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viernes, 19 de abril de 2013

Barrendero, enterrador, ferroviario, de Jon Lauko


Sinopsis:


En aquellos años oscuros de la posguerra española, en la década de los cincuenta, un hombre con "pocas luces" ―Agapito― sobrevive con tres trabajos humildes: barrendero, enterrador y ayudante del guardagujas en una estación de tren.


Las circunstancias de la muerte de una niña atropellada en un túnel hacen pensar a Agapito y a su amigo, el cabo Antero, que no ha sido un accidente. Las pesquisas encaminadas al esclarecimiento del hecho desencadenarán otras muertes, hasta llegar a una verdad con varias aristas que solo el lector llegará a conocer...


«Desplegó el cabo Antero sobre la mesa de gres un hato, cogió en un abrazo la ropa de la chiquilla y la dejó caer con esmero, respeto y cuidado en el pañuelo, atando las puntas para recogerlo todo. Y, al hacerlo, algo casi imperceptible cayó al suelo, junto a una pata de la silla, sin que ninguno de los dos se diera cuenta»

Opinión personal:
  
Barrendero, enterrador, ferroviario es la segunda novela de Jon Lauko, seudónimo con el que firma sus obras el profesor Francisco Rubio (Calamocha-Teruel). Él mismo dice que «es una novela negra rural. De alguna manera se sitúa en el camino que abrió el genial García Pavón con sus personajes manchegos del guardia Plinio y su amigo y colaborador el veterinario Don Lotario».
 

La acción transcurre en Albónica, localidad ficticia que parece que se corresponde con restos de unas colonia romana encontrados cerca de la localidad de Calamocha. El autor, mediante un narrador omnisciente, logra hacernos partícipes de la vida del pueblo. Traza unos personajes creíbles, a los que conoceremos por su nombre, sus rasgos físicos y sus hábitos diarios así como el oficio que desempeñan. Nos llevará por las diversas calles y plazas del mismo y viajaremos en tren hasta la capital turolense. Un tren que forma parte de la vida diaria de esa población, y es el vehículo de transporte que utilizarán los personajes y veremos cómo formarán parte del paisaje que nos describirá el escritor calamochano. Un paisaje que sufrirá las inclemencias del crudo invierno, con sus continuas nevadas, ventiscas y el frío gélido reinante con el que deberán convivir los vecinos. 

El pueblo es pequeño y, como suele pasar, las noticias corren de boca en boca. En esta ocasión, la comidilla será la muerte de la niña que fue arrollada por un tren en un túnel que hay a las afueras de la localidad. Oficialmente será una muerte causada de forma fortuita por una actuación indebida de la chiquilla pero Agapito el enterrador y el cabo Antero no lo tienen claro. Ambos iniciarán las investigación para esclarecer los hechos. Cada uno a su manera. Hay un principal sospechoso y ese es Avelino, un pordiosero que vive en el túnel en el que apareció el cadáver y que tiene un parentesco lejano con el enterrador. 


Este halo de misterio que envuelve el «caso Avelino» se verá  alterado con la aparición de nuevas muertes, que enturbiará más la vida y la relación y desconfianza entre los vecinos de Albónica. Quién más se verá afectado por las habladurías será Agapito el enterrador, un hombre de pocas luces, al que miran con cierta desconfianza. 

Jon Lauko crea una buena ambientación en la que se desarrolla la trama. Nos transporta a la posguerra y más concretamente al año 1956. Nos damos una idea clara de cómo era la vida en aquella época. Las tabernas del pueblo serán lugares de encuentro de sus ciudadanos, en donde pasan sus momentos de ocio y se mantienen informados de primera mano de los acontecimientos que se van sucediendo. Visitaremos los domicilios de los personajes y seremos partícipes del ajetreo que hay en las dos estaciones o en el cuartel de la Guardia Civil.

El ritmo de lectura es un tanto pausado provocado por ese realismo que nos encontramos a lo largo de los dieciséis capítulos que conforman la novela. Con ello, el autor consigue que nos sintamos un personaje más pues nos podemos imaginar claramente las escenas que nos relata. El lenguaje es sencillo pero muy cuidado en el que, de vez en cuando, nos encontraremos con palabras que se utilizaban en aquella época al referirse a objetos cotidianos que ahora apenas se emplean.

Barrendero, enterrador, ferroviario es una novela en el que personajes como Andrés el molinero, Felicitas la telefonista, Serafín el guardajugas, el cabo Antero o Agapito el enterrador intervienen de una forma directa o indirecta en la resolución del caso. Este efecto dominó provoca que sigamos con interés los capítulos y nos mantenga intrigados hasta el final. Son 176 páginas que merecen la pena ser leídas y conocer así a estos singulares investigadores.


 El autor:

Jon Lauko es el seudónimo con el que firma el profesor Francisco Rubio, que trabajó como catedrático de Matemáticas en varios institutos de enseñanza media y como profesor de Álgebra de la Escuela de Caminos de Barcelona.

Además de publicaciones de carácter profesional, tiene editado un pequeño libro de viajes titulado Viaje a la Comunidad de Albarracín (Comunicación Literaria de Autores, Bilbao 1980), numerosos cuentos, relatos y artículos viajeros en diferentes periódicos y revistas y la novela titulada  Donostia (Meteora, Barcelona 2011).


Barrendero, enterrador, ferroviario es su segunda novela.



Título: Barrendero, enterrador, ferroviario
Autor: Jon Lauko
Ediciones Atlantis (Primera edición, Octubre de 2012)
ISBN.: 9788415449928
Nº páginas: 176

Fuentes: www.xiloca.com

Puntuación Reto Cruce de Caminos: 7/10

9 comentarios:

  1. Parece una lectura interesante aunque creo que hay que cogerla en un momento determinado por ese estilo que dices, pausado.

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  2. Pues no me disgusta lo que nos cuentas aunque si que es cierto que sea algo lento o pausado requiere que cojas el libro con tiempo...pero creo que me podría gustar.
    Un beso!

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  3. No me llama a primera vista; ahora mismo no estoy para ritmos pausados... 1beso!

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  4. Me la apunto sin reservas, porque me va a encantar seguro ese aire rural tanto en la ambientación como en el lenguaje.
    Gracias por la reseña Paco
    Un abrazo y feliz finde

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  5. éste lo dejo pasar, no es de los míos creo yo. Un besote!!

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  6. No conocía el libro pero por lo que cuentas parece una lectura interesante, aunque habrá que tener en cuenta el ritmo a la hora de animarse con ella
    besos

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  7. No sé porque pero me gustan los libros ambientados en la posguerra. Me lo apunto.
    Un beso

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  8. No conocía este libro. El argumento me llama así que me lo dejo anotado, a pesar de ese ritmo lento que señalas.
    Besotes!!!

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