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viernes, 24 de julio de 2015

Entrevista a Mercedes de Vega, autora de Cuando estábamos vivos






La semana pasada, el lunes día 13 del presente mes, publicaba en mi blog mi reseña de la novela Cuando estábamos vivos, de Mercedes de Vega. Una novela que está sorprendiendo muy gratamente por su calidad narrativa, por la historia envolvente que contiene y por unos personajes que se muestran tal y como son, con sus luces y sus sombras. 

Hoy traigo a este mi rincón virtual una entrevista que tan amablemente me concedió su autora, para que conozcamos un poco más sobre el proceso de creación de esta magnífica novela.




Biografía: 

Mercedes de Vega es socióloga y escritora. Nació en Madrid en 1960. Ha residido y trabajado en Nueva York y Barcelona. Cursó estudios de literatura en la Universidad Complutense de Madrid y ha participado en numerosos talleres de escritura creativa. Colabora en revistas literarias comoResonancias yLos papeles de Iria Flavia.

Ha publicado la novela El profesor de inglés (Huerga y Fierro Editores); el libro de relatos Cuentos del sismógrafo; artículos y publicaciones, y diversos relatos en antologías colectivas. Ha sido galardonada por dos años consecutivos (2013 y 2014) en los Premios del Tren "Antonio Machado".
1. Francisco Portela.- Ante todo, felicitarte por el éxito que estás cosechando con Cuando estábamos vivos, una novela que nos está sorprendiendo a todos por la gran calidad narrativa que atesora y el carácter envolvente de la misma. 

Mercedes de Vega.- Lo cierto es que está teniendo muy buenas críticas y lectores entregados. Plaza y Janés ha apostado por ella desde el principio. Y eso se nota, está muy bien editada, con cariño.

2. F.P.- Hasta la fecha publicaste relatos y una novela corta. Me imagino que sería para ti una prueba muy grande el cambiar el chip por lo que supone el escribir una novela de este calibre.

M.V. - Como narradora me gusta explorar nuevos territorios y Cuando estábamos vivos ha sido todo un reto. Una novela larga tiene una estructura más compleja y una pulsión que ha de mantenerse en toda su extensión. Yo empecé con relato, género muy difícil y vibrante al que vuelvo continuamente como pasión y alimento. Lo que pasa es que la novela engancha. Una vez que la pruebas y ves el vasto territorio que tienes para explorar es como una adicción, siempre pide más. En una ocasión le escuché decir a Vargas Llosa de que el valor de la novela reside en lo que cuenta, y yo en esta novela he deseado contarlo todo. El relato, en cambio, ha de sugerir, omitir, ser solo la punta del iceberg.

3. F.P. - Lo primero que me llamó la atención es la dedicatoria: el hecho de que en ella aparezca uno de los personajes: Jimena Anglada. ¿Por qué a ella precisamente? ¿Qué supone para ti Jimena Anglada?
(Museo Reina Sofía-Antiguo Hospital Provincial de Atocha)
M.V.- A lo largo de la novela sentí que había contraído una deuda con ella y debía dedicarle la obra, ya que Jimena representa a mi abuela. Cuando de niña conocí retazos de su vida, necesité averiguar realmente quién era esa mujer que había muerto dejando a mi padre huérfano. Intenté reconstruir su historia, su vida, hasta su pensamiento, a la muerte de mi padre. Pero fue muy complicado ya que todos mis antepasados por rama paterna habían desaparecido. Tuve que conformarme con los exiguos recuerdos que mi memoria ha podido retener, los datos recopilados de fríos registros y algún testimonio deshilvanado que fui encontrando en mi periplo de etnógrafa familiar. Al final, tuve que dotarle a Jimena de una nueva vida en la ficción. Espero que me haya perdonado, si desde donde está, no le gusta lo que he escrito. Pero su vida no debió ser un camino de rosas y he necesitado novelar su historia a partir de pequeños datos de su biografía absolutamente reales y ciertos, como lo que narro en el Hospital Provincial de Atocha, lo que hoy es el Museo de Arte Reina Sofía, en la calle Santa Isabel, de Madrid.

4. F.P. - ¿Fue difícil configurar el árbol genealógico de tu familia? ¿Encontraste muchos datos que te pudieran dar una idea de cómo fue cada uno de tus ascendientes?

M. V.-Elaborar el árbol de mi familia fue horrorosamente complicado. Todos mis antepasados estaban ya muertos cuando comencé a investigar y recopilar ascendentes. Pero no olvidemos que Cuando estábamos vivos es una obra de ficción. El árbol genealógico de los Anglada y los Oriol en su mayor parte es inventado.

5.F.P.- Otro personaje que me resultó muy atractivo es Lucía Oriol. Me pareció una mujer adelantada a su tiempo, pese a pertenecer a una familia aristócrata tradicional y conservadora.

M.V.- Sí, ella es un comodín con miradas distintas. Está basado en una mujer que existió, filántropa del orfanato en el que se crió mi padre. Quise darle vida en mi novela y hacerla la narradora de toda la historia. Un pequeño homenaje a su obra que posibilitó el futuro de muchos niños de la guerra.

6.F.P.- También me resultó muy atractivo el título de la novela, Cuando estábamos vivos.

M. V.-El título salió solo, en el transcurso de la escritura, casi desde comienzo. Enseguida sentí que no era yo quien narraba, sino sus protagonistas, todos aquellos que ya estaban muertos. Ellos eran la mano que mece la cuna.

7. F. P. - Es curioso que se escriba mucho sobre la Guerra Civil Española y Posguerra; sin embargo, la II República es un tema muy poco explotado. ¿A qué crees que se debe este vacío en nuestra literatura?

M. V.- No hay tanto vacío, lo que pasa es que no ha captado la tremenda atención de la guerra civil. Hay que darse cuenta de que la guerra fue un episodio tan atroz que eclipsó a toda una época, arrastrándonos a un abismo cuya sombra sigue en nuestra memoria colectiva.

8. F. P. - Otro gran atractivo de la novela son los personajes pues los presentas tal y como son. No hay buenos ni malos, con sus luces y sus sombras. ¿Fue difícil ponerte en la piel de cada uno de ellos?

M. V.- Intento alejarme de los clichés y estereotipos. El ser humano es una complejidad que procuro capturar con la escritura como el fotógrafo que retrata un instante que habla de lo eterno.

9. F. P. - También me llamó la atención el claro paralelismo que hay entre la precipitación con la que avanza la década de los años 30 y los personajes de ambas familias.

M. V.- Claro, es el pulso narrativo, es la velocidad con la que ocurren los sucesos en una época en la que se vivía como en una montaña rusa.

10. F.P. - Pero, sin duda, lo que más destaco de tu novela es el enfrentamiento de los personajes a tabúes que estuvieron reprimidos durante demasiado tiempo.

M. V.- La represión forma parte de lo que llamamos educación. Algunos tabúes son necesarios para la funcionalidad social, como el tabú de incesto del que hablo en la novela, y que es un tabú universal para todas las culturas. Jugar con la trasgresión forma parte de la esencia de la literatura que cumple también su función social. Pero la función que mejor desempeña es la de hacernos vivir todos los mundos imaginables, posibles o imposibles.

11. F. P.- El lector que se sumerge en una novela en el que hay un claro trasfondo histórico le gusta verse transportado a la época en la que se desarrolla la trama. ¿Fue difícil documentarte para recrear el período en el que se mueven los personajes?

M.V.- No especialmente. La novela en sí misma requiere un esfuerzo considerable. La documentación es una parte muy satisfactoria en el proceso de escritura porque me permite reelaborar lo que quiero contar para situarlo en su espacio y en su tiempo, y eso le hace estar muy viva.

12.F.P. - Hay algunos autores que les gusta empezar a escribir una novela por el final ¿En tu caso te ocurre lo mismo o sigues un planteamiento establecido?

M. V.- Este caso ha sido un claro ejemplo de comenzar por el final. Yo quería contar realmente los últimos capítulos; es decir la muerte de Jimena Anglada y el orfanato conde dejaron a su hijo, todo lo demás vino después. Me serví de una época y de dos familias. Es muy divertido empezar sabiendo exactamente dónde quieres ir. A veces, el propósito es la historia en sí misma, pero en esta ocasión había un objetivo prefijado.


13.F.P. - Detrás de un escritor hay también un buen lector. En tu caso ¿tienes algún autor o autora de cabecera? ¿Te gusta algún género literario en concreto?

M. V. -Muchos son mis autores de cabecera. Te diré que en este momento estoy con Modiano, Saul Bellow, Philip Roth. Durante el proceso de escritura de Cuando estábamos vivos leí Los Buddembrook, releí Muerte en Venecia, en fin… Thomas Mann es un autor al que suelo recurrir. En cuanto a los géneros, adoro la novela negra, pero en términos generales no soy lectora de géneros, leo lo que cae en cada momento de ánimo. Siempre hay una lectura a la que recurrir.

14. F. P. - ¿Te han comentado que tu estilo narrativo está influenciado por el de algún autor o autora?

No, nunca. Curioso. Hasta ahora no me han sacado parecidos.

15. F. P. - ¿Tienes algún proyecto literario entre manos? ¿Veremos publicada pronto una nueva novela tuya?

M. V.- Ya estoy trabajando en un proyecto que tenía argumentado tiempo atrás. Es muy distinto a Cuando estábamos vivos. Me apetece cambiar de registro y de época. Pero hay algo curioso, cuando repaso los nuevos capítulos encuentro resonancias… Será mi voz… que está agazapa en cada folio. También me ocurre cuando releo algunos pasajes de El profesor de Inglés, mi primera novela; y por cierto, es de género, porque es la historia de un criminal que tras salir de la cárcel por el asesinato de su mujer intenta fabricarse una nueva vida. Y en fin…, espero no dentro de mucho volver a las librerías con un nuevo trabajo.


16. F.P. - Gracias por darnos a conocer un poco más sobre esta novela. Espero que quienes visiten este blog y aún no la hayan leído se interesen más por ella. Merece la pena, doy fe de ello.

M. V.- Gracias a ti, y a la labor que hacéis los blogs por los autores. 

Nota: biografía y fotografía de la autora, tomadas de Megustaleer. Fotografía del Museo Reina Sofía tomada de google imágenes.  


9 comentarios:

  1. Pues una entrevista interesantísima. Sin lugar a dudas esta novela hay que leerla. Tiene buenísimos comentarios y está ambientada en una época sobre la que a mi personalmente me encanta leer.
    Besos

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  2. Me ha gustado mucho conocer más de esta autora. Su novela es muy buena y saber que algo tiene de autobiográfica me parece muy interesante. Besos

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  3. Me ha gustado mucho la entrevista. Aunque no creo que me anime con la novela porque no es muy de mi género.
    Un beso!

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  4. Muy interesante la entrevista, es una novela que estoy deseando leer
    Besos

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  5. Muchas gracias por la entrevista!
    Besos

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  6. Muy buena entrevitsa. Desenado leer la próxima de esta autora.

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  7. Enhorabuena por la entrevista; unas preguntas muy interesantes. Abrazos.

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  8. Muy interesante la entrevista. Ya sabes que la novela me gustó mucho como lo ha hecho conocer más a la autora.

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  9. Me gustan mucho las entrevistas que haces, invitan a conocer al autor. En este caso ya lo habías conseguido con la reseña.

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