Datos técnicos:
Título: Arai no es nombre de perro.
Autor: Fernando Sánchez-Ballesteros
Gil.
Editorial: Createspace Independent
Publishing.
1ª edición: 27/01/2017
Encuadernación: Tapa blanda.
ISBN: 978-1542557900
Idioma: Español.
Nº pág.: 300.
Sinopsis:
Atrévete a averiguarlo y
únete a Arai en la búsqueda de las palabras que el destino le tiene
reservadas. Comparte sus experiencias, sus ilusiones, su amor (uno y
uno solo) y sus sueños de la mano de originales personajes: unos
entrañables, otros esperpénticos y algunos exasperantes, aunque
divertidísimos. A su lado recorreréis el camino hacia un insólito
y sorprendente final que os permitirá encontrar la palabra más
especial de todas.
Opinión
Personal:
Hoy
comparto mis impresiones sobre la novela Arai
no es nombre de perro,
de Fernando Sánchez-Ballesteros, de la que gané un ejemplar en el
sorteo que Ana B. organizó en 2017 en su blog Cada vez que te leo.
A la hora de dar a conocer el nombre de los ganadores, la
administradora del blog afirmaba que nos llevábamos un estupendo
libro, y desde luego que comparto tal calificativo, porque su autor
ofrece una historia muy atractiva, cuya estructura trabajó con mimo,
puliendo hasta el más mínimo detalle, para que el lector se
sintiera atrapado por el relato que cuenta un narrador omnisciente,
aunque tomando al personaje principal de la trama como eje en torno
al que giraba todo lo que sucede en los 37 capítulos titulados que
la conforman.
(Ayuntamiento de Estocolmo-Suecia)
Sin
duda alguna, lo que más me atrajo de la novela que hoy reseño es su
estructura, muy cuidada por Fernando Sánchez-Ballesteros. El
escritor soriano hace que todo el desarrollo de la trama gire en
torno a la música, porque el contenido de cada capítulo guarda
relación con los títulos de las canciones que elige para cada uno
de ellos, y ofrece al lector un verso o estrofa de las mismas que
hacen referencia a lo que se va a encontrar en su desarrollo. A parte
de esa referencia inicial, a lo largo de los capítulos nos
encontraremos con otras canciones que menciona el narrador, y que
acompañan al protagonista en muchos de sus desplazamientos, algunas
de las cuales le recuerdan etapas de su vida, eligiendo también
algunos títulos en función del estado de ánimo en el que se
encuentra el protagonista de esta novela. Pero también el lector
comprobará cómo, con el paso de los capítulos, la vida le
escupiría una serie de palabras que marcarían su destino. Asimismo,
el misterio también estará muy presente a lo largo del desarrollo
de la trama, sobre todo en la que podríamos definir como la segunda
parte, en donde me preguntaba en algunas fases de la lectura por qué
se desplazaba realmente Arai a Cantabria, a parte de cumplir uno de
los sueños que había planificado con Laia, la chica del abrigo rojo
de quien se había prendado en su viaje a Estocolmo, y con las
pasaría los días más felices de su vida.
Arai
no es un nombre de perro es
una novela en la que
el amor estará muy presente, y en su sentido más amplio. Arai
vive una preciosa historia de amor con Laia, de quien se quedaría
prendada en su viaje a Estocolmo. Noa, la perrilla que comparte su
vida desde el momento en el que realiza un reportaje fotográfico por
la provincia de Soria, es otro de los personajes por los que Arai
siente un gran cariño. La fotografía es otra de sus pasiones, y
terminará siendo la profesión con la que se labre el futuro, tras
su experiencia con una cámara de fotos que le había regalado su
padre en un día que jamás olvidaría. Pero también está el amor a
la familia, tanto a su madre como a su tía Adela, con la que vivirá
en Madrid, quien será un pilar fundamental en su vida. En relación
con Laia, y todo lo que ocurre en torno a este personaje, me acordé
durante la lectura de esta novela de La
joven de las naranjas,
de Jostein Gaarder, pues entendía que una y otra compartían el
mensaje que enviaba a los lectores el escritor noruego a a través de
esta novela.
(Plaza de los Guardias de Corps-Madrid)
En
el segundo párrafo de esta reseña menciono las dos partes en las
que se diferencia la trama, pese a que el autor no la estructuró tal
y como lo comento. Pero es que el lector comprobará cómo hay dos
subtramas bien diferenciadas, que llevarán al personaje principal a
moverse por las localizaciones a las que se desplaza con unos
objetivos diferentes. Si en los primeros capítulos es la fotografía
la que atrae la atención del lector, en la segunda se encuentra con
que el misterio está más presente en los capítulos que la
conforman. La primera parte es más dinámica, pues Arai realizará
una serie de desplazamientos que lo llevarán desde Soria hasta
Guadalajara, Madrid y Estocolmo, con Cantabria como punto final de su
periplo, al desplazarse a esas tierras tras un episodio que marcaría
el resto de sus días. En las tierras cántabras el lector se
encontrará con escenas más costumbristas, reflejadas tanto en el
día a día de su estancia en Negredo, como en los personajes con los
que compartirá su estancia en esa isla, con la dificultad que le
acarreará en más de una ocasión el lenguaje que utilizan algunos
con los que se cruza en esos parajes, por los vocablos propios de la
zona que emplean en sus conversaciones, por lo que a Arai le costará
entender algunas de los diálogos que mantienen los lugareños, sobre
todo a la hora de utilizar voces coloquiales propias de la zona.
(Playa de Liencres-Cantabria)
Arai
es el protagonista indiscutible de esta novela, con el que guardan
relación todos los personajes que se cruzan con él en algún
momento de la trama. Estoy seguro que quienes hayan leído Arai
no es un nombre de perro
guardarán un grato recuerdo de este personaje. Y es que está
perfilado de tal forma que empatizamos con él en todo momento y el
lector hará suyos todos los episodios que vive a lo largo de los
capítulos, por muy difícil que sea la situación a la que se
enfrente. En su ciclo vital se encontrará con un variopinto grupo de
personajes secundarios, con un perfil muy cercano al lector y a quienes conocerá en mayor o menor profundidad según la relación que mantengan con el
protagonista a lo largo de los capítulos. Como adelanta la
sinopsis, con él se cruzan algunos personajes originales: unos
entrañables, otros esperpénticos y algunos exasperantes, aunque
divertidísimos, sobre todo en tierras cántabras. En la primera
parte conoceremos a Laia, a la madre de Arai, y a su tía Adela, así
como quienes le mostraron sus conocimientos sobre la fotografía, y
que le valdrían para ganar en Madrid la plaza de fotógrafo que
convocaba una conocida revista de viajes. En tierras cántabras es
donde se cruzará con esos personajes a los que acabo de hacer referencia, lo que provocará que se
encuentre ante algunas situaciones incómodas y otras comprometidas.
Arai se involucra con quienes siente que son menospreciados por sus
convecinos, ya sea por discriminación, porque reciben malos tratos
en el seno de su familia o por su condición homosexual. Con el paso
de los capítulos, estos personajes tienen una relación cada vez más
estrecha con Arai, y con todos ellos mantendrá una serie de diálogos
que muestran la gran humanidad que tiene: en unos
casos nos invitan a la reflexión, y otros resultan muy atractivos
por la profundidad de los mismos. En este sentido, destacaría los
que mantiene con Raquel, una niña que le hace unas preguntas que lo
dejan muy sorprendido, pese a su corta edad, pero que con el paso del
tiempo se dará cuenta de las cualidades que atesora; al igual que
Irene, la hija de Vicente -con quien también mantendrá diálogos atractivos- y María, que convive con las limitaciones
que padece por su discapacidad. Aunque tampoco me olvido de Ramírez,
un personaje a quien los vecinos del pueblo no veían con muy buenos
ojos, por su comportamiento antisocial y provocador, y que con el paso de
los capítulos atraerá la atención del lector.
Arai
no es nombre de perro
es una novela intimista que ofrece al lector ingredientes muy
atractivos e invitan a afrontar su lectura, como el amor, la música,
el cine, la gastronomía, la enología y la literatura infantil, o
las escenas costumbristas que muestra al lector su estancia en
Cantabria. Es una novela cuyo ritmo de lectura me resultó muy
fluido. Está escrita con un lenguaje sencillo y cercano. Sin duda
alguna, Arai
no es nombre de perro
es una lectura amena, atractiva y emotiva, que invita al lector a la
reflexión sobre algunos temas que el autor refleja en a lo largo de
la novela, y que ofrece un desenlace sorprendente, pero bien
planteado por el autor, tal y como se iban desarrollando los
capítulos.
Biografía:
Fernando
Sánchez-Ballesteros Gil (Soria, 1972) estudió en la Universidad de
Alcalá. Es documentalista, bibliotecario y escritor. Con
su primera novela "Arai no es nombre de perro" ha
conseguido ser finalista de la XXXVI edición del prestigioso Premio
Literario Felipe Trigo en 2016 con muy buenas críticas.
Nota: Datos técnicos, sinopsis tomados de Amazon. Biografía del autor, tomada de la web Babelio. Imagen del Ayuntamiento de Estocolmo tomada de Wikipedia. Imagen de la Plaza de los Guardias de Corps, de Madrid, tomada de TripAdvisor. Imagen de la Playa de Liencres, tomada de la web Los viajeros.
Hola Paco,
ResponderEliminarMe acordaba del sorteo pero no me acordaba de que habías sido uno de los ganadores .. Gracias por la mención...
Me alegro muchisimo de que también te hayas dejado seducir por Arai, su mascota, y demás personajes... Después de casi dos años de su lectura es una historia que aún recuerdo y me hace sonreír... Se podría decir que la tengo muy presente...
Un saludo!!! :)
Pues no es un libro en el que me hubiera fijado, pero ahora me lo voy a plantear. Me ha llamado mucho la atención.
ResponderEliminarBesotes!!!
No lo conocía pero lo que cuentas me parece muy interesante. Me lo apunto y veré si entre tantos pendientes puedo hacerle un hueco. Besinos.
ResponderEliminarMira que es importante que una novela tenga una buena estructura y un buen final y está los tiene; yo la disfruté muchísimo, me pareció hermosísima de principio a fin, de fondo y de forma 😊
ResponderEliminarBuenísima reseña Paco, besos carinyet 💋💋💋
Me atrae esta novela, entre otras cosas, porque vivo a dos kilómetros de la playa de Liencres que pones en la entrada y porque transcurre en parte en Cantabria, mi tierra de acogida donde llevo viviendo treinta años.
ResponderEliminarTambién tiene buena pinta lo que cuentas de la trama.
Un beso.
Esta es una de esas novelas que tengo eternas en mi ebook y que me gustaría leer, y más aún con tu reseña. Me llama la atención la estructura que nos cuentas y las escenas costumbristas de Cantabria, que visité hace años y que me encantó. Un abrazo
ResponderEliminarCreo haber leído una reseña de Fesaro hace tiempo. A ver, tengo mucho pendiente y aunque veo que te ha gustado, lo apuntaría más adelante. Besos
ResponderEliminarUna historia entrañable, de las que gusta leer aislado sin que el mundo te moleste y abandonarte a una historia que te hace soñar con un personaje y una vida llena de sueños y de amor. De mis mejores lecturas en el 2017.
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