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lunes, 31 de octubre de 2011

Rosalía siempre viva. ¡Viva Rosalía!

EXPOSICIÓN EN NOIA (A CORUÑA) 

Rosalía de Castro
(Santiago de Compostela, 24/02/1837- Padrón, 15/07/1885)


Ya desde entonces no tuve
quien me prestase calor
que el fuego que ella encendía
aterido se apagó
Ya no tuve desde entonces
una cariñosa voz
que me dijese: ¡hija mía,
yo soy la que te parió!

(fragmento del poema A mi madre, de Rosalía de Castro)

La Diputación de A Coruña presenta esta exposición itinerante, promovida por su área de Igualdad en colaboración con la Fundación Manuel María, como un homenaje a la poetisa gallega Rosalía de Castro, al cumplirse los 125 años de su fallecimiento. Exposición que recorrerá diversos municipios de la provincia. Del 17 al 31 de octubre del presente año podrá ser visitada en la Casa de la Cultura “Antón Avilés de Taramancos”, de Noia (A Coruña).

Primeda edición de Cantares Gallegos,
expuesta en la Ciudad de la Cultura de Galicia
La muestra está realizada con una gran seriedad y rigor y conformada por veinte paneles compuestos de elementos gráficos y textos que repasan los aspectos más relevantes de la vida y obra de Rosalía de Castro. Nos encontramos ante una Rosalía culta, revolucionaria, feminista y universal. Nos revela facetas de la poetisa antes desconocidas. Se podrá acceder también a recursos audiovisuales en los que el público puede interactuar con sus distintos elementos.

Rosalía, frágil y profunda, sombra y luz. Transitó por la vida con palabras, ya de revelación, ya de misterio, por caminos siempre adversos. Caminos ya marcados desde su nacimiento, pues fue hija natural del sacerdote José Martínez Viojo y de María Teresa de la Cruz Castro y Abadía, una hidalga soltera de escasos recursos económicos.

Los primeros años de su vida transcurren en casa de sus tías paternas, en Castro de Ortoño. Ya a la edad de cinco años su madre se hace cargo de ella. Dª Teresa de Castro fue figura fundamental en su infancia y determinante en su educación y a lo largo de toda su existencia. Es en Santiago de Compostela donde recibe una instrucción superior a la de otras jóvenes de su tiempo y condición. Conocía la lengua francesa, dibujaba con facilidad y, entre otros instrumentos, tocaba el piano, la guitarra o la flauta. Sus primeros versos los compone a los doce años. La joven Rosalía era una figura destacada del Liceo de la Juventud, donde trabó amistad con personalidades de la mocedad intelectual compostelana del momento como Eduardo Pondal y Aurelio Aguirre. El poemario “A mi madre” (1863) lo escribe en memoria de ella, tras su fallecimiento.

Manuel Murguía
Vivía en un país sin voz propia y ella fue la primera en encontrar el nombre de las cosas, el nombre de nuestras cosas. La publicación de su obra Cantares Gallegos, el 17 de mayo de 1863, significa el punto de partida del Resurgimiento de las letras gallegas. Por este mo- tivo, desde 1963, se celebra cada año, precisamente el día 17 de mayo, el Día de las Letras Gallegas. para homenajear a aquellas personas que destacasen por su creación literaria en idioma gallego o por su defensa de dicha lengua.


Fue su esposo Manuel Murgía quien animó a Rosalía a seguir escribiendo y el responsable de la publicación los Cantares Gallegos.Él le entregó al impresor vigués Juan Compañel el manuscrito rosaliano. Obra impregnada de costumbres populares gallegas, de sentimiento pero también de crítica por la situación de un pueblo gallego que emigra, que es explotado en tierras extranjeras. La poetisa reivindica los valores de justicia social. Libro de poemas a quien la autora dedicó a Fernán Caballero, “por haberse apartado algún tanto, en las cortas páginas en que se ocupó de Galicia, de las vulgares preocupaciones, con que se pretende manchar mi pais”. 

El río Sar a su paso por Padrón
 Gentes muy diversas de nuestra tierra, las humildes en primer lugar, intuyeron la belleza y la grandeza de la hazaña: una mujer poeta, una mujer huérfana en la niñez, una mujer de poca salud y agobiada por las penas. Algún tiempo después, la gratitud y la devoción hacia esta grandísima figura de nuestras letras, esbozaba el comienzo de un mito. Y aquella voz primaveral y orientadora se sumerge, años más tarde, en 1880, en el libro “Follas Novas”.

Éste sería su último libro de versos publicado por Rosalía en idioma gallego. Es calificada como su obra más rica y profunda. Tiene como trasfondo una notable intención social, que se manifiesta en la denuncia que la autora hace de la marginación del sexo femenino, de los niños huérfanos y de los campesinos, especialmente de aquellos que se habían visto en la obligación de emigrar ante las pésimas expectativas económicas del país.
La Matanza: Casa Museo de Rosalía de Castro

Escritora de expresión rica en registro, musa polifacética, espíritu torturado, voz reveladora en tantas ocasiones, ya en la antesala de su fallecimiento publica el libro “En las orillas del Sar”, escrito íntegramente en lengua castellana. Nadie, hasta estas fechas, se había asomado a territorios tan graves del espíritu humano. Insiste en las ideas del sufrimiento como eje de la existencia humana y en la de la muerte. Son poemas desesperanzados. Este poemario es, sin duda, una de las cimas de la poesía española del siglo XIX, sin dejar por ello de tener actualidad y agradar su lectura hoy, pues sus temas son atemporales.Una Rosalía que llegará a conocer a Gustavo Adolfo Bécquer, considerándose a ambos como los representantes del Romanticismo tardío.


Mausoleo de Rosalía de Castro
Pero Rosalía no es todo poesía. También escribe narrativa, aunque no de la misma calidad de sus poemas. La hija del mar (1859) , en la que se desenvuelve el tema del temperamento femenino, tratándose de un relato de marcado carácter reivindicativo en el que dos mujeres intentan defender su honra en medio de un ambiente predominantemente femenino, y El caballero de las botas azules (1867), de marcado tono costumbrista, que tiene como objetivo el satirizar tanto la hipocresía como la ignorancia de la sociedad madrileña de la época, puede que sean sus obras en prosa más conocidas. Toda sus relatos serían escritos en español.

No quería terminar este monográfico sin olvidarme de la llamada Ruta Rosaliana. Comienza en la plaza de Vigo, junto al monumento que el Ayuntamiento de Santiago de Compostela le dedicó en el año 1982.  En la confluencia entre el río Sar y el riachuelo de Roxos se señala el punto de partida por las tierras de Ames. La ruta lleva hasta Ortoño, donde se encuentra la casa paterna de Rosalía. Continúa hasta Bastavales y Padrón, pueblo al que merece la pena realizar una visita. Se prosigue viaje hasta la casa de La Matanza, hoy museo, donde Rosalía vivió sus últimos años.

Finaliza el itinerario en Iria Flavia y ya, de regreso a Santiago, termina el recorrido en San Domingos de Bonaval, donde se encuentra el Panteón de Gallegos Ilustres, en el que está ubicado el mausoleo de la poetisa, así como también se puede visitar el Museo del Pueblo Gallego.






Fuentes: Diario Digital Certo.es, Real Academia de la Lengua Gallega, Wikipedia, Fundación Manuel María, Casa Museo Rosalía de Castro, www.monografías.com

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