a que su tía la lleva a Llonera a vivir con ella, ésta no tiene claro si se va a hacer cargo de su sobrina. Si bien es Lina quien da origen a esta saga de mujeres que atraparán al lector, no por ello deberá estar menos atento al papel de su tía Carmina, que desempeñará una labor decisiva tanto para el futuro como para la formación de su sobrina. Quizás por lo que pasaron una y otra, sean los personajes que más me atrajeron de esta saga familiar, aunque también hay que tener en cuenta la figura de Veva, porque le tocará vivir un período en el que, pese a su afán emprendedor, se verá sometida a la potestad de su marido a la hora de tomar decisiones que afectarán, sobre todo, a su vida laboral. Quien lo tendrá más fácil, en este sentido, será Violeta, de la que el lector se quedará prendado, sobre todo, por su carácter fantasioso y díscolo, aunque también comprobaremos lo distinta que es de su hermana Meli, mayor que ella, lo que dará lugar a una serie de situaciones en las que se producirá el choque entre ambas, de cuyos enfrentamientos estará pendiente el lector, al igual que los roces que tendrá con su madre, Veva. Junto a estos personajes femeninos, el lector comprobará el papel que desempeña al lado de cada uno de ellos los masculinos que formaron parte de sus vidas, caso de Gabriel, Lorenzo, Marcel o Quim.

Pero el lector también comprobará que se producen una serie de cambios a medida que avanzan los capítulos y que guardan relación con los episodios históricos que les tocó vivir a los personajes. Aunque hasta que se produzcan, veremos cómo la vida en el mundo rural estará muy marcada por las diferencias sociales, con los prejuicios que esto acarreará a algunos personajes; de hecho, se procuraba que los matrimonios se acordasen entre parejas que perteneciesen al mismo estrato social, porque no era muy bien visto el hecho de que se casasen parejas de diferentes grupos sociales, sobre todo porque lo que se buscaba era incrementar el patrimonio familiar, para fortalecer todavía más la figura del primogénito. Por eso, y sobre todo en Llerena, el lector comprobará cómo habrá dos bandos bien diferenciados, los llamados destripaterrones y los mangantes, cuyas diferencias se recrudecerán durante la cruenta guerra civil y las consecuencias posteriores de la posguerra. Unos cambios que influirán en su forma de vida: veremos cómo afecta a la sociedad en general y, en particular al mundo rural, sobre todo en lo que se refiere a los grandes propietarios, a los terratenientes, ya que estos comprobarán cómo cambiará el papel desempañado durante algún tiempo por los herederos en relación con los llamados segundones. En ese cambio que se produce en el mundo rural influirá, sobre todo, el hecho de que muchos de quienes lo poblaban comenzarán a desplazarse a las ciudades, o fuera de nuestras fronteras, porque la actividad laboral empezaba a tomar otros derroteros. Aunque lo que la autora resaltará más será el papel que desempeña la mujer a lo largo de estos años, porque serán ellas quienes lleven la mayor parte del peso de la narración, sin olvidarnos del papel que desempeñarán a su lado los hombres que formarán parte de su vida, o que tendrán alguna relación con ellas.
El Balcón del Mediterráneo-Tarragona)
Pese a que en el segundo párrafo comenté que será Lina quien más acapare la atención del lector, seestamos hablando de una novela coral, porque estamos ante un amplio abanico de personajes cuyas vidas se entrecruzarán. Abuela, hija y nieta, serán quienes encabecen cada una de esas tres generaciones, pero junto a Lina, Veva y Violeta nos encontramos con unos personajes secundarios que atraerán la atención del lector. Todos ellos están bien construidos y, como decimos en estos casos, parece que tengan vida propia, porque así nos lo hace ver su forma de actuar y el perfil de sus rasgos, tanto físicos como psicológicos, trazados todos ellos con gran maestría por la autora; porque, pese a que son un buen número los que desfilan ante nosotros, nos acordaremos de cada uno de ellos por determinadas cualidades que los caracterizan.

El latido del tiempo es una lectura muy adictiva, no solo por la serie de episodios que se van El lector también se encontrará con algunos giros que incrementarán el interés por lo que sucede a lo largo de los capítulos, y ciertos secretos que provocarán que nos preguntemos en más de una ocasión qué pudo haber ocurrido para que no se puedan mencionar unos hechos que tuvieron lugar a principios del siglo XX en Llonera, una de las tres localizaciones por las que se moverán los personajes de esta novela. Tardaremos algún tiempo en que se nos desvelen, para lo que la autora aprovechará el momento adecuado en el que por fin descubriremos por qué el abuelo de Lina reaccionaba de la forma en que lo hacía ante las peticiones de su hija Carmina. A esa adicción de la que comento, hay que añadir algunos episodios que de alguna forma adelanta la autora, en momentos determinados, para que sigamos atentos a la lectura, y así comprobar cómo se producen esos vaticinios, y de qué forma van a afectar realmente al personaje en cuestión.

Cari Ariño nos ofrece una trama de lectura muy fluida, en donde el ritmo apenas decae, escrita con un lenguaje sencillo y un estilo muy directo, por lo que el lector comprobará cómo la autora relata directamente todo lo que les sucede a los personajes, evitando todo lo que suene a vacío en la narración y entorpezca nuestra concentración en los episodios que va relatando un narrador omnisciente. Sin duda alguna, El latido del tiempo es una novela que gustará a quienes disfruten de las historias en las que están presentes las sagas familiares.



Biografía:




Cari Ariño nació en 1958 en Maella, un pueblo aragonés fronterizo con Cataluña y bañado por el río Matarraña. Antes de estudiar Literatura Comparada, se formó leyendo a los clásicos modernos franceses, como Balzac y Flaubert. Actualmente compagina su trabajo de funcionaria en el Ayuntamiento de Barcelona con la literatura.  




Nota:  Datos técnicos y sinopsis tomados de la web de Megustaleer. Imágenes que acompañan al cuerpo de la reseña y fotografía de Cari Ariño, de google imágenes. 

jueves, 16 de noviembre de 2017

Manual de pérdidas, de Javier Sáchez García






















Datos técnicos:


Título: Manual de Pérdidas
Autor: Javier Sáchez García
Editorial: Mercurio
1ª edición: Abril/2017
Encuadernación: Rústica con solapas
Idioma: Español
ISBN: 9788494676178
Nº Pág.: 243



Sinopsis:



En Manual de pérdidas se cuenta el último acto bibliófilo de un profesor de Historia jubilado consciente de que va a perder cuanto ha leído por culpa del Alzheimer: un itinerario de gratitud por diversos lugares con destino en todos aquellos que en un momento de su vida le regalaron un libro. El propósito es devolver el objeto, lo que revierte su función primigenia si con el reglado quien da logra que su recuerdo habite en quien lo recibe; con la devolución, el proceso se invierte, ahora el dador pasa a ser quien fue receptor y el recuerdo sigue el mismo trayecto.



Opinión Personal:



Tras leer varias reseñas sobre esta novela de la que hoy reflejo mis impresiones, tuve muy claro que era una firme candidata para que formase parte de mi biblioteca, porque la temática que trata y el contenido metaliterario que encontramos a lo largo de los capítulos, invitan a su lectura. Sin duda alguna, Manual de pérdidas  es de esas novelas que, si no fuese por el singular márketing que es el boca-oído, se quedaría sumida en el olvido, y sería una pena que muchos lectores no pudiesen disfrutarla. Esto que acabo de comentar viene a corroborar lo que ya escribí y comenté en alguna que otra ocasión, y que otros lectores también afirmaron: detrás de una magnífica novela, como es esta que hoy reseño, no tiene por qué haber una gran editorial que la apoye. Y esto último dudo que fuera posible porque, sobre todo, no cumple uno de los requisitos que se le pide a un libro para que la venta esté asegurada: su carácter comercial; y si está firmada por un autor que atraiga la atención del lector, pues mejor todavía. Sin duda alguna, para mí es una de las mejores lecturas de este año.
(Avellaneda, pueblo abandonado prov. de Cáceres)
Manual de pérdidas es también una novela a la que hay que buscarle el momento apropiado para su lectura, porque a lo largo de los capítulos el lector comprobará cómo el Alzhéimer va haciendo minando la vida del personaje principal, Abdón, un profesor de Historia jubilado, por lo que decide realizar, en compañía de su hija Virginia, un itinerario de gratitud por diversos lugares con destino en todos aquellos que en un momento de su vida le regalaron un libro. Un itinerario que nos llevará por diversas localizaciones de Extremadura (Mérida, Badajoz, Cáceres, Avellaneda), más Salamanca, Ávila y Madrid. Un itinerario de gratitud, pero también de despedida, porque a eso es el sentido que le da Abdón al viaje, porque en él se despide de unos libros que le hicieron compañía durante su vida, pero también de quienes se cruzaron y compartieron con él momentos inolvidables de su ciclo vital, y porque sabe que no los volverá a ver más. Abdón realiza un viaje emotivo y evocador en el que se despide definitivamente de su pasado. En mi modesta opinión, creo que el autor trató con sensibilidad y respeto el duro proceso evolutivo que provoca en el personaje esta cruda enfermedad, tanto en quien la padece como en quienes rodean al que la sufre en su día a día. Su lectura no dejará indiferente, e invita a reflexionar sobre los episodios que se suceden a lo largo de los capítulos.

Javier Sáchez  García construye una novela muy equilibrada, porque no se superponen las dos grandes temáticas que la conforman, el alzhéimer y la metaliteratura, sin olvidarnos de las relaciones familiares, de tal forma que cada una de ellas adquiere el protagonismo necesario, aunque diría que en el último tramo de la novela toma ventaja la última fase en la evolución de esta cruda enfermedad. Si bien hubiese preferido que fuese mayor el componente metaliterario, he de reconocer que, tras finalizar la lectura de esta novela, me dije que ese deseo mío hubiese oscurecido nuestro interés por todo lo que ocurre en torno al protagonista y la evolución de su enfermedad, así como el vuelco que dará la relación entre él y sus dos hijos como consecuencia de ésta. Aunque, después de leer el formidable prólogo -cuya lectura recomiendo se haga un tiempo después de haber leído la novela, porque nos sorprenderán los fundamentos del prologuista y, al mismo reconoceremos que son acertados-, comprobaremos cómo hay también un componente metaliterario implícito. En este sentido, hay dos capítulos que son una clara ejemplo de lo que nos dice el prologuista al respecto, en los que los libros desempeñan una función similar a la que tienen en la novela con la que es comparada.
(Puente romano de Mérida- provincia de Badajoz)
En Manual de pérdidas nos encontraremos con unos personajes magníficamente construidos, muy vivos y cercanos. Abdón sobresale por encima de todos ellos. Junto a él estarán sus hijos Benito y Virginia, y después se cruzarán con ellos a lo largo de la novela una serie de personajes con una presencia más esporádica, pero que formarán parte de ese abanico de personas que compartieron con él algunos años de su vida, destacando entre todos ellos Lupe, que ayudará a Virginia durante la enfermedad de su padre, y Plácido, compañero de instituto con quien coincidió impartiendo clases de Historia. El lector conocerá también a lo largo de saltos en el tiempo a la esposa de Abdón, Cecilia, cuyo fallecimiento le pesará como una losa y no logrará asimilarlo, por lo que buscará refugio en su biblioteca y en los continuos desplazamientos que realizaba para adquirir sus apreciados libros.

En Manual de pérdidas el lector se encontrará con dos líneas temporales, si bien la segunda estará presente solo en determinadas fases de la novela, y servirá tanto para conocer a Abdón y su familia, primero en Avellaneda, y después en diferentes fases de su vida una vez que tuvo que abandonar el pueblo. A través de esos saltos temporales, el narrador rememorará dolorosos episodios que marcarían, sobre todo, la vida de sus dos hijos, Benito y Virginia, de los que el lector volverá a tener constancia en los diálogos que mantienen ambos ya avanzada la novela, aunque en esta ocasión esos episodios estarán interlineados, sobre todo en los relativos al hermano de Abdón, Tomás, que ahora está ingresado en una residencia, y a quien quiere ir a hacer una última visita. En este sentido, me imagino que, al igual que a la gran mayoría de los lectores, la figura de Abdón se me hizo muy lejana, por ese carácter tan arisco y poco comunicador que tenía, aunque esto era compensada por la presencia de su hija Virginia, que se volcó en cuidar a su padre desde que se le diagnosticó la enfermedad. Pero, como siempre digo en estas ocasiones, lo que interesa es que los personajes que nos ofrece sean creíbles, y desde luego que los que desfilan a lo largo de esta novela sí lo son.

Manual de Pérdidas una novela muy realista, porque todo lo que sucede a lo largo de los capítulos que la conforman bien pudieran estar ocurriendo en estos momentos. El realismo se palpa tanto en los hechos que nos relata el narrador omnisciente, sobre todo los relativos a la evolución del alzhéimer en Abdón, como en las escenas costumbristas que forman parte de su vida cotidiana. Esa dura realidad alcanza su punto álgido en el diálogo que mantienen Abdón y su amigo Plácido, a quien le confiesa la sospecha, o más bien la certeza, de que padece esa enfermedad por los episodios que se la van manifestando.

Sin duda alguna, Manual de Pérdidas es una novela que merece la pena leerla, no solo por su carácter metaliterario, sino también por la sensibilidad con la que el autor refleja en el personaje principal la evolución de una enfermedad tan cruda como es el alzhéimer y, sobre todo, por su exquisito estilo narrativo.





Biografía:



Ha cursado las carreras de Derecho y Trabajo Social y tiene el título de Especialista en Gestión Cultural por la Universidad de Extremadura. Ha desarrollado su tarea profesional en las áreas de cultura, educación y formación. Comenzó a escribir en el año 2003 y ha ganado varios premios de ámbito nacional en la modalidad de novela, relato y poesía. Ha colaborado en diversas publicaciones artísticas y literarias y, hasta el momento, ha publicado siete novelas y dos poemarios. En el año 2010 obtuvo una beca a la creación literaria por parte de la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Extremadura. Actualmente reside en la ciudad de Mérida (Badajoz).

Nota:  Datos técnicos, sinopsis y biografía del autor, tomados de la web de la editorial. Imágenes que acompañan al cuerpo de la reseña, de google imágenes. Fotografía de José Sánchez García, de google imágenes, vía web escritores.org.