viernes, 14 de mayo de 2021

Méndel, el de los libros, de Stefan Zweig.

 










Datos técnicos:



Título: Méndel, el de los libros.

Título original: Buchmendel.

Autor: Stefan Zweig.

Alba Editorial.

Traductora: Genoveva Dietrich.

1ª edición: Abril/2013.

Edición original: 1929.

ASIN: B00 EUU5EK.

Idioma: Español.

Nº pág.: 269 (Este relato forma parte de la antología

Sueños olvidados y otros relatos).



Argumento:



Narra la historia de un viejo vendedor ambulante de libros. Judío de nacionalidad rusa, su presencia es tolerada en un Café, por su erudición bibliográfica. Ensimismado en su mundo, no percibe los drásticos cambios efectuados a su alrededor, los ocasionados por la I Guerra Mundial. Acusado de colaborar con los países enemigos, Francia y Gran Bretaña, en 1915 es enviado a un campo de reclusión. Tras dos años encerrado es puesto en libertad, regresando al Café como si nada hubiera ocurrido. Pero su memoria ya no es la misma, y todo su entorno ha cambiado, reflejando el padecimiento sufrido.



Opinión Personal: 

 



Leer a Stefan Zweig es disfrutar de una narrativa exquisita, elegante, que absorbe al lector de tal forma que no le resultan indiferentes los temas que aborda en cada una de sus obras, con el atractivo que aporta la cadencia que utiliza el narrador de turno, con la que consigue que se interese por el desarrollo de la trama. Una trama en la que retrata con maestría los sentimientos que muestran los personajes creados por su imaginación, descritos de tal forma que consiguen despertar interés por cualquier mínimo detalle, porque puede ser esencial para conocer las posteriores reacciones que manifiesten ante lo que suceda en las escenas en las que tomen parte.

Lo que acabo de comentar en el párrafo anterior se percibe en Méndel, el de los libros, un relato que no llega a setenta páginas, pero en el que los episodios están desarrollados con tal profundidad que me pregunté en más de una ocasión cómo era posible concentrar en una historia tan corta la vida de un personaje que atrajo mi atención desde que la voz narrativa entra en un café vienés, «un local al gusto vienés antiguo, burgués y lleno de gente sencilla que consumía más periódicos que bollería». Un protagonista pasivo que me resultó muy atractivo a la par que curioso por su forma de ser y actuar. En este relato el narrador en primera persona diría que sólo sirve de nexo con el lector. Tras entrar en el Café Gluck para cobijarse de la lluvia, una determinada imagen le recordó que ya había estado en este local hacía años. A su memoria acuden los recuerdos en torno a la figura de Jackob Méndel, un vendedor ambulante judío de libros que ocupaba una pequeña mesa cuadrada casi todo el día.

Méndel, el de los libros es una alegoría que se extiende desde las primeras páginas hasta el desenlace de este intenso relato, en la que incluso incluiría el chaparrón que cae sobre los viandantes y les empuja a buscar un cobijo protector, por el significado que entiendo tiene en esta historia, tras la sucesión de episodios que se desarrollan. Una historia en la que los libros de viejo están muy presentes en la narración, al igual que el proceder y la erudición del protagonista pasivo. Jacob Méndel parecía que formaba parte del mobiliario, por el tiempo que pasaba en él desde hacía tantos años, en el que se dedicaba a lo mismo que dice la voz narrativa en el fragmento que incluyo en este párrafo y resalto en cursiva. Como indica el argumento, actúa en el Café Gluck como si no fuera consciente de todo lo que sucede a su alrededor, por lo enfrascado que está en el mundo de los libros, tanto por las consultas que le hacían por su erudición como por las gestiones propias de su negocio. Un Café Gluck y un Jackob Méndel que tienen un antes y un después, porque el lector será consciente de los cambios que se producen en el mismo, y de la diferente actitud que muestran hacia este personaje.

A lo largo de los episodios que conforman este relato, la voz narrativa, de quien no se conocerá su nombre, completará el verdadero puzzle que conforma la historia de Jackob Méndel. Una historia que me atrajo de principio a fin, por cómo el narrador reúne las piezas con las que consigue conformar la biografía de este personaje, en la que contará con la información que le facilita la señora Sporschil, la mujer de los aseos, un personaje que atrajo mi atención por los emotivos recuerdos que tiene del librero judío. Una historia que, como ya comenté en el primer párrafo de esta reseña en relación con las obras de Zweig, no deja indiferente por las peripecias que acompañan a la vida de este personaje, con las consecuencias que padece por su origen tras el estallido de la Gran Guerra, lo que conducirá a unos episodios y un desenlace que giran en torno a este personaje diría que sobrecogedores.

Méndel, el de los libros, es la cuarta obra que leo de Stefan Zweig, quien utiliza un lenguaje sencillo y sin florituras, pero lo hace con tal maestría que esa sencillez la convierte en elegancia. Sin duda alguna, es uno de los escritores que retrata de una forma magistral el alma humana. No dudo en recomendar su lectura, porque la considero una joya más de la literatura, pese a que con el tiempo su bibliografía cayó en el olvido, si bien se está rescatando para que disfruten de ella quienes gustan de la buena literatura.



Biografía: 

 


Hijo de un acomodado industrial, nació en Viena en 1881. Durante la Primera Guerra Mundial se exilió en Zúrich. Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial buscó refugio en América y finalmente se estableció en Brasil, donde desesperado por el giro que tomaba la guerra y convencido de la definitiva destrucción del ámbito cultural europeo, se quitó la vida en 1942 en compañía de su segunda mujer.

Obras de Stefan Zweig reseñadas anteriormente en este blog: Carta de una desconocida (1922) (reseña), Veinticuatro horas en la vida de una mujer (1927) (reseña), Novela de ajedrez (1941) (reseña)

 

 

 

 

Nota:  Datos técnicos tomados de Amazon. Argumento, tomado de Wikipedia, al igual que la fotografía de Stefan Zweig. Biografía tomada de la editorial.


16 comentarios:

  1. Disfruté muchísimo de ese relato. Es maravillosa la manera que tiene este autor de contar. Un abrazo y buen fin de semana

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  2. Buenas tardes:
    Yo leí este relato hace ya tiempo, fue una madrugada que no podía dormir. Recuerdo que me impresionó muchísimo, terminé llorando. También pensé lo mismo que tú, cómo es posible concentrar tantos sentimientos e ideas en tan pocas páginas. ¡Qué grande era Zweig!
    Un abrazo y enhorabuena por la reseña!!

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  3. Cómo es capaz de plasmar el alma humana en tan pocas páginas, ¿verdad? Toda una joya.
    Besotes!!!

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  4. Una obra de arte, una joya, el tesoro del emperador, es que no hay obra suya, letra suya, idea suya que no te atrape te seduzca...🥰😍💋

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  5. Uno de mis libros favoritos, es increíble que en tan pocas páginas haya una joya literaria como esa. Besos!

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  6. Qué preciosidad de libro es este, Paco. A mí me encantó. Zweig hace fácil lo difícil. Me alegro que te haya gustado. Tu edición es más bonita que la mía. Besos

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  7. Zweig ¡Qué maravilla! Uno de mis autores favoritos. Llama siempre la atención como puede contar tanto en tan pocas páginas. Siempre nos trae los recovecos del alma humana que tanto nos sigue sorprendiendo. Saludos.

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  8. Sólo he leído dos novelas de Zweig más una biografía y los tres libros me encantaron. Éste quiero leerlo, a ver si no tardo mucho en hacerlo
    Besos

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  9. Lo de Zweig es de otro planeta, cuanta genialidad y cuanta sensibilidad e inteligencia. Tengo este relato tanto en la antología de ALba que traes como por separado en una edición de Acantilado, fíjate si me gusta. Y me han entrado ganas de releerlo al leerte a ti. De esta semana no pasa.

    ¡Besote!

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  10. No he leído el relato Paco, pero sin duda le tengo muchas ganas, porque como dices leer a Zweig es disfrutar de una manera exquisita de narrar. Un fuerte abrazo

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  11. Vamos a ver, es Zweig, uno de esos autores inolvidables, que nunca defraudan, que todo lo que cuentan es profundo y ligero, interesante... Una maravilla.

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  12. No he leído este relato pero se nota que lo has disfrutado un montón.
    Una obra en la que Zweig es capaz de retratar los sentimientos y escribirlo con maestría merece estar en la lista de pendientes.

    Un saludo.

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  13. TEngo a este autor pendiente, y ganas no me faltan. A ver si me animo. Este parece buena opción para empezar.
    Un beso.

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  14. Es, hasta ahora, mi libro favorito del autor. Me encantó la historia y el personaje de Mendel me dio mucha ternura.

    Besotes

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  15. Soy una incondicional de Stefan Zweig, pero es que además "Mendel, el de los libros" es mi relato preferido del autor. Besos.

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  16. Uno de mis preferidos de Zweig. Muy entrañable el personaje de Mendel, al que nos encariñamos en pocas páginas. Y es que Zweig era un genio del relato corto, en pocas palabras transmite muchísimo.
    Besos

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