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viernes, 31 de julio de 2015

El sueño del depredador, de Óscar Bribián















Datos técnicos:

Título: El sueño del depredador
Autor: Óscar Bribián
Editorial: Ediciones Versátil
1ª Edición: octubre 2014
Encuadernación: Tapa blanda con solapas.
ISBN: 9788494225703
Nº páginas: 240


Sinopsis:

¿Qué tienen en común los poemas de Baudelarie, Silvia Plath o Leonard Cohen con los ahorcamientos para alcanzar el clímax durante la asfixia autoerótica?

En un control rutinario en la carretera de entrada a Zaragoza, la Policía detiene un vehículo sospechoso. En su interior encuentran varios cerdos muertos y diversos instrumentos para desollarlos, algo extraño, pero no especialmente preocupante si no fuera porque en la boca de uno de los animales aparece un dedo humano. Laura Beltrán, la nueva subinspectora de la Brigada Provincial de Homicidios, y su superior, Santiago Herrera, un veterano inspector, se verán envueltos en un abanico de asesinatos que combinan el sadismo y los enigmas de la psicopatía con las inquietudes propias del comportamiento humano. El sueño del depredador es una obra intensa y ágil, convincente hasta en los pequeños detalles, con una trama que entrelaza a los poetas malditos con el imaginario lovecraftiano, personajes extraños y protagonistas afectados por penitencias y contradicciones. Una obra que transmite la esencia del verdadero ambiente policial más allá de los estereotipos, narrada con una precisión y una veracidad que asustan.

Opinión Personal:


Está claro que la novela negra española pasa por un momento dulce. Es un género que a mi, particularmente, no deja de sorprenderme, por la variedad de registros que nos muestra y eso creo que es lo que hace que esté triunfando entre los aficionados a este género literario en nuestro país. Y digo esto porque acabo de terminar la lectura de El Sueño del Depredador, de Óscar Bribián: una novela que, sin duda, habrá sorprendido, como se suele decir en estos casos, a propios y extraños, por la calidad que atesoran sus páginas y por el realismo que destila la historia tratada con mimo por el escritor oscense.

Las críticas vertidas sobre El sueño del Depredador alaban el buen hacer literario de Óscar Bribián, un autor al que hay que estar muy atento porque quienes leímos esta su segunda novela publicada estamos deseando conocer con qué nos va a sorprender próximamente.

Como bien se nos dice en el prólogo, la historia que se nos relata por un narrador omnisciente tiene un punto de partida muy sencillo, y podría ser cualquier recorte de un periódico; una noticia que pronto se olvidará porque nadie pedirá explicaciones posteriores. Pero, sin embargo, de ese punto de partida tan sencillo se crea una trama en la que el terror y lo policial van cogidos de la mano, entrelazados de tal forma que su genial pluma nos ofrece episodios espeluznantes descritos con tal realismo que parece que nosotros mismos los estamos viviendo y que, en más de una ocasión, al lector poco habituado a las mismas, le causarán incluso repugnancia pero que, sin embargo, nos imanta de tal forma que seguimos enganchados a la lectura hasta la última página, con un magnífico epílogo que pone remate a una novela que merece guardarla en un lugar destacado de nuestra biblioteca.

Probablemente su hijo no esté enfermo —explicó Teresa mientras entrelazaba los dedos de las manos y apoyaba los codos en la mesa—. Su tipo de transtorno no se tipifica como una enfermedad. Pero necesita fármacos para evitar estos accesos de violencia. Tenga en cuenta que Ismael es muy joven todavía, pero a medida que cumpla más años se volverá más peligroso. (Pág. 105)

Dos son las tramas que nos encontramos en El Sueño del Depredador, que en un principio nos parece que no tienen nada en común pero que en un momento dado van a confluir y empezarán a encajar las piezas de este entramado. El primero diría que tiene claros tintes lovecraftianos pues nos encontramos con Ismael, un niño con problemas de adaptación social y un trastorno de la personalidad preocupante, que dice que fuerzas sombrías le invitan a destruir a todo lo que le rodea.

En el segundo, el inspector Santiago Herrera y la subinspectora Laura Beltrán, que acaba de tomar posesión de su plaza en la Brigada Provincial de la Policía Judicial de Zaragoza, se van a encontrar con un caso que parte de un control rutinario en el que se produce el hallazgo de varios cerdos muertos y diversos instrumentos para desollarlos, algo extraño, pero no especialmente preocupante si no fuera porque en la boca de uno de los animales aparece un dedo humano. A partir del interrogatorio inicial a los detenidos los policías tendrán que darlo todo en la línea de investigación porque presienten que se enfrentan a un asesino en serie y tienen que darlo todo para evitar que vuelva a cometer un nuevo asesinato.

No te preocupes, mamá —dijo Ismael mientras permanecía en la misma posición de rodillas, junto a la pared— Él nunca me haría daño. Me protege (pág. 120).
                                                                                                                                                           (Pinares de Venecia, Zaragoza)
Está claro que el tema del asesino en serie y los rasgos que en principio muestran ambos policías están muy vistos pero en esta ocasión creo que Óscar Bribián juega con la ventaja de que ingresó en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, por lo que aprovecha sus expedientes y los contactos laborales como policía para ofrecernos personajes y situaciones verosímiles cómo es el trabajo en el día a día de un policía. Nos ofrece tanto el lado profesional como el humano de ambos policías y de quienes trabajan a sus órdenes, por lo que nos resultan muy cercanos al conocer los pequeños matices de cada uno de ellos.
(Cthulhu)
En El Sueño del Depredador nos encontramos también con una clara crítica social: la vida familiar que rodea a Ismael es un claro ejemplo de maltrato tanto físico como psicológico y esta situación influye en el desarrollo de su personalidad. Lo mismo creo que ocurre en el la figura de los policías. Lo demuestra en los diálogos que mantiene Santiago Herrera con la subinspectora Laura Beltrán o con un antiguo compañero. Diálogos que no tienen desperdicio y en los que hablan de compañerismo y la vocación a la profesión que han elegido o cómo es tratado el Cuerpo de Policía ahora en relación con la Transición.

Esta empresa funciona igual que cuando entré hace cuarenta años, carajo, aunque se haya modernizado la tecnología. Mierda de democracia. (pág. 150)

El Sueño del Depredador está estructurado en 35 capítulos de corta extensión más un prólogo y un epílogo. En esta novela los poemas de Baudelarie, Silvia Plath o Leonard Cohen desempeñan un papel importante porque el asesino en serie deja estrofas de ellos en cada asesinato que comete. Lo mismo ocurre con las extrañas letanías que suele susurrar Ismael y que le llamarán la atención a Iván, el hijo de la subinspectora Laura Beltrán, que estudia en el mismo colegio que Ismael, a quien le cuenta esta curiosidad, cosa que pondrá en vilo a la policía.

Sin duda, Óscar Bribián nos ofrece una novela adictiva, no porque la novela tenga un ritmo trepidante, sino por las situaciones que vivirán los personajes que mantendrán el interés del lector hasta el desenlace final. Solo me falta recomendar su lectura.

 
Biografía:


Óscar Bribián (Huesca, 1979) reside en Zaragoza. Tras culminar dos títulos universitarios decidió ingresar en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Desde entonces aprovecha sus experiencias y contactos laborales como policía para retratar en sus novelas situaciones y personajes perfectamente verosímiles que conserva en su retina.

Ha sido ganador de diversos certámenes literarios, especialmente en el campo del relato breve, como el Premio Heraldo (2011 y 2013), el Castillo de San Fernando (2013), el Liter (2008) o el Villa de Iniesta (2007). Dirigió la revista literaria Oxigen (2002-2006) y ha participado desde hace más de una década con sus relatos, poemas y reseñas en varias antologías como Insomnia (2012), España criminal (2012) o Nuevas leyendas aragonesas (2011) y en una treintena de revistas impresas y digitales del mundo hispano.

Ha publicado el libro de relatos Mentes perversas (2009) y la novela Raazbal (2010), así como el guión del premiado cómic En el zulo (2012). Esta es su primera novela de género negro publicada, aunque asegura que no será la última.

Nota: sinopsis, datos técnicos y biografía tomados de la web de Ediciones Versátil. Imágenes que acompañan al cuerpo de la reseña, de google imágenes. 


17 comentarios:

  1. GRacias a Dios son novelas. Como fueran reales los crímenes que nos narrán las fantasticas novelas negras del momento no quedaba nadie vivo en este país. Me paetece leerla, no conocía esta novela. Me la apunto.

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  2. Lo disfruté muchisimo, me encantó, incluso me dio la sensación de que podría haber segunda parte, cosa que agradecería después del grado de adicción que me creó. Un beso

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  3. Pues hay cosas de la novela que no me invitan a leerla, pero si tiene tintes de Levecraft creo que tengo que leerla :-)
    Besos!

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  4. Estupenda reseña Francisco. Esta novela la tengo apuntada desde que Manuela la reseñó. Me apetece un montón.

    Besos

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  5. Lo tengo esperando en le Kindle.
    Besos

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  6. Me encantaría leerlo! He leído muy buenas reseñas del libro.
    Besos

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  7. Tiene muy buena pinta esta novela, ya me la había anotado por otras reseñas
    Besos

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  8. Muy buena reseña, ya lo tenía apuntado, ahora sube puestos, besotes

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  9. Este pinta muy bien, igual me animo
    un beesote

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  10. ¡Hola!
    No me gusta demasiado la novela negra pero, más que por el género, debería probar por el autor, si tan bueno es.
    ¡Un saludo!

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  11. El género me gusta y me alegra que los autores españoles estén despuntando dentro de él pero tengo la impresión de que algunas escenas puedan ser un tanto fuertes para mí. Lo que sí me agrada es que tenga conocimiento del funcionamiento de una investigación.

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  12. Veo que la has disfrutado pero yo estoy un poco saturada con el género y por ahora servida. Quizás en un futuro.

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  13. Me gustaría leerlo, pinta muy bien =)

    Besotes

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  14. Este lo descubrí hace meses en el blog de Manuela y ya me dejó con muchas ganas de leerlo, y hoy has vuelto a hacerlo. La pila de libros "deseados" es interminable, pero este es desde luego uno de ellos.
    Besos.

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  15. Tienes razón, se está escribiendo muy buena novela negra en España; quizás si fueran historias noruegas, estarían ya en todos los cines. Tomo nota. Abrazos.

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  16. Pues parece del tipo de libros que me gustan. Apuntadito queda.
    ¡Nos leemos! :)

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