El final del ave fénix, de Marta Querol

Sinopsis:
Dos familias. Dos niños. Dos mundos diferentes y un solo destino. Elena Lamarc y Carlos Company nacen en una España convulsa, separados por la distancia y las diferencias sociales.

Crecen en mundos paralelos, sin conocer el afecto de una familia al uso.
Elena como una más de las posesiones materiales de sus padres, un matrimonio frívolo y de clase alta que consigue escapar de los efectos de la contienda aunque entre las paredes de su lujosa mansión las miserias del alma tapicen cada rincón.
Carlos, el pequeño de una familia modesta, pierde a su madre sin apenas conocerla y se cría bajo el mando austero de sus tíos, con la familia dividida y soportando los rigores de la guerra.

Será la guerra la que cruzará los destinos de dos niños que nada tienen en común salvo lo poco común de su niñez.

En la edad adulta Carlos y Elena comparten una tormentosa relación en la que los negocios y la pasión se entremezclan peligrosamente, obligándoles a enfrentarse con sus propios fantasmas. En un entorno plagado de intrigas y situaciones límite, Elena tendrá que luchar contra su familia y contra la época que le toca vivir, para conseguir forjarse el futuro que ambiciona en un mundo de hombres. 

La historia de los Lamarc y los Company desde 1934 hasta nuestros días cobra vida en El Final del Ave Fénix, ópera prima de la escritora Marta Querol Benèch -una de los diez finalistas en el Premio Planeta 2007-. La novela, con una prosa diáfana y ágiles diálogos, muestra las entrañas y convencionalismos imperantes en la España del siglo XX, la lucha de la mujer por encontrar su lugar en la sociedad y nos sumerge por completo en unas vidas que no dejan indiferente a nadie en un homenaje a las mujeres de otra época que emocionará a todos.

«La verdad es que no le costó demasiado seducirlo, pero su noviazgo fue muy accidentado y su madre jugó un papel crucial para convencer a los hombres de la familia de que la dejaran en paz. Al fin de cuentas pertenecía a una familia respetada, además de católica, que tenía una buenísima posición, y ante todo Lolo lo quería con desesperación. ¿Qué problema le veían? Su fama de mujeriego no era ni mejor ni peor que la de tantos otros jóvenes de su época»

 

Opinión personal:

El final del ave fénix es una novela cuya portada nos invita a que le demos una oportunidad. Y no dudé en dársela. Sus páginas encierran una historia que se desarrolla en una época convulsa. Una época en la que el hombre, el marido, el padre, el esposo, era quien dominaba todo. Ellas no podían dar un paso sin su consentimiento. La mujer era un complemento más de la casa en la que vivía. Ese era su rol. Lo demás, según los hombres, era una utopía. Pero nuestra protagonista, Elena Lamarc, iba a demostrarnos que ellas también podían y tenían arrestos para dirigir un negocio, para colocarse a la misma altura que los hombres. Pese a los prejuicios de la sociedad conservadora de la época fue venciendo los obstáculos y con tesón conseguir sus propósitos.

La historia comienza en la actualidad. En el prólogo, es su hija Lucía quien nos narra, en primera persona —al igual que el epílogo— los momentos duros que le tocó vivir junto a su madre, enferma terminal de cáncer. Un prólogo duro, estremecedor, en el que asistimos al final de una persona que había demostrado fuerza, que había sido como el ave fénix, una mujer que había conseguido llegar a ser independiente, a tener su propio negocio, a perderlo casi todo pero también a remontar el vuelo. Era una mujer tenaz que siempre había vencido a las adversidades. La trama de la novela, ya narrada en tercera persona, está dividida en cuarenta y un capítulos, agrupados en tres partes, en la que iremos conociendo cómo fue la infancia, juventud y madurez de Elena Lamarc. Una trama en la que, mediante saltos en el tiempo, conoceremos a las dos familias de esta preciosa pero al mismo tiempo conmovedora historia. Conoceremos los orígenes de los Atienza y los Company. Dos familias que, como bien se dice en la sinopsis, pertenecen a dos mundos diferentes, a dos clases sociales distintas, pero que su destino estaba llamado a confluir en las personas de Elena y Carlos.

Marta Querol nos va presentando a los personajes con los que nos iremos familiarizando. Son unos personajes muy bien perfilados, iremos conociendo su forma de pensar, de ver las cosas. Empatizaremos con unos y odiaremos a otros. Unos personajes que nos ayudan a darnos una idea de cómo era la  sociedad de la España de aquella época. Una sociedad en la que cada uno sabía o debía saber el lugar que ocupaba, o por lo menos, aparentarlo. Y ese era el caso de los progenitores de Elena, Dolores y Gerard Lamarc. Pero la otra cara de la moneda estaba en Carlos Company y su familia. Dos familias que comenzarían sus vidas en Alicante pero que distintos motivos los trasladarían a Valencia. Los Lamarc habían crecido económicamente y deciden trasladarse a la ciudad del Turia para asentarse entre lo más granado de su sociedad. Serían distintos motivos los que llevarían a los Company a instalarse en Valencia.

Valencia era una ciudad en la que empezaba a haber un cierto desarrollo industrial. Empezaban a florecer los negocios. Los Lamarc no iban a ser menos y ellos también tuvieron su pequeño imperio, aunque era un imperio con los pies de barro pues el derroche era continuo en esa familia: las vacaciones en Formentor, el yate, el viaje a Nueva York, ... Un ritmo de vida al que Dolores, Lolo, la señora Lamarc, estaba acostumbrada pero un ritmo de vida que también le iba a traer muchos disgustos: los líos de faldas de su marido que ponían en peligro su débil matrimonio, pues de cara a la galería eran una pareja perfecta pero en casa era donde se vivía la realidad, donde las broncas eran continuas, las ausencias del marido preocupaban, las habladurías iban haciendo mella.

Elena, su hija Elena, una niña a la que tenían como una propiedad más, era el único apoyo que le quedaba a su madre. Pese a la frialdad con la que era tratada ella siempre estaba allí hasta que, aprovechando el viaje de sus padres, se acerca a Confecciones Lamarc y a Bebé Parisién y empieza a interesarse por el negocio. Aquí empieza su nueva vida. Una vida que le haría despertar y darse cuenta de la falsedad en la que vivían, en la que ese ritmo de gastos no lo podían llevar. Se dio cuenta, entonces, de que si quería salvar a su familia, o parte de ella, tenía que hacer algo por su cuenta. El interés por la industria de sus padres creció y en ella aprendió todo lo que le hacía falta para poder llevar a cabo sus ideas. Unas ideas que se harían realidad, que le costarían enfrentamientos, que le llevaría a la incomprensión de su ya marido, Carlos Company, que sería la causa del distanciamiento entre ambos.

El final del ave fénix es una novela en la que Marta Querol sabe engarzar todo el entramado que rodea a la historia principal. Con una prosa ágil y unos diálogos cortos y directos nos vamos sumergiendo en una Valencia que empezaba a formarse como la ciudad que hoy es, pues Valencia es una protagonista más que empezaba a despuntar pero cuyo auge se vería interrumpido por la catastrófica riada de 1957 que anegó a la ciudad. Una ciudad que después volvería a recuperarse poco a poco de esa terrible desgracia. Por las diversas zonas de la ciudad del Turia nos irán llevando sus personajes. La nota de la autora que figura al final de la novela nos demuestra la labor de documentación que realizó para poder escribirla. Las calles y los locales por las que los veíamos pasar existían en aquella época. Alicante será también la otra ciudad clave de esta obra. Allí la guerra civil será la protagonista. Una guerra civil que será la causa de que lleguen a relacionarse  los Atienza y los Company.

 El final del ave fénix es una novela que nos engancha desde las primeras páginas, pese a la dureza del prólogo con el que comienza, pero luego la autora nos llevará magistralmente, a través de la vida de Elena Lamarc, por una historia que nos cautivará y nuestros sentimientos aflorarán conforme vayamos avanzando en su lectura. Una lectura que no nos dejará indiferente y que espero que también le pase lo mismo a quienes se decidan a leer esta preciosa obra. 

La autora:

Marta Querol Benèch nació y se crió en Valencia, (España). Se licenció en Ciencias Económicas y Empresariales, y estudió después dos máster de especialización. Comenzó como asesora de empresas en la implantación de sistemas y modelos de gestión para la excelencia, y terminó dirigiendo el departamento de calidad de una multinacional del sector de la iluminación.

Pero su auténtica vocación es la de escritora. Comenzó a escribir, fruto de una necesidad interior incontrolada, sacando tiempo de noches en vela para volcar lo que deseaba expresar en unas líneas . Aquellas primeras líneas reflejaron una vocación que latía en su interior.

 Ese impulso creativo se convirtió en el prólogo de su primera novela, 'El final del Ave Fénix' (2008), con la que participó en la 56 Edición del Premio Planeta de Novela. Fue una de las diez finalista de ese año, y la confirmación de que había emprendido el camino correcto.

Desde entonces no ha dejado de escribir. Colaboró desde octubre de 2007 hasta julio de 2011 en el periódico valenciano «Las Provincias» (Grupo Vocento) con un artículo semanal, ha escrito varios relatos cortos, ha colaborado en distintas publicaciones locales y foros de literatura, y participa como jurado en certámenes de relatos. Su cuento infantil  «El niño que se convirtió en Rey Mago» salió publicado en la antología ilustrada, Ilusionaria, de carácter benéfico.

Ha terminado su segunda novela, «Las guerras de Elena», ya publicada por B de Books y continua con la tercera y última parte de esta peculiar trilogía.

Título: El final del ave Fénix
Autora: Marta Querol
Editorial: Ediciones B (1ª edición, noviembre 2012)
Edición de bolsillo, tapa blanda.
ISBN: 9788498727166
Nº páginas: 526