Páginas

sábado, 26 de mayo de 2012

John Wayne




Hay actores que protagonizaron películas inolvidables sobre el oeste americano que se destacaron por alguna de las cualidades que marcaban al protagonista: la rapidez de Alan Ladd en Raíces Profundas, la entereza de Gregory Peck en Horizontes de grandeza, el valor de Gary Cooper en Solo ante el peligro, la puntería de James Stewart en Winchester 73 o  la frialdad de Clint Eastwood en Sin Perdón. Desde luego, para los amantes del buen cine del oeste sería difícil elegir cuál de ellas es la mejor. Yo me quedaría con todas, aun siendo un gran admirador de Clint Eastwood.

Pero todos alguna vez jugamos de pequeños a los vaqueros. Se elegían quiénes eran los buenos y quiénes los malos y empezaba la acción. Pero de una cosa si que estoy seguro: todos queríamos ser como...John Wayne. Todos admirábamos a este vaquero, el héroe que representaba los valores de la lealtad, la fortaleza y la honradez. Cada una de las cualidades de los protagonistas de las películas antes citadas estaban conjuntadas en John Wayne. 

John Wayne (Winterset, Iowa, Estados Unidos, 26 de mayo de 1907 – Los Angeles, California, EEUU, 11 de junio de 1979). Marion Robert Morrison, aunque sus padres cambiaron el nombre a Marion Mitchell Morrison cuando decidieron llamar a su siguiente hijo Robert. Su familia era presbiteriana. Su padre, Clyde Leonard Morrison, era descendiente de escoceses e irlandeses e hijo de un veterano de la Guerra Civil Estadounidense, mientras que su madre, Mary Alberta Brown, era descendiente de irlandeses. En 1911 toda la familia se mudó a Glendale, California. Fueron los vecinos de Glendale quienes comenzaron a llamar a Wayne Big Duke porque siempre estaba con su perro Airedale Terrier que se llamaba Little Duke. Él prefería Duke a Marion, por lo cual este nombre le quedó por el resto de su vida.

Sus primeros años estuvieron marcados por la pobreza. Duke era un estudiante bueno y popular. Alto para su edad, fue un jugador estrella de fútbol americano en la escuela secundaria de Glendale y fue reclutado por la University of Southern California (USC).

En esta universidad fue miembro de los Trojan Knights y se unió a la fraternidad Sigma Chi. Wayne también jugó en el equipo de fútbol americano de la universidad bajo las órdenes del legendario entrenador Howard Jones. Una lesión sufrida aparentemente mientras nadaba cortó su carrera deportiva, y también perdió su beca deportiva, por lo que no pudo finalizar sus estudios en la USC. 

Mientras estaba estudiando, Wayne comenzó a trabajar cerca de los estudios de filmación locales. La estrella de cine Western Tom Mix le ofreció un trabajo temporal durante un verano a cambio de entradas para los partidos de fútbol, y Wayne pronto comenzó a tener pequeños roles e hizo amistad con el director de cine John Ford. Durante este período Wayne apareció junto con sus compañeros de equipo de la USC como jugador de fútbol en la película Maker of Men de Columbia Pictures, protagonizada por Richard Cromwell y Jack Holt. En la película, Wayne aparece en los créditos como Marion Morrison.

 Raoul Walsh buscaba un protagonista para su película La gran jornada. Su amigo John Ford se acordó entonces del joven “Duke” Morrison y le recomendó. La película no fue gran cosa, pero gracias a ella nació John Wayne. Y es que a Walsh no le gustaba el nombre de Morrison y decidió bautizar al debutante con el nombre que, pasados los años, definiría la esencia del western. 

Wayne participó en alrededor de sesenta películas de bajo presupuesto (dramas, comedias, películas de aventuras y sobre todo westerns), con directores como Joseph Kane, George Sherman o Robert N. Bradbury (para Monogram Pictures), y por supuesto John Ford, con quien hizo Legado trágico (1928), Cuatro hijos (1928), Shari, la hechicera (1929), El triunfo de la audacia (1929), Tragedia submarina (1930) y El intrépido (1930). Y así hasta que llegó La diligencia en 1939. Esta obra maestra de John Ford regaló a Wayne el papel del forajido Ringo Kid –callado, noble, valiente– y le catapultó a la fama. Con los años, el binomio Wayne-Ford daría como resultado varias colaboraciones maestras para el cine.


La diligencia es un clásico del cine, filmado dentro del genero del western, dirigido por John Ford y protagonizado por un John Wayne todavía en los comienzos de su carrera. Ganó dos Oscars, al mejor actor de reparto (Thomas Mitchell), y a la mejor música, y obtuvo otras cinco nominaciones, a la mejor película, al mejor director, a la mejor dirección artística, a la mejor fotografía, y al mejor montaje.

 En La diligencia nos encontramos con personajes muy variopintos que emprenden un largo, duro y peligroso viaje en diligencia. Entre ellos, un fuera de la ley en busca de venganza, una prostituta a la que han echado del pueblo, un jugador, un médico, la mujer embarazada de un militar, un sheriff. Las relaciones entre ellos serán difíciles y tensas. Además, durante el viaje, tendrán que afrontar el ataque de una partida de indios apaches.

 La década siguiente es enormemente fructífera para el Duke. A comienzos de 1940, volvería a trabajar con su “padrino” Raoul Walsh en el western. durante toda la década iría poco a poco forjando su carácter de héroe, gracias a títulos fordianos como Hombres intrépidos, No eran imprescindibles, Los tres padrinos, Fort Apache, La legión invencible y Río Grande.

Estos tres últimos forman la llamada “Trilogía de la caballería”, un fresco épico y nostálgico de la vida en la frontera, donde la amenaza de los indios y la aspereza del desierto sólo eran comparables con las audaces hazañas de los pioneros militares en tierras de conquista.






Río Grande es una de las mejores películas del oeste de John Ford.  En ella, Un veterano coronel está al frente de un fuerte fronterizo que intenta parar los ataques de los apaches. Su hijo se alista en el regimiento, tras haber fracasado en la academia militar. Tras él, llega su madre, dispuesta a sacarle de allí, que se reencuentra con su marido después de muchos años de separación. Al mismo tiempo, la guerra se recrudece.

Río Bravo y Río Lobo serían otras memorables películas que rodaría junto al genial John Ford.  En Río Bravo encarna al sheriff Chance encarcela por asesinato al hermano de un poderoso terrateniente cuyos hombres intentarán liberarlo. Para impedirlo, Chance cuenta con la colaboración de dos ayudantes: un alcohólico (Dean Martin) y un viejo tullido (Walter Brennan), a los que se une un joven y hábil pistolero llamado Colorado (Ricky Nelson). Todos quedarán encerrados en la cárcel de la oficina del sheriff, roedados, incrementándose la tensión en el pueblo a la espera de que llegue la autoridad estatal para llevarse al detenido. En Río Lobo un grupo de confederados mandados por el capitán Pierre Cardona se dedica a robar los cargamentos de oro que transporta el ejército yanqui.

Con Howard Hawks. La película, Río Rojo, incluía al hondo y obsesivo personaje Tom Dunson.  En ella John Wayne es el ganadero Tom Dunson, que después de haber sobrevivido a una matanza de los indios y su hijo adoptivo Matthew Garth (Montgomery Clift) proyectan trasladar diez mil cabezas de ganado desde Texas hasta Missouri. Nadie hasta entonces había intentado una operación de tal envergadura.
Pero sería, sin lugar a dudas, Centauros del desierto la película que es considerada como una verdadera obra maestra del género. John Wayne es Ethan Edwards, un hombre solitario, que vuelve derrotado a su hogar, tras finalizar la Guerra de Secesión. La persecución de los comanches que han raptado a una de sus sobrinas se convertirá en un modo de vida para él y para Martin, un muchacho mestizo adoptado por su familia.

El dominio en la narración cinematográfica de John Ford, con tendencia al lirismo, la siempre excelente dirección de actores, la roturación psicológica de sus caracteres y la sabia utilización de los recursos técnicos (fotografía de Winton C. Hoch, música de Max Steiner) y escenarios (magistral plasmación del Monumental Valley) para enfatizar la fuerza emocional del relato, son algunos de los elementos fílmicos que hacen de "Centauros del desierto" uno de los grandes títulos de la obra del maestro Ford.

Durante la Segunda Guerra Mundial encarnó a héroes bélicos americanos, lo que en cierta manera contribuía a hacer propaganda política a favor de los EE.UU. Pero sin duda alguna, este actor destacó en el género del western, y si hubo un director que supo aprovechar sus cualidades ese fue John Ford. Sus trabajos se ajustaban ciertamente a sus ideales puesto que John Wayne fue un hombre conservador, republicano y anticomunista, y estos quedan demostrados en su primera película como director, "El Álamo" .
Fue nominado como mejor actor, al Oscar por "Arenas sangrientas", como mejor productor por "El Álamo" y consiguió el galardón por su interpretación en "Valor de ley" (película que fue sobre todo un homenaje al actor) y que supuso el reconocimiento a su carrera en el Séptimo Arte.



En ella John Wayne interpreta a un viejo agente del Gobierno, alcohólico y tuerto , es contratado por Mattie Ross (Kim Darby), una valerosa y obstinada joven, que se propone capturar al asesino de su padre. Contarán además con la colaboración de La Boeuf (Campbell), un ránger de Tejas. Una película con actores secundarios de lujo, como Glen Campbell, Jeremy Slaten o Dennys Hopper. 

Su última aparición pública fue en la ceremonia de los Oscars de 1978, un año después el 11 de Junio de 1979 a las 5.23h. John Wayne fallecía, un cáncer se lo llevaba. Su cuerpo reposa el el Pacific View Memorial Park de Newport, con el epitafio en castellano: " Feo, fuerte y formal ".

Fuentes: www.todocine.com, www.alohacriticon.com, www.decine21.com, www.filaffinity.com, www.canalhistoria.com, wikipedia.

6 comentarios:

  1. Un artículo estupendo, Paco. Me encanta Wayne.Además de ser un muy buen actor, es que su vida artística ha estado ligada a un director excepcional: John Ford. Justamente hace un par de días visionábamos en casa "La gran jornada" (The big trail, 1930), en la que aparece un John Wayne jovencísimo pero ya con una impresionante presencia ante la cámara. La peli tiene momentos casi documentales (que por otra parte, son los mejores) pero como película no es gran cosa. En fin, has hecho muy bien en destacar la carrera de este actorazo. Enhorabuena.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Ariodante. Desde luego que este gran actor es un icono del cine en este género. Vi muchas de sus películas, aunque la que mencionas no.

      Eliminar
  2. Magnífica semblanza del cowboy, por excelencia, Paco. Y es que, claro, estamos hablando del "Duke".

    Aunque, en realidad, sería injusto encasillarlo en este rol, olvidando la impresionante carrera que hizo en tantos otros géneros, además del western. John Wayne es uno de los iconos del cine de todos los tiempos.

    Salucines

    ResponderEliminar
  3. Tienes razón, Fernando, pero es como nos lo imaginamos. Como ese vaquero en el que todos nos queríamos reflejar, por los valores que representaba. Saludos. Paco.

    ResponderEliminar
  4. Precioso post, no sé con qué película me quedaría de él, era sencillamente genial. El Dorado me encantó, pero también Centauros y la mayoría de las que mencionas. Un abrazo!

    ResponderEliminar
  5. Gracias, Meg. Lo mismo me pasa a mí con sus películas. Bordaba las intepretaciones. Saludos. Paco.

    ResponderEliminar