La semana pasada, el lunes día 13 del presente mes, publicaba en mi blog mi reseña de la novela Cuando estábamos vivos, de Mercedes de Vega. Una novela que está sorprendiendo muy gratamente por su calidad narrativa, por la historia envolvente que contiene y por unos personajes que se muestran tal y como son, con sus luces y sus sombras.
Hoy traigo a este mi rincón virtual una entrevista que tan amablemente me concedió su autora, para que conozcamos un poco más sobre el proceso de creación de esta magnífica novela.
Biografía:
Mercedes de Vega es socióloga y escritora. Nació en Madrid en 1960. Ha residido y trabajado en Nueva York y Barcelona. Cursó estudios de literatura en la Universidad Complutense de Madrid y ha participado en numerosos talleres de escritura creativa. Colabora en revistas literarias comoResonancias yLos papeles de Iria Flavia.
Ha publicado la novela El profesor de inglés (Huerga y Fierro Editores); el libro de relatos Cuentos del sismógrafo; artículos y publicaciones, y diversos relatos en antologías colectivas. Ha sido galardonada por dos años consecutivos (2013 y 2014) en los Premios del Tren "Antonio Machado".
1.
Francisco Portela.- Ante todo, felicitarte por el éxito que estás
cosechando con Cuando estábamos vivos, una novela que nos
está sorprendiendo a todos por la gran calidad narrativa que atesora
y el carácter envolvente de la misma.
Mercedes
de Vega.- Lo cierto es que está teniendo muy buenas críticas y
lectores entregados. Plaza y Janés ha apostado por ella desde el
principio. Y eso se nota, está muy bien editada, con cariño.
2.
F.P.- Hasta la fecha publicaste relatos y una novela corta. Me
imagino que sería para ti una prueba muy grande el cambiar el chip
por lo que supone el escribir una novela de este calibre.
M.V.
- Como narradora me gusta explorar nuevos territorios y Cuando
estábamos vivos ha sido todo un reto. Una novela larga tiene una
estructura más compleja y una pulsión que ha de mantenerse en toda
su extensión. Yo empecé con relato, género muy difícil y vibrante
al que vuelvo continuamente como pasión y alimento. Lo que pasa es
que la novela engancha. Una vez que la pruebas y ves el vasto
territorio que tienes para explorar es como una adicción, siempre
pide más. En una ocasión le escuché decir a Vargas Llosa de que el
valor de la novela reside en lo que cuenta, y yo en esta novela he
deseado contarlo todo. El relato, en cambio, ha de sugerir, omitir,
ser solo la punta del iceberg.
3.
F.P. - Lo primero que me llamó la atención es la dedicatoria: el
hecho de que en ella aparezca uno de los personajes: Jimena Anglada.
¿Por qué a ella precisamente? ¿Qué supone para ti Jimena Anglada?
(Museo Reina Sofía-Antiguo Hospital Provincial de Atocha)
M.V.-
A lo largo de la novela sentí que había contraído una deuda con
ella y debía dedicarle la obra, ya que Jimena representa a mi
abuela. Cuando de niña conocí retazos de su vida, necesité
averiguar realmente quién era esa mujer que había muerto dejando a
mi padre huérfano. Intenté reconstruir su historia, su vida, hasta
su pensamiento, a la muerte de mi padre. Pero fue muy complicado ya
que todos mis antepasados por rama paterna habían desaparecido. Tuve
que conformarme con los exiguos recuerdos que mi memoria ha podido
retener, los datos recopilados de fríos registros y algún
testimonio deshilvanado que fui encontrando en mi periplo de
etnógrafa familiar. Al final, tuve que dotarle a Jimena de una nueva
vida en la ficción. Espero que me haya perdonado, si desde donde
está, no le gusta lo que he escrito. Pero su vida no debió ser un
camino de rosas y he necesitado novelar su historia a partir de
pequeños datos de su biografía absolutamente reales y ciertos, como
lo que narro en el Hospital Provincial de Atocha, lo que hoy es el
Museo de Arte Reina Sofía, en la calle Santa Isabel, de Madrid.
4.
F.P. - ¿Fue difícil configurar el árbol genealógico de tu
familia? ¿Encontraste muchos datos que te pudieran dar una idea de
cómo fue cada uno de tus ascendientes?
M.
V.-Elaborar el árbol de mi familia fue horrorosamente complicado.
Todos mis antepasados estaban ya muertos cuando comencé a investigar
y recopilar ascendentes. Pero no olvidemos que Cuando estábamos
vivos es una obra de ficción. El árbol genealógico de los
Anglada y los Oriol en su mayor parte es inventado.
5.F.P.-
Otro personaje que me resultó muy atractivo es Lucía Oriol. Me
pareció una mujer adelantada a su tiempo, pese a pertenecer a una
familia aristócrata tradicional y conservadora.
M.V.-
Sí, ella es un comodín con miradas distintas. Está basado en una
mujer que existió, filántropa del orfanato en el que se crió mi
padre. Quise darle vida en mi novela y hacerla la narradora de toda
la historia. Un pequeño homenaje a su obra que posibilitó el futuro
de muchos niños de la guerra.
6.F.P.-
También me resultó muy atractivo el título de la novela, Cuando
estábamos vivos.
M.
V.-El título salió solo, en el transcurso de la escritura, casi
desde comienzo. Enseguida sentí que no era yo quien narraba, sino
sus protagonistas, todos aquellos que ya estaban muertos. Ellos eran
la mano que mece la cuna.
7.
F. P. - Es curioso que se escriba mucho sobre la Guerra Civil
Española y Posguerra; sin embargo, la II República es un tema muy
poco explotado. ¿A qué crees que se debe este vacío en nuestra
literatura?
M.
V.- No hay tanto vacío, lo que pasa es que no ha captado la tremenda
atención de la guerra civil. Hay que darse cuenta de que la guerra
fue un episodio tan atroz que eclipsó a toda una época,
arrastrándonos a un abismo cuya sombra sigue en nuestra memoria
colectiva.
8.
F. P. - Otro gran atractivo de la novela son los personajes pues los
presentas tal y como son. No hay buenos ni malos, con sus luces y
sus sombras. ¿Fue difícil ponerte en la piel de cada uno de ellos?
M.
V.- Intento alejarme de los clichés y estereotipos. El ser humano es
una complejidad que procuro capturar con la escritura como el
fotógrafo que retrata un instante que habla de lo eterno.
9.
F. P. - También me llamó la atención el claro paralelismo que hay
entre la precipitación con la que avanza la década de los años 30
y los personajes de ambas familias.
M.
V.- Claro, es el pulso narrativo, es la velocidad con la que ocurren
los sucesos en una época en la que se vivía como en una montaña
rusa.
10.
F.P. - Pero, sin duda, lo que más destaco de tu novela es el
enfrentamiento de los personajes a tabúes que estuvieron reprimidos
durante demasiado tiempo.
M.
V.- La represión forma parte de lo que llamamos educación. Algunos
tabúes son necesarios para la funcionalidad social, como el tabú de
incesto del que hablo en la novela, y que es un tabú universal para
todas las culturas. Jugar con la trasgresión forma parte de la
esencia de la literatura que cumple también su función social. Pero
la función que mejor desempeña es la de hacernos vivir todos los
mundos imaginables, posibles o imposibles.
11.
F. P.- El lector que se sumerge en una novela en el que hay un claro
trasfondo histórico le gusta verse transportado a la época en la
que se desarrolla la trama. ¿Fue difícil documentarte para recrear
el período en el que se mueven los personajes?
M.V.-
No especialmente. La novela en sí misma requiere un esfuerzo
considerable. La documentación es una parte muy satisfactoria en el
proceso de escritura porque me permite reelaborar lo que quiero
contar para situarlo en su espacio y en su tiempo, y eso le hace
estar muy viva.
12.F.P.
- Hay algunos autores que les gusta empezar a escribir una novela por
el final ¿En tu caso te ocurre lo mismo o sigues un planteamiento
establecido?
M.
V.- Este caso ha sido un claro ejemplo de comenzar por el final. Yo
quería contar realmente los últimos capítulos; es decir la muerte
de Jimena Anglada y el orfanato conde dejaron a su hijo, todo lo
demás vino después. Me serví de una época y de dos familias. Es
muy divertido empezar sabiendo exactamente dónde quieres ir. A
veces, el propósito es la historia en sí misma, pero en esta
ocasión había un objetivo prefijado.
13.F.P.
- Detrás de un escritor hay también un buen lector. En tu caso
¿tienes algún autor o autora de cabecera? ¿Te gusta algún género
literario en concreto?
M.
V. -Muchos son mis autores de cabecera. Te diré que en este momento
estoy con Modiano, Saul Bellow, Philip Roth. Durante el proceso de
escritura de Cuando estábamos vivos leí Los Buddembrook, releí
Muerte en Venecia, en fin… Thomas Mann es un autor al que suelo
recurrir. En cuanto a los géneros, adoro la novela negra, pero en
términos generales no soy lectora de géneros, leo lo que cae en
cada momento de ánimo. Siempre hay una lectura a la que recurrir.
14.
F. P. - ¿Te han comentado que tu estilo narrativo está influenciado
por el de algún autor o autora?
No,
nunca. Curioso. Hasta ahora no me han sacado parecidos.
15.
F. P. - ¿Tienes algún proyecto literario entre manos? ¿Veremos
publicada pronto una nueva novela tuya?
M.
V.- Ya estoy trabajando en un proyecto que tenía argumentado tiempo
atrás. Es muy distinto a Cuando estábamos vivos. Me apetece
cambiar de registro y de época. Pero hay algo curioso, cuando repaso
los nuevos capítulos encuentro resonancias… Será mi voz… que
está agazapa en cada folio. También me ocurre cuando releo algunos
pasajes de El profesor de Inglés, mi primera novela; y por
cierto, es de género, porque es la historia de un criminal que tras
salir de la cárcel por el asesinato de su mujer intenta fabricarse
una nueva vida. Y en fin…, espero no dentro de mucho volver a las
librerías con un nuevo trabajo.
16.
F.P. - Gracias por darnos a conocer un poco más sobre esta novela.
Espero que quienes visiten este blog y aún no la hayan leído se
interesen más por ella. Merece la pena, doy fe de ello.
M.
V.- Gracias a ti, y a la labor que hacéis los blogs por los autores.
Nota: biografía y fotografía de la autora, tomadas de Megustaleer. Fotografía del Museo Reina Sofía tomada de google imágenes.
Nota: biografía y fotografía de la autora, tomadas de Megustaleer. Fotografía del Museo Reina Sofía tomada de google imágenes.
Pues una entrevista interesantísima. Sin lugar a dudas esta novela hay que leerla. Tiene buenísimos comentarios y está ambientada en una época sobre la que a mi personalmente me encanta leer.
ResponderEliminarBesos
Me ha gustado mucho conocer más de esta autora. Su novela es muy buena y saber que algo tiene de autobiográfica me parece muy interesante. Besos
ResponderEliminarMe ha gustado mucho la entrevista. Aunque no creo que me anime con la novela porque no es muy de mi género.
ResponderEliminarUn beso!
Muy interesante la entrevista, es una novela que estoy deseando leer
ResponderEliminarBesos
Muchas gracias por la entrevista!
ResponderEliminarBesos
Muy buena entrevitsa. Desenado leer la próxima de esta autora.
ResponderEliminarEnhorabuena por la entrevista; unas preguntas muy interesantes. Abrazos.
ResponderEliminarMuy interesante la entrevista. Ya sabes que la novela me gustó mucho como lo ha hecho conocer más a la autora.
ResponderEliminarMe gustan mucho las entrevistas que haces, invitan a conocer al autor. En este caso ya lo habías conseguido con la reseña.
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