Datos técnicos:
Título: La huella de una carta
Autora: Rosario Raro
Editorial: Planeta
1ª edición: mayo de 2017
Encuadernación: tapa dura con
sobrecubierta
Idioma: Español
ISBN: 9788408171102
Nº pág.: 544
Sinopsis:
La
apacible vida de Nuria con su marido, un comercial al que no ve lo
que quisiera, se altera cuando ella lee en la prensa un enigmático
anuncio que le despierta su sueño de dedicarse a la escritura. Sin
saber a ciencia cierta de qué se trata, acepta convertirse en la
escritora anónima de las respuestas a las cartas que el consultorio
radiofónico de Elena Francis recibe. Su labor parece sencilla:
encargarse de responder las cartas que no da tiempo a radiar. Pero
todo cambia cuando una oyente desesperada le habla de unos niños
nacidos con terribles malformaciones. Nuria decide investigar su
origen y destapa una trama internacional de corrupción que pondrá
en jaque su vida y cambiará su destino para siempre.
Opinión
Personal:
Me
quedó un grato recuerdo de la ópera prima de Rosario Raro, Volver a
Canfranc (reseña); de hecho, fue mi mejor lectura de 2015. Cuando vi que el
pasado mes de mayo Planeta publicaba su nueva novela, La huella de
una carta, no dudé en afrontar su lectura. Aunque he de reconocer
también que no las tenía todas conmigo cuando comencé a leerla,
sobre todo porque la portada no me decía nada, y la sinopsis solo me
indicaba que la protagonista se iba a encontrar con alguna sorpresa a
medida que se desarrollase la trama, desde el momento en el que
recibe una carta de una oyente desesperada, que le habla de unos
niños nacidos con terribles malformaciones. Pero, una vez concluida
la lectura, tengo muy claro que estamos ante una autora que poco a
poco se está ganando un hueco en el panorama literario nacional, e
incluso diría que en el internacional, porque esta nueva publicación
suya ratifica la sensación que provocó en mí el título anterior.
Pese a que el listón lo puso muy alto con Volver a Canfranc, con La
huella de una carta Rosario Raro ratifica que estamos ante una
magnífica escritora, que espero nos dé muchas alegrías literarias
a quienes disfrutamos con su narrativa.
(Casa Muley-Afid, Barcelona)
En
La huella de una carta, me sorprendió el cambio de registro de la
autora, porque entiendo que podemos catalogar esta novela en el
género que se conoce como domestic noir. Serán Nuria Somport, de
quien ya la sinopsis nos da unas pinceladas sobre ella, y Boro
Navascués, ingeniero químico que trabajaba en la empresa de
cosméticos que patrocinaba el programa de Elena Francis quienes se
involucren de pleno en las investigaciones que realizan para lograr
que desde las altas esferas del Gobierno se pare la comercialización
en España del fármaco que causaba esas terribles malformaciones,
aun sabiendo el riesgo que podían correr sus vidas, como lo
comprobará el lector en más de una ocasión. El lector también
comprobará cómo a medida que estos dos personajes surge entre ellos
una relación que con el paso de los capítulos será mucho más que
afectiva, dando lugar a un romance que se irá fraguando a fuego
lento, porque la vida apacible que lleva con su marido, un comercial
al que no ve lo que quisiera, hace que sienta un vacío que ve cómo
se va llenando poco a poco con la presencia en su vida de Boro
Navascués. En este sentido, el lector se encontrará con otra
subtrama que lo mantendrá pendiente de todo lo que ocurre entre
Nuria y Máximo Zafara, su marido.
Y
es que el lector tiene en sus manos una novela de denuncia social
ante el abandono que sufren en nuestro país los afectados por la
talidomida, un medicamento que a finales de los años cincuenta y
principios de los sesenta se recetó en España a las embarazadas
para evitar las náuseas, y produjo deformaciones muy graves en los
bebés. En la novela se utilizará el telamón como el causante de
que los niños nazcan desmembrados. Incluso diría que también
estamos ante una novela testimonio, porque a través de los casos que
en ella se reflejan, el lector será testigo de escenas impactantes,
duras y sobrecogedoras, en las que presenciará, bien a través de
las fotografías que les proporcionan al principio de su
investigación, o bien a través de las visitas que hacen estos dos
personajes a las barriadas y asilos en los que hay niños con estas
malformaciones.
Pese
a lo que acabo de comentar sobre la catalogación de la novela que
hoy reseño, el trasfondo histórico estará muy presente a lo largo
de los capítulos. Por un lado tenemos el carácter costumbrista que
nos ofrece el narrador omnisciente, no solo porque nos lo muestra a
través del día a día de los personajes, sino también por toda la
información que el lector irá recibiendo a través de las cartas
que se emiten en el consulturio sentimental de Elena Francis, en
donde Nuria era una de quienes respondía a las cartas que se
recibían, y a través de algunas de ellas conocerá «la
trastienda de una sociedad de vitrina, en las que primaban las
apariencias, sólo se exhibían los brillos, el orden...El programa
de radio su contenido con el mismo criterio ».
Rosario Raro nos ofrece, a través de esas cartas, y de los
personajes femeninos de la novela, una crítica social al mundo que
les tocó vivir a las mujeres durante el franquismo. Pero también se
sorprenderá, a medida que nos acercamos al desenlace, y sobre todo,
a través de la información que recibe por uno de los personajes, el
doctor Varick Keslsler, del origen que hay detrás de la industria
que elabora y comercializa ese fármaco.
Al
igual que en Volver a Canfranc, el lector disfrutará de una
magnífica ambientación y de unos personajes construidos con mucha
fuerza, a los que iremos conociendo en pequeñas dosis a lo largo de
los capítulos. Sin duda alguna, tanto la ambientación como los
personajes son una clara seña de identidad de la autora. En lo que a
la ambientación se refiere, el lector se sentirá en todo
momento transportado a la época en la que se desarrolla la trama, a
la Barcelona del año 1962, en donde reconoceremos localizaciones ya
mencionadas en otras novelas ambientadas en la ciudad condal; pero
también descubriremos rincones que me imagino serán desconocidos
para muchos lectores, porque los lugares por los que se mueven los
personajes están muy en consonancia con la trama principal de la
novela. En este sentido impactarán, sobre todo, las escenas que
tienen lugar en las barriadas de Magoria y Somorrostro. Aunque, pese
a lo que acabo de comentar sobre la ambientación, me dio la
impresión de que la autora procuraba que siempre estuviera por
encima de ella el papel que desempeñaba cada uno de los personajes
en la trama. Está claro de que Rosario Raro realiza un minucioso
trabajo, tanto en lo que se refiere a la documentación como a la
construcción de los personajes, para que el lector tenga esa
sensación que acabo de comentar. Pero también el lector se
trasladará a Düsseldorf y a Buenos Aires, en donde nos
encontraremos con el personaje de Frida Lorensen, que protagonizará
una de las subtramas de la novela, y sorprenderá al lector en más
de una ocasión porque su aparición en escena será fundamental para
descubrir quiénes estaban detrás de la comercialización de este
fármaco.
(Barracas de Magoria-Barcelona)
La
huella de una carta es una novela que va de menos a más, a medida
que la investigación se hace más compleja porque los dos personajes
se tendrán que enfrentar a los obstáculos de quienes ven que sus
intereses están en riesgo. Esto provocará que el lector se pregunte
que va a pasar en los siguientes capítulos, y se sentirá absorbido
por esa espiral de incidentes que tienen lugar a lo largo de los
capítulos. No es que estén ocurriendo a cada momento. No. Pero la
autora sabe cuando debe incrementar la tensión narrativa para que el
lector se sienta atraído por lo que les sucede a los personajes que
se ven implicados en una causa a la que pretenden ponerle fin más
temprano que tarde, para que se retire del mercado el medicamento que
está provocando esas malformaciones y que, sobre todo, serán las
familias menos favorecidas las más afectadas por sus efectos, al
aceptar las prescripciones que les ofrecen sus médicos para mitigar
esas náuseas que sufren las embarazadas en los primeros meses de
gestación. Nos sentiremos impotentes ante la codicia de la
industria farmacéutica, y ante quienes aportan los excipientes para
los fármacos, porque comprobaremos cómo solo se preocupaban por
medrar sus ingresos y acallar las voces de quienes aseguraban que
estaban lanzando al mercado un producto que afectaba a la salud
pública, utilizando los medios que fuesen necesarios para que sus
impedirlo, como lo podrá comprobar el lector a medida que se
redoblan los esfuerzos para frenar la comercialización de ese
fármaco en nuestro país.
La
huella de una carta es una novela en la que muchos de los episodios
que se suceden a lo largo de los capítulos ocurrieron realmente,
como lo aclara la autora en alguna de las entrevistas que le hicieron
sobre su nueva publicación. Incluso, al igual que en Volver a
Canfranc, algunos de los personajes que desfilan ante nosotros, están
basados en quienes tuvieron alguna relación bien con el consultorio
de Elena Francis, o bien con las investigaciones realizadas en torno
a la talidomida.
Rosario
Raro ofrece al lector una novela con una trama muy consistente, al
igual que en Volver a Canfranc, escrita con un estilo directo y un
lenguaje depurado, con unos personajes muy cercanos al lector, y
de mucho calado, que viven una historia muy intensa porque ponen todo
de su parte para evitar que los oscuros intereses de unos dejen de afectar a la salud
de sus semejantes.
Biografía:
Rosario
Raro (Segorbe, Castellón, 1971) es profesora de Escritura Creativa
en la Universitat Jaume I, doctora en Filología Hispánica con una
tesis sobre las estrategias de escritura en internet y posgraduada en
Comunicación Empresarial y Pedagogía. Desde hace más de veinte
años imparte cursos y talleres literarios para numerosas
instituciones. Su obra ha sido traducida al catalán, al japonés y
al francés y reconocida con numerosos premios literarios, tanto
nacionales como internacionales. Vivió durante una década en Lima,
Perú. De su novela Volver a Canfranc (Planeta, 2015), [en su versión
francesa Dernier train pour Canfranc (Editions Kero, 2017)], se han
publicado hasta el momento siete ediciones, ha sido finalista de los
premios de la crítica valenciana y la productora Diagonal TV ha
adquirido los derechos audiovisuales de la misma para su adaptación
a la pantalla. www.rosarioraro.net twitter.com/rosarioraro
www.facebook.com/RosarioRaro.
Nota: Datos técnicos, sinopsis y biografía de la autora, tomados de la web de Planetadelibros. Imágenes que acompañan al cuerpo de la reseña, y fotografía de Rosario Raro, de google imágenes (esta última es de la web de la asociación Avite).