Datos
técnicos:
Título:
El silencio del pantano.
Autor:
Juanjo Braulio.
Editorial:
Ediciones B
1ª
edición: septiembre de 2015
Encuadernación:
tapa rústica con solapas
ISBN:
9788466657679
Nº
páginas: 400
Sinopsis:
En
esta deslumbrante novela negra, la poderosa voz de Juanjo Braulio nos
sumerge en una historia de muerte, codicia y falta de escrúpulos,
dejando al lector sin aliento y con la sensación de haber leído una
obra maestra.
La
trama arranca con el hallazgo de un cadáver en un recodo del río
Turia. El asesino parece recrear un antiguo ritual romano reservado a
los reos culpables de parricidio. El crimen salpica a los poderosos
de la sociedad valenciana, que pronto dejarán al descubierto el
pantano silencioso, símbolo de la decadencia y la corrupción, sobre
el que se alza la ciudad. La investigación se verá envuelta en este
fango cada vez más escondido y peligroso, desvelando oscuros
episodios de nuestro pasado.
Lleno
de referencias literarias, con ecos de Rafael Chirbes y guiños a
Patricia Highsmith y Paul Auster, el adictivo debut literario de
Juanjo Braulio lo tiene todo para convertirse en uno de los
acontecimientos editoriales del año.
Opinión
Personal:
Juanjo
Braulio nos presenta una novela negra en la que toda ella rezuma
metaliteratura, no solo por la novela en si, sino también por las
continuas referencias literarias que se nos ofrecen, de autores como
Paul Auster, Blasco Ibáñez, Karystian Bala, Chesterton o Patricia
Highsmith, entre otros. También tiene su propia banda sonora, como
se suele decir ahora, pues nos encontramos con canciones de AC/DC,
del musical Jesucristo
Superstar o Bruce Sprinsgteen.
En
El silencio del pantano
seguimos los pasos de un autor ficticio, al que conoceremos solo por
el nombre de Q, en el proceso de creación y escritura de su novela.
Tras el éxito de sus dos obras anteriores, sigue con la que es ya la
tercera entrega de la saga que protagoniza el miembro de la Guardia
Civil, el brigada David Grau que, en esta ocasión, tiene que
resolver el caso del hallazgo de un cadáver que aparece en un recodo
del río Turia. Tras esta muerte hay un ritual romano, la poena
cullei, o pena del saco, que se utilizaba para los reos culpables de parricidio. El
cuerpo encontrado corresponde a Xabier Ríos y Grau, junto con su
superior, el subteniente Manceñido, realizarán las investigaciones
oportunas para saber qué y quién o quiénes se esconden detrás de
este método que utilizó el asesino para acabar con su vida. Todo
apunta a que haya intervenido de nuevo la persona a la que Grau llama
Mentor o Erudito.
En
El silencio del pantano
se van alternando las dos líneas argumentales a lo largo de los 19
capítulos en los que está estructurada la novela, lo que provocó
que al principio me costase ubicarme en cada una de ellas pero una
vez familiarizado con ambas me enganché por completo a su lectura
hasta llegar al desenlace de las mismas. Quizás, en mi modesta
opinión, se debió de cuidar más la presentación de ambas líneas
argumentales y advertir de alguna forma al lector para que supiera
por dónde andaba, aunque creo que, sin embargo, aquí está la
originalidad de la novela: Juanjo Braulio invita al lector a que vaya
recomponiendo el puzzle que le ofrece.
(Mercado del Cabañal)
De
esas dos líneas argumentales que nos encontramos en esta
novela, me gustó más la
protagonizada por Q, personaje oscuro y sin alma donde los haya. Como
ya dije en más de una ocasión, disfruto leyendo lo que yo llamo
novela negra genuina y creo que esta línea argumental es
más propia de
esa
denominación. En ella
aparecen personajes sin escrúpulos, que representan el lado más
ruin del ser humano, movidos por la codicia, la crueldad, y, sobre
todo, por el poder, sea al precio que sea. Falconetti o La Puri son
figuras propias de ese submundo del hampa, personajes más bien
estereotipados, aunque, pese a ello, me supo a poco su aparición,
sobre todo de La Puri. Incluso del inspector Sebastián Escobedo.
Creo, en mi modesta opinión, que el autor le pudo haberles sacado
más partido. Tampoco me gustó mucho su desenlace y me dio incluso
la impresión de que quedaba un tanto abierto. Mejor presentado está
el desenlace de la trama novelada por Q, en la que se fueron atando
los cabos sueltos y en donde los personajes están más
desarrollados, como el brigada Grau y el subteniente Manceñido, con
los sí que empatiza el lector. Aquí, sin embargo, me sorprendió el
hecho de que se incidiera en la condición homosexual del brigada de
la Guardia Civil, David Grau.
Juanjo
Braulio, a través de Q, hace crítica social, en la que se señala a
Los de siempre,
ya sea en Valencia o en mi pueblo, pues son los que
hacen y deshacen a su antojo, «los
que tienen la sartén por el mango. Trajes impecables, coches caros,
rodeado de asesores, guardaespaldas, asistentes, subordinados, jefes
de prensa y secretarias. Es uno de esos. Uno de los que les da igual
estar en el gobierno que en la oposición».
(pág. 52). La lectura de esas puyas no tiene desperdicio alguno.
En
El silencio del pantano
el escritor valenciano nos da un magnífico paseo literario por
Valencia, ciudad que él tan bien conoce y nos describe, así como
por ese pantano que es un personaje más de la novela y que inspiró
a Blasco Ibáñez para escribir esas joyas literarias que tanta fama
le dieron —Un
pantano que prácticamente parece cobrar vida porque recuerda en
ocasiones a los valencianos que sigue ahí—;
por esa Valencia que es
«una
urbe fluvial construida sobre un descomunal pantano»(pág
204); por la Valencia marinera y sus procesiones a la Valencia de la
mascletà, con
las que nos hace vivir y disfrutar de ese momento en el que la
pólvora es la dueña y señora de la ciudad del Turia; por la
Valencia modernista y la creada en los años 60 y 70 como
consecuencia de la inmigración interior.
(Instituto Valenciano de Arte Moderno)
A
lo largo de la novela nos encontramos con una serie de reflexiones
que no tienen desperdicio, aunque en algunas de ellas me dio la
impresión de que el narrador omnisciente se explayaba un tanto, por
lo que creo que se ralentizaba por momentos el ritmo narrativo, que
en general es pausado, al igual que en algunas descripciones. Pero lo
que más me llamó la atención, sobre todo, es el hecho de que
aprovecha un evento literario al que asiste Q en el salón de actos
del Instituto Valenciano de Artes Modernos y, no sé por qué razón,
se ceba en los blogs literarios «Luego
aparecen asesores, autores de blogs (a quién se le ocurriría el
invento que ha provocado que cualquier imbécil se crea escritor,
periodista, opinador o todo a la vez. Si el dueño de la razón
producía monstruos, Internet, además, te los mete en casa)»
(pág. 205). Espero que solo sea algo inherente a la forma de pensar
del personaje y no de su autor.
El
hecho de que la editorial presenta a
El silencio del pantano como
la novela negra del año, además de deslumbrante y adictiva provoca
que quien la vaya a leer se cree muchas expectativas, lo que
finalmente puede derivar en un efecto contrario. No fue este mi caso
pero tampoco la tildaría como se pretende. Las dos líneas
argumentales están bien construidas y las encuentro consistentes
aunque no adictivas; más bien interesantes y entretenidas que me
invitaban a seguir leyendo para saber qué derroteros tomaban las dos
historias que se nos ofrecen, escritas con un estilo narrativo
directo y con un lenguaje coloquial.
Biografía:
Juanjo
Braulio nació en Valencia en 1972. Está graduado en Enseñanzas
Artísticas por la Sankt Eskils Skola de Eskilstuna (Suecia) y
licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad
Politécnica de Valencia. Periodista y escritor, empezó su carrera
en la delegación valenciana de Diario 16, desde el que pasó a Las
Provincias, donde fue redactor de Medio Ambiente, Municipal, Política
y jefe de Opinión.
Posteriormente
fue jefe de Informativos de Ràdio Nou y colaborador del Suplemento
Semanal (Grupo Vocento), la agencia Colpisa y el diario Abc. Un
compendio de sus columnas de opinión fue publicado en forma de libro
con el título La escalera de Jacob (2004). También es autor de En
Itaca hace frío (2014), un libro de viajes sobre Suecia.
Después
de años contando verdades que parecían mentira, con El silencio del
pantano, su primera novela, decidió que era tiempo de contar
mentiras para decir verdades.
Nota: Datos técnicos, sinopsis y biografía del autor, tomadas de la web de Ediciones B, así como la fotografía de Juanjo Braulio. Imágenes del Mercado del Cabañal y del IVAM, de google imágenes.