Páginas

jueves, 29 de agosto de 2013

El espía, de Clive Cussler y Justin Scott





Hoy os traemos, reseñada por Isa, del blog Copiando Libros  , El espía. Gracias a la editorial Plaza & Janés por facilitarnos el ejemplar. 

Sinopsis:

Una noche de 1908, un hombre de rasgos orientales entra furtivamente en un arsenal de Washington y coloca los explosivos que causarán la muerte de Arthur Langner, el ingeniero naval más respetado del país, mientras interpreta una pieza de piano. Una serie de pistas confunden a la policía, que dictamina que se trata de un suicidio. Sin embargo, Dorothy Langner, la joven y bella hija del ingeniero, no cree ni por un momento que su padre se quitara la vida y acude a la agencia de detectives Van Dorn para aclarar las circunstancias de su muerte.

Desde la primera entrevista, Isaac Bell, el detective más prestigioso de la firma, cree la versión de la joven, así que decide ayudarla y unir fuerzas hasta esclarecer qué pasó aquella noche.

Opinión Personal:

 
Me he llevado una grata sorpresa con este libro. Me atrajo su sinopsis cuando la leí pero, una vez terminado, he quedado más convencida puesto que simplemente es un avance de lo que nos vamos a encontrar. Hace tiempo que las editoriales me defraudan presentándonos algo que luego no encontramos o bien relatando todo el argumento. En esta ocasión han tenido el acierto de ofrecernos un caramelo para atraernos y, una vez metidos en faena, descubrimos todo lo que se esconde en esta adictiva novela.

Es el 3º de una serie protagonizada por Isaac Bell. Sé que hay gente a la que no le apetece aventurarse en una serie ya empezada, pero para mí no ha sido ningún inconveniente. Creo que las historias de detectives, al ser conclusivas, nos permiten leerlos independientemente. Evidentemente, somos conscientes de que hay algunos personajes que ya han aparecido anteriormente pero están perfectamente integrados en la novela.

El autor, además de escritor, se dedica a la búsqueda de barcos naufragados. El conocimiento que tiene de ellos se hace patente en la lectura.

Bell observó desde la esquina de un almacén. El estrecho yate, que medía por lo menos treinta metros de eslora, tenía un casco de acero pintado de blanco como la lustrosa hoja de una navaja, un alto puente de mando en medio del barco y una alta chimenea en popa. A pesar de su aspecto práctico, estaba lujosamente acabado con accesorios de latón y caoba barnizada. Amarrado de manera incongruente entre las sucias embarcaciones comerciales, quedaba bien escondido.

El libro está dividido en 5 partes tituladas que concluyen con el misterio que se plantea al comienzo de cada una resuelto y, el avance del que nos vamos a encontrar en la siguiente. Esta sensación de suspense impide que dejemos la lectura y tengamos que continuar leyendo para saber qué es lo que va a pasar.

La historia transcurre en 1908, lo que hace la indagación mucho más interesante puesto que las comunicaciones se hacen prácticamente a base de telegramas y, el hecho de no disponer de la información de forma inmediata, hace que el trabajo del detective sea un poco más complicado.

Si bien la novela comienza con la investigación de un suicidio que podría ser un asesinato, no será ésta la parte central de la historia, sino la de descubrir la identidad de un espía que está intentando acabar con la flota americana unos años antes de la Primera Guerra Mundial. Es en este punto donde el autor me ha ganado por completo, no sólo juega con la nacionalidad del espía, por lo que no sabemos que país es el que está detrás de los ataques; sino que, al presentarse con varias personalidades no conseguimos identificarlo. Sin duda, lo mejor del libro es el trayecto en tren, durante el que el espía se siente perseguido por Bell y muestra su temor, pero nosotros no sabemos bajo cuál de los viajeros se esconde ese hombre. Eso sí, nos presenta un candidato especialmente sospechoso para luego descartarlo y luego volver a hacernos dudar de él. Y entre parada y parada de tren Bell tendrá que bajar para enviar y recibir telegramas que le ayuden a descubrirlo.

Es la primera vez, por lo menos que yo recuerde, que termino un libro y me apetece leerlo inmediatamente. El autor ha sabido jugar conmigo y engañarme, me apetece empezar otra vez ahora que ya conozco la identidad del espía.

Clive Cussler ha sido un gran descubrimiento, así que no dudaré en repetir con él. Creo que no encontraré una mejor recomendación para los amantes de la novela de detectives, pese a que no me apasiona la novela histórica, el ambientarlo en esta época es toda una novedad dentro del género.

Reseñada por Isa, del blog Copiando Libros. 

Los autores: 
  
Clive Cussler vivió desde su infancia en Alambra, California, estudiando en el Pasadera City College hasta ingresar en las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos, participando en la Guerra de Corea. Tras licenciarse, trabajó en publicidad, primero como redactor y después como director creativo en dos importantes empresas, llegando a obtener un León de Oro en el Festival Publicitario de Cannes. Aventurero y arqueólogo marino, había comenzado a escribir en 1965, y fue en 1969, cuando presentó un libro sobre hechos reales como tesis doctoral en el Maritime College de la Universidad Estatal de Nueva York, siendo excepcionalmente aceptado y obteniendo un doctorado en Letras. Creador de la Nacional Underwater and Marine Agency, es miembro del Explorer Club de Nueva York, La Royal Geogrphic Society de Londres y la America Society of Oceanographers. Sus novelas, han aparecido en numerosas ocasiones en las listas de éxitos de The New York Times.

Es autor de libros relacionados con el mar, y novelas de aventuras, también marítimas, protagonizadas por Dirk Pitt, un personaje a semejanza del autor, muy realistas y con gran despliegue de dispositivos tecnológicos.
 
Escritor e historiador americano, Justin Scott es un autor dediado a la literatura de intriga y misterio.

Además, Scott también ha firmado numerosos libros bajo el seudónimo de Paul Garrison.
De entre su obra cabría destacar títulos como Pesadilla en el mar o El cazador de barcos.
Datos técnicos:


Título: El espía
Título original: The Spy
Autores: Clive Cussler y Justin Scott
Editorial: Randon House Mondadori
Sello: Plaza & Janés. 
Nº de páginas: 448
Publicación: Julio 2013
Serie: 3º Isaac Bell




12 comentarios:

  1. Me gusta la biografía complementaria que has puesto, creo que este autor merece la pena descubrirlo.

    ResponderEliminar
  2. Es la primera vez que lo veo y me tiene muy buena pinta.

    Un besiño

    ResponderEliminar
  3. Las primeras novelas de Cussler eran entretenidas y buenas. Majillas, vamos. Pero digamos que desde la quinta, más o menos, se repite más que el ajo. Tiene fijación freudiana con intentar justificar el robo arqueológico por medio mundo (siempre que lo haga una empresa de EEUU, claro).

    Le echa una caradura literaria impresionante. En una de sus primeras novelas, la acción transcurría en la búsqueda del Titanic y lo imaginaba intacto en el fondo del mar. Cuando Ballard descubrió que estaba destrozado, en una novela posterior hizo que el protagonista, Dirk Pitt, "encontrara" el Titanic destrozado, como si la anterior novela no hubiera existido nunca. O sea, cambiando su propia linea argumental.

    En todo caso, hace muchos años que Clive Cussler vive de las rentas y perdió toda la frescura y la originalidad. Y lo de firmar con Justin Scott es de traca. Vamos a ver, señores, que Justin Scott es SU NEGRO. Es el negro que ha tenido durante años, (cuando empezó a estar muy mayor la editorial le puso un negro) y simplemente es el que ahora escribe las novelas. Es una típica costumbre de las editoriales yanquis, de la que Stephen King escapó por pies: ponerle negros a un escritor, y cuando se le acaban las ideas o el negro amenaza con tirar de la manta, (como pasó con Tom Clancy), empiezan a sacar novelas "en colaboración". Pero si sabe a negro, parece negro, huele a negro, y sabe a negro... no hay duda de que es un NEGRO.

    NEGRO: Dícese del pringaillo contratado por la editorial para escribir las novelas del famoso de turno que, o bien no sabe escribir, o ya perdiñó las ideas, o es demasiado rico y vago para sacar la novela anual que le exige la editorial.

    Lo siento, para mi Clive Cussler actualmente es la representación de la falta de moralidad y ética profesional de algunas editoriales. Luego se quejan del pirateo y de la falta de lectores. En internet actualmente, en sitios como Amazon, hay escritores indies que le dan de leches a Clive Cusler en estilo, en imaginación y en honradez profesional.

    UNAS PUNTUALIZACIONES: Clive Cussler NO es miembro de la Royal Geographic Society de Londres. Es una de esas mentiras que se suelen poner en la wiki. Es socio a secas. o sea, yo pago la cuota y me envían la revista. Sí que es miembro de la America Society of Oceanographers, sociedad yanqui a la que pertenecen todas las empresas de cazatesoros de yanquilandia, incluyendo la famosa Odissey, que intentó robar recientemente el tesoro de La Mercedes.
    Clive Cusller NO es arqueólogo submarino. Ni de coña. Es un publicista que se hizo rico y fundó al jubilarse una empresa de cazatesoros. es la típica persona a la que los arqueólgos de verdad querrían ver en la cárcel por ladrón de tumbas.
    Siento hundir las ilusiones de muchos admiradores de él, y la versión falsificada por la editorial que hay en la wiki. pero hasta la vida de Clive Cussler es un fraude, aunque esta vez no está escrito por negros.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Teodosius, esta es la primera novela que leo de este autor (o de su negro), a mi personalmente me da lo mismo quién lo ha escrito, sólo sé que me lo he pasado muy bien.

      Eliminar
    2. Teodosius, ¿puedes demostrarnos cómo sabes que el otro autor es su negro?. Para afirmar una cosa así hay que estar muy seguro y dar pruebas fidedignas de que es quien le escribe las novelas. En fin, es una opinión tuya y, como tal, hay que respetarla.

      Eliminar
    3. Francisco, sabes perfectamente que eso es imposible de demostrar. Simplemente se descubre por varias "pruebas circunstanciales":

      - El modus operandi. Las grandes editoriales americanas siempre siguen el mismo modus operandi. Observa a autores de best seller de EE.UU. A Clive Cussler le añadí el caso de Tom Clancy. Cuando están vejetes como Cussler o ricachones como Clancy, invariablemente empiezan a escribir novelas "en colaboración". Casualmente siempre con un escritor segundón a sueldo de la propia editorial al que antes se le conocían algunas obrillas, pero nada serio en realidad.

      - Se sabe también POR LA EDAD. Hombreee, que Cussler nació en 1931. Y las rumores dicen que anda bastante mal de salud. George R R Martin está en ese mismo caso, y escribe lento como una tortuga. Arthur C. Clarke escribió a los 82 años El Martillo de Dios, pero reconoció que le habían ayudado. ¿Tengo que creerme que un vejete con mala salud escribe tochos de novelas y aún le queda tiempo para dirigir su empresa de esquilmadores del patrimonio artístico, y pasarse semanas recorriendo EEUU de promoción? Lo siento, pero yo no creo en los Reyes Magos.

      - Se sabe también que eso pasa en el mundo editorial de EEUU (y en el de España, que podríamos dar nombres de alguno que chulea en su página de la wiki de escribir 18 libros al año) porque ha habido escritores que dando muestra de pundonor y de ética profesional, lo han reconocido y denunciado publicamente, como Stephen King.

      No se puede, por tanto, señalar a un señor y pintarlo de negro, pero sí que se puede denunciar que hay un ligero olor a podrido en su obra literaria. De la misma manera que se puede denunciar que las editoriales de EE.UU se están cargando la literatura llenándola de subproductos diseñados por técnicos en márketing.

      En todo caso, si lo prefieres, retiro mis acusaciones de tener negros, aunque eso no va a impedir que el mundo literario suelte unas risitas cada vez que oye hablar de ética profesional en las editoriales de EEUU. No quiero crear polémica. Sólo mantengo una de las acusaciones, y ésa no me la callo. Clive Cussler es un ROBATESOROS. Roba el patrimonio artístico de países, y tiene la caradura de intentar justificarlo en sus novelas, como si los países del tercer mundo fueran imbéciles y EEUU el salvador de la cultura de la humanidad.

      Puedo perdonarlo que tenga "colaboradores" (¿lo prefieres así?). Pero no puedo perdonarlo que diga ser arqueólogo sin poseer un sólo título que lo avale, es un insulto para los verdaderos profesionales que estudiaron Historia y sacaron la licenciatura (me da igual el país), y encima destroce pecios hundidos y robe el contenido, tal y como hicieron sus colegas de la Odissey hace unos meses con La Mercedes.

      Eliminar
  4. No lo he leído pero sí unas cuantas novelas de este autor, que me gustaron mucho (especialmente las protagonizadas por Dirk Pitt). Mucha acción, mucha aventura, mucho ritmo y, en definitiva, mucho entretenimiento
    Besos

    ResponderEliminar
  5. No conocía la novela y me has dejado con muchas ganas. Tendré que hacerle hueco.
    Besotes!!!

    ResponderEliminar
  6. Un autor del que he visto varias novelas con temas muy interesantes y que tengo que estrenarme con él.

    ResponderEliminar
  7. No me llama demasiado la atención (eso sí, he flipado con algún comentario...) :o
    Gracias!

    ResponderEliminar
  8. Cuidado con Cussler. Como fan español nº 1 (y sé de lo que hablo, pues lo mío llegó casi a ser obsesión) puedo asegurar que hay que saber elegir qué se lee de él. Las primeras novelas protagonizadas por Dirk Pitt son todas recomendables, aunque yo aconsejo empezar con "Sáhara" o "El oro de los incas". Las series paralelas están escritas por otros autores, incluyendo esta de Isaac Bell que, por cierto, es la mejor de todas, ya que Justin Scott es un notable escritor de aventuras marítimas. Bajo ningún concepto se debe empezar leyendo ninguna de las coescritas con Paul Kemprecos, Craig Dirgo, Jack Du Brul, Grant Blackwood o Dirk Cussler (sí, su hijo), pues su calidad es muy inferior a las citadas.

    Sabiendo esto, es un autor altamente disfrutable si lo que se buscan son novelas de acción y aventuras con un toque de disparate. Muchas de ellas tienen más de 400 páginas y a mí me suelen durar a lo sumo 3 ó 4 días.

    ResponderEliminar