sábado, 30 de noviembre de 2019

La leyenda de Sleepy Hollow, de Washington Irving.





















Datos técnicos:

Título: La leyenda de Sleepe Hollow.
Título oririnal: The Legend of Sleepe Hollow
Autor: Washington Irving.
Traductor: Ernesto Pérez Zúñiga.
Editorial: Musa a las 9. (Amazon).
Fecha publicación original: 1820.
1ª edición: 2010.
ISBN: 978-84-15222-02-7.
Formato: Ebook.
Idioma: Español.
Nº pág.: 88.


Sinopsis:


Washington Irving murió muy cerca de Sleepe Hollow, en su residencia de Sunny Side, a orillas del Hudson. Era el año de 1859. “Soy un inveterado viajero, he leído algo, visto y oído mucho, y soñado mucho más”, afirmó una vez. Podemos preguntarnos cuánto de sueño y cuánto de cierto hay en este libro que tenéis entre las manos y que (…) está fundado en hechos rigurosamente históricos. Sea cual fuere su respuesta, nada vale cundo uno, cruzando la noche del bosque, se encuentra cara a cara con un jinete sin cabeza que regresa de su tumba.


Opinión Personal:


Supongo que me contaré como uno más de los lectores que se llevaron cierta decepción tras conocer la historia que cuenta La leyenda de Sleepe Hollow, porque el hecho de que se haga referencia en ella a un jinete sin cabeza da a entender que nos encontramos ante un relato de terror gótico, con todos los ingredientes que contiene este subgénero literario. Sin embargo, tras finalizar su lectura, me dije que esa pequeña decepción estaba recompensada por la exquisita prosa de Washington Irving y la facilidad que tiene este autor del romanticismo estadounidense para atrapar y hacer sentir al lector como un personaje más de de una leyenda que deleita a quienes se sienten atraídos por la pluma de uno de los escritores estadounidenses más leídos de su tiempo. Quizás sea esto último que acabo de comentar en este párrafo la causa de Washington Irving se está convirtiendo en uno de mis autores clásicos favoritos, pues este que reseño es el cuarto título que leo de su prolífica producción literaria.
(Lámina Tapan Zee-Hudson)
La leyenda de Sleepe Hollow es un relato en el que el lector se encuentra con los ingredientes que utiliza el autor neoyorquino en sus publicaciones. Y es Washington Irving tenía un particular estilo narrativo para aquella época; de hecho, se dice de él que es el creador del estilo coloquial americano, como lo podrá comprobar el lector a través de todos los episodios que conforman esta historia. Y es que el narrador se inmiscuye de tal forma en el relato que actúa como si de un cronista se tratara, porque tal y como el narrador relata todo lo que sucede a lo largo del desarrollo de la trama, da a entender que tiene constancia muy directa de los hechos que narra, siguiendo para ello las fuentes en las que se basó el autor a la hora de escribirlo, de tal forma que esta técnica le otorga un mayor realismo a la trama. El hecho de que Washington Irving murió muy cerca de Sleepe Hollow, en su residencia de Sunny Side, a orillas del Hudson, hace suponer al lector que los parajes que describe el narrador parten de los que rodeaban a la residencia en la que pasó sus últimos años el escritor neoyorquino.

Otro rasgo más que forma parte de la narrativa de Irving, y que también se encuentra en la Leyenda de Sleepe Hollow, es el costumbrismo dominante que se observa a lo largo del texto. Este ingrediente hace que el lector sienta que realiza un verdadero viaje literario en el tiempo para convertirse en testigo del modo de vida que llevaban los colonizadores holandeses en uno de los valles que habitaban cerca del mítico río Hudson. Un costumbrismo que invita al lector a conocer el modo de vida de estos colonizadores y las costumbres sociales que imperaban en las relaciones entre ellos, como queda reflejado a lo largo del texto. Costumbres a las que se tiene que amoldar el protagonista de esta historia, el maestro Ichabod Crane, sobre todo desde que se siente prendado por la belleza de Katrina van Tessel, hija única de un granjero holandés muy rico. Y es aquí donde el lector se encuentra con otro de los ingredientes que suele utilizar el escritor estadounidense en sus textos, y no es otro que la alusión a elementos medievales que utiliza a la hora de referirse al galanteo de los jóvenes que se querían ganar el corazón de la muchacha con las que soñaban en convertir en su compañera para toda la vida. Hecho que llevaba a los pretendientes a enfrentarse en una suerte de justas medievales para conseguir tan ansiado trofeo, y con lo que Washington Irving deleita al lector a la hora de mostrar la rivalidad entre Ichabod Crane y Abraham van Brunt, o Brom el Huesos, pues tal era el apodo de su competidor.

Supongo que quien lea esta reseña y sienta interés por La leyenda de Sleepe Hollow se preguntará en qué momento del relato aparecen los elementos góticos, muy propios de Washington Irving. Y aquí es donde creo que Washington Irving demuestra el  dominio que tiene sobre el empleo de estos ingredientes, porque los va ofreciendo al lector de tal forma que puede decirse que consigue que no tenga claro donde está el límite de lo real y lo fantástico, por la forma en que están engarzados unos y otros. Y así es cómo el narrador incide en las descripciones de los parajes que forman parte de esta historia, que invitan a la presencia de seres fantásticos o imaginarios, como el jinete sin cabeza, quien tendrá también  su protagonismo en el relato, o las historias que se cuentan en un momento dado en la recepción a la que es invitado por el matrimonio van Tessel, y a la que asisten la flor y nata del valle. Esta parte gótica de la historia atrae al lector porque será testigo de cómo esos elementos influirán sobre todo en Ichabod Crane y su rival Brom el Huesos. En este sentido, el lector se sentirá atraído, y al mismo tiempo intrigado, por todo lo que sucede en torno al jinete sin cabeza -de quien el narrador dará cumplida información del origen de este espectro-, y su relación con ambos personajes. Intriga que se mantendrá hasta el final del relato, y que el lector leerá con una sonrisa el que se puede definir como epílogo, que supone un gran colofón a esta historia.

Pese a lo comentado al principio de esta reseña, el lector disfrutará con la elegante prosa de Washington Irvin y la historia que cuenta en torno al jinete sin cabeza y los colonizadores holandeses que se asentaron en un lugar de aquellas ensenadas cuyas playas bañan el Hudson. La leyenda de Sleepe Hollow ofrece al lector los ingredientes que se acostumbran a encontrar en los textos de Washington Irving, que también se sirve de este texto para hacer reír y caricaturizar la realidad que acompañan a los personajes de este relato.




Biografía:


Washington Irving nació en Nueva York en 1783. Entre 1804 y 1808 viajó por Europa y, a su regreso,publicó Salgamundi (1808). En 1809 Publicó Historia of New York. En 1819-1820 apareció The Sketch Book o Geoffrey Crayon, Gent, donde se incluían dos de sus más famosos relatos, “Rip Van Winkle” y “La leyenda de Sleepy Hollow”. Nombrado agregado de la embajada de Estados Unidos en España, compuso aquí sus célebres Cuentos de la Alhambra (1826). Murió en 1859 en Sunnyside.

Otros libros del autor reseñados en este blog: 

-El alquimista de Granada (reseña)
-Vieja Navidad (reseña)
-Cuentos de la Alhambra (reseña)



Nota: Datos técnicos, sinopsis y biografía del autor, tomados de Amazon. Imagen de The Hudson at the Tappan Zee, tomada de Wikipedia. Fotografía de Washington Irving, tomada de Wikipedia. 




jueves, 28 de noviembre de 2019

Las niñas de Cádiz, de David Monthiel.



















Datos técnicos:


Título: Las niñas de Cádiz.
Autor: David Monthiel.
Editorial: El Paseo.
1ª edición: abril/2018.
Encuadernación: rústica con solapas.
Idioma: español.
ISBN: 978.84.94704-8-0.
Nº páginas: 272.


Sinopsis

En medio de un tórrido verano de levante, el detective Rafael Bechiarelli recibe el encargo de buscar a Francis Scarfe, un ilustre ahijado inglés de Cádiz que ha desaparecido sin dejar rastro. Los informadores habituales de Bechiarelli, los conocidos y vecinos de Scarfe: todos apuntan a que se ha esfumado por culpa de una mujer fatal, una suerte de Carmen o de lovely girl of Cadiz, como la llamaba Lord Byron. Pero Bechiarelli, en su búsqueda, solo se encuentra con las verdaderas «niñas de Cádiz» y, tras la pista de Scarfe, se verá obligado a realizar una road movie por la costa gaditana.

Saldrá a la luz entonces la sofocante realidad de toda la fauna veraniega (especuladores, neojipies, permacultoras, sirvientas, señoritos, catedráticos llanitos, inmigrantes y residentes míticos) y de los tópicos del aclamado paraíso turístico. Poco a poco, Bechiarelli va descubriendo que, conforme se acerque a la verdad, va a encontrar el verdadero souvenir envenenado del Cádiz que llaman Cadifornia.


Opinión Personal:


A finales de junio de este año que ya languidece reseñé en este blog, y no dudé en recomendar, la novela Carne de Carnaval, en la que el escritor gaditano David Monthiel daba a conocer al peculiar detective Rafael Bechiarelli. En la reseña comenté que David Monthiel tenía en Bechiarelli un personaje que le va a dar muchas alegrías, y veo que no me equivoqué en ese vaticinio porque con la tercera entrega de la saga que protagoniza este singular personaje, Nuestra Señora de los Remedios, ganó el Premio de Novela Negra L´H Confidencial. Sin duda alguna, todo un gran reclamo para conocer los métodos que utiliza como detective Rafael Bechiarelli, su personalidad y los casos que resuelve siempre dentro de su querido Cádiz.

La segunda novela protagonizada por este detective low cost, aunque también se presenta ante sus potenciales clientes como autónomo, lleva por título Las niñas de Cádiz: un título y una portada sugerentes, que ya atraen la atención del lector, aunque es mejor que no comente nada sobre su origen, porque prefiero que sea él mismo quien lo descubra. El caché de Bechiarelli subió desde que resolvió el caso del aparente suicidio de un talentoso guitarrista miembro de una comparsa carnavalera gaditana. Sin embargo, en esta ocasión requieren sus servicios para realizar labores de investigación ante la preocupación que despierta la desaparición de Francis Scarfe, un ilustre ahijado inglés de Cádiz. El empresario del sector inmobiliario, James O´Reilly es el encargado de contratar a Bechiarelli, y lo hace en representación de Martin Scarfe, hijo del desaparecido gaditano de pro.
(Alameda Apodaca-Cádiz)
Si la trama de Carne de Carnaval giraba en torno a uno de los carnavales más conocidos de nuestro país, en Las niñas de Cádiz la trama se desarrolla en los calurosos y levantiscos meses de julio y agosto, aunque sin olvidarse por completo del carnaval gaditano, porque el lector asistirá al popular Entierro de la Caballa, en el que el autor sitúa uno de los episodios más álgidos de la trama, lo que redoblará el interés por tan popular y lúdico evento, en el que se saca a relucir el personaje de Francis Scarfe, y que incrementa el interés por el desenlace de la novela, sobre todo por el cruce de palabras que tiene el detective con su interlocutor. Pero Bechiarelli recibirá también otro encargo del patilludo escritor Ernesto Flores, el autor de La gran novela del Carnaval de Cádiz, que le pide que investigue sobre el escritor situacionista francés Guy Debord y su paso por Cádiz en la década de los años ochenta del siglo pasado. Si bien este apartado lo dejo como aliciente para que el lector se interese por las investigaciones que realiza el peculiar detective y el desenlace de esta subtrama.

Si en la sinopsis de Carne de Carnaval se presenta a Rafael Bechiarelli como un gaditano buscavidas, en una entrevista que le hacen a David Monthiel en la web El Salto Diario lo define como algo golfo. Sin embargo diría en su descargo que no lo es en el sentido literal de la palabra, sino que el lector descubrirá en el último tramo de la novela la cara más sensible y humana de un detective que tiene una forma muy particular de entender la vida, porque estoy seguro que nadie se espera el giro que se produce en este personaje en esa fase de la novela. Pese a lo que acabo de comentar sobre los procedimientos que utiliza para sus labores como detective, hay que reconocer que en esto de investigar todas las pistas posibles no tiene nada que envidiar a sus colegas, porque el lector comprobará cómo actúa como una verdadera mosca cojonera que resultará molesta sobre todo a quienes sospecha que pueden saber algo que le pueda ayudar a averiguar el paradero del desaparecido hijo adoptivo de Cádiz, y se huele que algo turbio hay en todo lo que le comentan sobre las ideas que tienen para el casco histórico de la ciudad y el nombramiento de tan ilustres personajes. Y es que con el cuento de sonsacarles la información que le puedan facilitar sobre la desaparición de Francis Scarfe, no duda en abordarlos para confirmar y deducir a través de sus conversaciones que no son trigo limpio, y que tales próceres se aprovechan de esta condición para obtener la mayor tajada que puedan en beneficio de sus empresas y del suyo propio a costa de las miserias de los demás, como lo podrá comprobar el lector en varios episodios de la novela.
(Baluarte de la Candelaria-Cádiz)
Mientras se sucedían los capítulos, me decía que Las niñas de Cádiz es una novela negra de corte clásico, en la que el lector se encuentra con la que se podría definir con una primera parte más detectivesca, en la que Bechiarelli recaba información sobre quién era realmente Francis Scarfe, tanto en lo que se refiere a su situación financiera como su relación amorosa con una mujer fatal. Estas investigaciones darán lugar a todo tipo de suposiciones en torno a la personalidad de quien se había enamorado perdidamente, por lo que el detective investiga sobre los amoríos del hijo adoptivo de Cádiz en la playa de la Caleta. La segunda parte tiene rasgos más propios de novela negra, sobre todo por lo que va descubriendo Rafael Bechiarelli sobre los asuntos turbios que ya mencioné en esta reseña, y cómo las clases sociales menos favorecidas son las que sufren las consecuencias de quienes medran a su costa. En este sentido, destacaría también la conversación que mantienen Bechiarelli y el policía apodado el Cageta en torno al problema de la inseguridad y la mendicidad en el centro de Cádiz. Ese aire clásico que comento viene refrendado, además, porque el lector no tardará en comparar a Bechiarelli y su ayudante Juanelo con Holmes y Watson, en versión castiza -o indígena, como define el detective a los gaditanos-.Y es que la suya es una relación que levantará cuando menos una sonrisa por el compadreo que hay entre ambos, los piques que se gastan y los diálogos chispeantes que mantienen mientras siguen la pista en el coche de Juanelo al desaparecido hijo adoptivo de Cádiz en su viaje al extranjero, eufemismo que utilizan cuando tienen que salir de su ciudad, porque sus pesquisas les llevarán por Puerto Real, Roche, Conil, Vejer y sus playas, Sotogrande o Gibraltar.
(Dunas Cortadura-Cádiz)
Las niñas de Cádiz es una novela bien escrita, con un estilo directo y un ritmo que para mi fue más bien pausado. En este sentido, quizás influyó el hecho de que en los diálogos entre los personajes el autor emplee términos coloquiales gaditanos, al igual que el gracejo con el que se expresan, y que hacen las conversaciones más amenas y chispeantes, en donde no faltan los típicos tópicos, las alusiones a la historia de Cádiz y a los mitos y personajes ilustres que vivieron o pasaron algún tiempo en la Tacita de Plata. Esto que acabo de comentar sobre los diálogos no impide seguir el hilo de las conversaciones que mantienen los personajes, aunque si sentí la curiosidad por conocer alguna que otra expresión que utilizan; sin embargo, no vendría mal, sobre todo para los que somos extranjeros, alguna nota a pie de página relativa a su traducción. A lo largo de los 42 capítulos titulados en los que se estructura la novela, agrupados en cinco partes también tituladas, el narrador omnisciente presenta a unos personajes que parecen cobrar vida propia y que, al igual que en Carne de Carnaval, conoceremos a casi todos ellos por sus apodos, algunos de los cuales ya acompañaron a Bechiarelli en la primera entrega que protagoniza este peculiar detective, aunque el narrador dará cumplida información al lector de quiénes son y la relación que mantienen con el detective. En detective que está muy al quite de todo lo que se cuece en los mentideros de la ciudad, porque tiene muy claro que de ellos puede sacar pistas que le lleven a descubrir el paradero del desaparecido Francis Scarfe. Un detective que se llevará también alguna sorpresa en el transcurso de sus investigaciones, lo que le hará reflexionar sobre si está siguiendo el camino correcto para cumplir el encargo que le hicieron. Pese a lo que acabo de comentar sobre las particularidades que se dan en algunos diálogos, Las niñas de Cádiz es una novela negra autoconclusiva, muy costumbrista y con alusiones literarias implícitas y explícitas, en la el lector tiene el entretenimiento asegurado, y le sirve también como guía para conocer un poco más la ciudad que es conocida como la cuna de la libertad.

Biografía:

David Monthiel (1976) ha publicado el libro de relatos Yuri Gagarin que estás en los cielos (2011) y los poemarios Apuntes para una teoría del valor (2014), Libro de la servidumbre (2011), Apuntes de la servidumbre (2009), Las cenizas de Salvochea (2008), Aforos completos y otros mínimos aforismos (2007), Renta básica de olvido (2004). Mantiene un blog y colaboraciones impresas y digitales. Carne de carnaval, su primera novela, fue publicada por El Paseo en 2017.

Notas: Datos técnicos, sinopsis y biografía del autor, tomados de la web de la editorial El Paseo. Imagen de la Alameda Apodaca, tomada de la web Turismo Cádiz. Imagen del Baluarte de la Candelaria, tomada de la web de la Cadena SER. Imagen dunas Cortadura, web Guadalinex. Fotografía de David Monthiel tomada de la web del diario La Voz del Sur. 







jueves, 21 de noviembre de 2019

La colina del almendro, de Mayte Esteban.




















Datos técnicos:


Título: La colina del almendro.
Autora: Mayte Esteban.
Editorial: Harlequín Ibérica y Top Novel (Harper Collins Ibérica).
1ª edición: Septiembre/2019.
Encuadernación: Tapa blanda con solapas.
ISBN: 978-84-1328-310-4.
Idioma: Español.
Nº pág.: 512.


Sinopsis: El mundo y la vida de Mary Ellen se quiebran cuando su padre, el conde de Barton, entra en su cuarto. Ha decidido casarla con un rico comerciante sin rastro de nobleza afincado en Boston. Mary no puede creer que su padre renuncie a que su prometido sea aristócrata, pero sabe que de nada le servirá protestar. Ha sido educada para aceptar que todas las decisiones de su vida las tome el varón de la familia.
Tras una precipitada boda, se ve obligada a trasladarse a Londres desde Almond Hill. Poco después de llegar a la ciudad, Mary descubrirá los secretos que encierran su extraña boda. Y también que al corazón no se le puede atar con un contrato.
Ambientada entre el final de una época y los convulsos años que marcan el principio del siglo XX, La colina del almendro es una historia de venganzas, supervivencia, amor y guerra.


Opinión Personal:


Al igual que me atraen -nunca diré que me gustan, por lo que significa este conflicto bélico- las novelas ambientas en la Segunda Guerra Mundial, echo en falta el que se publiquen más títulos en la Primera Guerra Mundial o también llamada Guerra de trincheras. Y por eso no dudo en recomendar la nueva novela publicada por Mayte Esteban (Guadalajara, 1970), La colina del almendro, al estar ambientada buena parte de ella en este cruento conflicto bélico. Pero lo novedoso en este caso, y siempre dentro de mi modesta opinión, es que sea una autora de novela romántica quien haya apostado por ubicar la trama de su nueva publicación en la Primera Guerra Mundial. Quizás a muchos lectores de novela histórica les sorprenda esta propuesta lectora, pero estoy seguro de que se llevarán una grata sorpresa si deciden afrontar su lectura, porque les convencerá cómo enfocó la autora el argumento de la novela. En este sentido, tengo muy claro que La colina del almendro debería de ser catalogada más como narrativa contemporánea que como novela romántica, sobre todo por el peso que tienen los temas que aborda Mayte Esteban a lo largo de los 20 capítulos más el epílogo en los que está estructurada, en especial los episodios históricos que se relatan.
(Estación Liverpool Street-Londres)
Lo primero que quiero comentar sobre La colina del almendro es, precisamente, el que me sorprendió muchísimo que la escritora alcarreña apostara por este período histórico para ubicar su nueva novela. Sin embargo, como ya leí y reseñé en este blog cuatro novelas y dos relatos suyos, comenté en alguna de ellas que quienes frecuentamos su producción literaria estamos expectantes por saber con qué nos va a sorprender con su nueva novela. Y ya lo creo que por lo menos a mi me sorprendió y me dije que había escrito una historia redonda, una novela con mayúsculas, porque está claro que trabajó a conciencia el argumento de tal forma que queda todo magníficamente hilvanado y sin fisuras, y con un resultado final excelente. Sin embargo, quien esté familiarizado con su narrativa comprobará cómo le resultan muy familiares los ingredientes que la caracterizan, y que cuida con mucho esmero en la trama de esta novela, para que el lector sienta que realiza un viaje literario desde las primeras páginas a una historia ambientada entre el final de una época y los convulsos años que marcan el principio del siglo XX. Este sorprendente giro en la producción literaria de la escritora alcarreña hace que se ponga el listón muy alto en las siguientes novelas que publique, si bien estoy muy seguro que este reto lo va a superar, o por lo menos igualar, por el buen hacer literario que tiene.
(Emmelinne Pankurst-Hyde Park-Londres)
La colina del almendro es una novela que atrae al lector ya desde las primeras páginas. En el primer capítulo es testigo de cómo la vida de Mary Ellen da un vuelco desde el momento en el que su padre, el conde de Barton, entra en su cuarto y le comunica que ha decidido casarla con John Lowell, un rico comerciante sin rastro de nobleza afincado en Boston. Pero también entrará en escena otro personaje que desempeñará un papel decisivo en el futuro de la protagonista: su primo Charles Davenport, el futuro conde de Barton. Desde el anuncio de ese matrimonio el lector tiene la intriga asegurada a lo largo de los capítulos, y estará muy pendiente de todo lo que le sucede a Mary Ellen en su nuevo estado civil, sobre todo desde que es informada de que residirá en Londres en la casa de su esposo. En la sinopsis ya se adelanta qué le espera a la protagonista desde que tiene lugar la precipitada boda, con el añadido de que, una vez establecida en la capital británica, empiezan a circular las noticias de que está a punto de estallar un conflicto bélico en el viejo continente, en el que Inglaterra se ve obligada a tomar parte una vez que ese enfrentamiento armado es ya una realidad.

Sin duda alguna, lo que acabo de comentar en el párrafo anterior es un punto de partida muy atractivo para el lector, aunque este principio le suene un tanto a novela romántica. Pero es que después se sucederán una serie de situaciones que atraerán su atención, en las que se encontrará con giros que le darán un mayor aliciente a la lectura. Estos vuelcos los dispone Mayte Esteban de forma muy estratégica a lo largo de los capítulos, para que así abarquen los ingredientes principales que se encuentran en la historia que relata el narrador omnisciente de esta novela: la venganza, la supervivencia, el amor y la guerra, aunque tampoco me olvido de las reivindicaciones de las sufragistas, porque también vivirán episodios de máxima tensión, y la violencia de género, de la que el narrador relatará alguna escena. Estos ingredientes están reflejados a lo largo de los capítulos de tal modo que el narrador omnisciente sitúa al lector en los diferentes escenarios en los que se producen esos giros que influirán en el devenir de los personajes, tanto en la protagonista como en los personajes secundarios que tienen un papel más relevante en el desarrollo de la trama. Y así es como Hyde Park, Almond Hill, la residencia de John Lowell, el Puesto de Primeros Auxilios en Ypres (Bélgica), o las trincheras del Somme serán los escenarios neurálgicos de la trama, porque en estas dos últimas localizaciones nos encontraremos con el doctor James Payne, que desempeña un papel fundamental en esta novela. El lector puede hacerse una clara idea de cómo son los escenarios por las que se mueven los personajes, porque el narrador omnisciente hace una descripción muy visual de esas localizaciones, algunas de los cuales hacen pensar en que tendrían una fotografía magnífica en los que se desarrollan los episodios que cobran un mayor protagonismo.
                                                                                                                  (Trinchera Somme-Francia- Primera Guerra Mundial)
Pero si el lector se encuentra con una ambientación exquisita, el punto fuerte de esta novela son los personajes que nos encontramos a lo largo de los capítulos. En mi modesta opinión, creo que reflejan a la perfección todo lo que Mayte Esteban quiere manifestar a través de ellos. Y es que los define con tanto cuidado que logra que expresen lo que desea transmitir sin sentirse forzados en ningún momento. Y es así cómo a través de ellos el lector se familiariza con las emociones y los sentimientos que exteriorizan, al igual que las reflexiones en las que analizan los episodios que les afectan, unas veces de forma interna, y otras a través de las cartas que envían a quienes sienten que les son más próximos, y que encabezan cada uno de los veinte capítulos en los que se estructura la novela. En La colina del almendro el lector se encuentra con un universo de personajes que son fiel reflejo de los estratos sociales de la época. Todos ellos están construidos con mucha profundidad, tanto en lo que se refiere a los rasgos psicológicos como a su expresión externa, sobre todo a la hora de los diálogos, porque a través de ellos podremos percibir la tensión narrativa que mantienen en sus conversaciones. A lo largo de los capítulos el lector comprueba la evolución de estos personajes, algunos de los cuales mostrarán un gran cambio a medida que el desenlace está más próximo, aunque sin embargo hay otros que nos parece que tienen una forma de actuar que apenas varía, porque tienen que mantener esa actitud para conseguir sus fines, si bien en este sentido tenía la impresión de que su carácter se volvía todavía más arisco.

La colina del almendro corrobora lo que expongo en la solapa de esta novela: «Es un disfrute leer las novelas de Mayte Esteban. Con un lenguaje sencillo, cercano y cuidado, trata con delicadeza y sensibilidad temas muy actuales, a través de los que invita al lector a la reflexión», si bien en lo que se refiere al sufragio la mujer consiguió que se les permitiera este derecho que les correspondía, aunque todavía falta mucho para que los derechos y deberes sean iguales para ambos sexos. El lector se encontrará con una novela que tiene un ritmo fluido, pese a que domina la narración frente al diálogo, y una lectura amena, en la que la intriga y los giros que tienen lugar a lo largo de su desarrollo atraen el interés del lector, al igual que los hechos históricos que tienen lugar en esos años. Pero también cobrarán interés secretos familiares que se irán desvelando a medida que nos acercamos al desenlace, y que cambiarán el papel que desempeñan algunos personajes de la novela. Sin duda alguna, una lectura muy recomendable para quienes frecuentan este tipo de novelas, y en este caso entiendo que con un claro sabor a clásico. El lector se encuentra también con el papel reivindicativo de la mujer, que además tiene la oportunidad de demostrar que también pueden desempeñar los trabajos que tuvieron que dejar los hombres desde el momento en el que deciden alistarse y son enviados al frente.


Biografía:


Mayte Esteban (Guadalajara, 1970) es licenciada en Geografía e Historia por la Universidad de Alcalá de Henares, aunque hace más de dos décadas que reside en un pueblo de Segovia. Su entrada en el mundo literario fue en 2014 de la mano de Detrás del cristal (reseña) y tuvo su continuación con La chica de las fotos (reseña), novela con la que fue finalista del III Premio Digital HQÑ, 2015. Otras novelas suyas son Entre puntos suspensivos (reseña) (HQÑ, 2017), y Comer y amar todo es empezar (reseña)  (HQÑ, 2019).
La colina del almendro es su primera novela romántica de trasfondo histórico.

También publicó La arena del reloj (2014, Amazon) (reseña). Tienen un relato muy bueno no publicado, que es Oasis de arena (reseña).


Nota. Datos técnicos, sinopsis, biografía y fotografía de la autora, tomadaos de la web de la editorial. Imagen de Liverpool Street Station, tomada de Pinterest. Imagen de Emmeline Pankhurst, tomada de la web de la BBB. Imagen trinchera Somme, tomada de la web de ABC.



viernes, 15 de noviembre de 2019

Férox: serás leyenda, de Olivia Sterling.


















Datos técnicos:


Título: Férox: serás leyenda.
Autora: Olivia Sterling.
Editorial: Ediciones B (GPRH)
1ª edición: Mayo/2019.
Encuadernación: Tapa dura con sobrecubierta.
ISBN: 978-84-666-6579-7.
Idioma: Español.
Nº pág.: 440.


Sinopsis:


En los albores del año 1000, mientras media humanidad vive entre el hambre y la miseria, la otra media aguarda con temor la llegada del fin del mundo.
La joven Micaela y su padre han pasado la vida aislados en el claro de un bosque, escondiéndose de los asesinos que buscan a la curiosa e indómita niña que crece sin conocer nada de lo que ocurre más allá de su hogar.
Pero una mañana sus temores se hacen realidad y ella se ve obligada a huir. Inicia así un viaje lleno de peligros por un medievo sometido a la ley del más fuerte, que la conducirá a encontrar el miedo, la traición y la muerte, pero también el amor. Su destino: descubrir la verdad sobre su origen, custodia por una comunidad de mujeres que sobreviven ocultas en una playa mítica y secreta.

Opinión Personal:

Hoy comparto mis impresiones sobre Férox: serás leyenda, de Olivia Sterling (Darjeeling, 1980) una novela que me llamó mucho la atención tras toparme con ella por las redes sociales, pero sobre todo fue la entusiasta reseña de Yolanda T. Villar (enlace), la administradora del blog El gato trotero, la que me dio el empujón definitivo para tomar la decisión de conocer la historia de Micaela Mediaespada. Y es que me llamó la atención que, pese a que Yolanda decidió salirse de su zona de confort, está claro que se lo pasó en grande mientras el narrador omnisciente le contaba las vicisitudes de esta intrépida protagonista. Y desde luego que yo sentí las mismas sensaciones que ella -aunque en mi caso no estaba fuera de mi zona de confort-, porque también disfruté mucho desde el primer episodio en el que empecé a acompañar a este inolvidable personaje creado por la escritora Olivia Sterling, quien con su ópera prima dejó constancia de su buen oficio en esto de contar historias bien escritas.
(Viguera-Navarra)
El lector que disfrute con novelas de aventuras medievales encontrará en Férox: serás leyenda, una historia en la que el entretenimiento lo tiene asegurado a lo largo de l desarrollo de la trama, junto con la acción, la emoción y algunos giros que incrementan el interés del lector. Olivia Sterling planifica los episodios que giran en torno a Micaela Mediaespada de tal forma que no decae el interés por todas las vicisitudes que interfieren en su huida adelante. Y es que tal y como está construida la historia me dio la sensación de que, pese a que tenía ante mi una novela de aventuras ambientada en la Alta Edad Media, me encontraba ante una trama con ritmo de thriller. Y es que las páginas se van sucediendo ante el lector con un ritmo muy ágil -incluso diría que vertiginoso en algunas fases-, y la intriga también está muy presente a lo largo de los capítulos. Al mismo tiempo, las preguntas se acumulan, tanto en lo que se refiere al pasado de la joven Micaela Mediaespada, que con tanto celo protege su padre, como por conocer quién es realmente Mathías Nuevededos. Estas vicisitudes y preguntas a las irá conociendo el lector de forma muy desgranada a través de dos líneas temporales, que se van alternando a lo largo de la novela, separadas entre sí por un período de diecisiete años. La escritora de origen holandés, pero que vive en una casa cerca de un acantilado sobre el Atlántico, distribuye entre ambas líneas temporales y de forma muy desgranada el pasado de la joven protagonista y la personalidad real de Mathías Nuevededos.
Todas las vicisitudes y preguntas a las que me refiero en el párrafo anterior tienen lugar en los albores del siglo XI, justo cuando se cumplen mil años de la crucifixión y muerte de Jesucristo. El lector comprobará cómo en esa época dominaban las supersticiones, los temores, la ignorancia de la gran mayoría de la población y los anuncios apocalípticos ante la proximidad del fin del mundo que presagiaban una serie de fenómenos que coincidían en períodos cortos de tiempo. Esto que acabo de comentar lo podrá comprobar el lector a lo largo de los capítulos, en los que personajes como fray Tomás Veremundo aprovechaban las situaciones en las que atemorizaban a quienes le escuchaban con sus prédicas, para que se preparasen para ese final que se avecinaba, y que tenía una fecha en concreto, como se recuerda en algún pasaje de esta novela. Junto a estos fenómenos apocalípticos hay capítulos en los que la autora aprovecha las creencias de la gente para que se mencionen algunos seres fantásticos, y otros en los que se incluyen elementos que entiendo son de corte gótico. En este sentido, será mejor que el lector descubra si realmente es cierta la presencia del basilisco, o a quién se refiere el narrador cuando alude a Vaélico y al golem. Disfruté mucho con esa combinación de episodios apocalípticos, de corte fantástico y góticos porque me decía que añadían un aliciente más al interés que suscitan todas las pruebas a las que se enfrenta Micaela Mediaespada en la búsqueda de su pasado. Estos episodios a los que me refiero están descritos con rasgos muy visuales, por lo que el lector puede imaginarse perfectamente las dificultades, así como las expresiones de incredulidad y espanto que muestran los personajes ante las escenas a las que se enfrentan.
Sin duda alguna, uno de los puntos fuertes de esta novela es la ambientación, porque Olivia Sterling describe con tal claridad los escenarios por los que se mueven los personajes, por lo que el lector tendrá la sensación de que es un espectador más de todo lo que sucede en cada uno de ellos. Unas descripciones en las que la naturaleza tiene un gran protagonismo, porque el lector acompañará a Micaela Mediaespada por bosques, montañas agrestes, grutas o cuevas, sin olvidarme de la playa en la que dicen que viven las llamadas mujeres libres. A estos paisajes hay que añadir las que ofrece el narrador sobre Zaragoza, en especial la gran casa de dos plantas del capitán Khamel ben Hud Alanqar; la Torre de Burgos, en la que el alguacil mayor Raymundo Lacruz imparte justicia; o Viguera, a donde se desplaza este personaje para llevarse a la joven que decían se había ayuntado con el diablo.
Junto a Micaela Mediaespada el lector se encontrará a lo largo de los capítulos con personajes bien perfilados y trazados con mucha fuerza de tal forma que, como nos gusta decir en estos casos, parecen cobrar vida propia. Puede decirse que todos ellos pertenecen a las clases sociales más bajas del medievo, y que están muy en consonancia con lo que comenté en el tercer párrafo de esta novela. En este sentido, es un claro adelanto de lo que acabo de comentar sobre los personajes la dedicatoria y el fragmento que antecede al cuerpo de la novela, tomado del cronista benedictino Raoul Glaber. En la joven protagonista se percibe su carácter indómito, reflejo de haber vivido junto con su padre aislada del mundo en el claro del bosque. Pese a estas limitaciones, Mathías Nuevededos había enseñado a su hija a moverse entre la naturaleza, a conocer lo poco que sabía del mundo y del ser humano. La búsqueda de su pasado será para Micaela Mediaespada un viaje iniciático que le ayudará a madurar y a aprender lo mejor -y también diría que lo peor- de quienes se cruzaron con ella en el camino, en el que sabe cómo manejarse a la hora de enfrentarse al peligro, al poner en práctica las enseñanzas de su padre o de quienes pudieron instruirla en esas artes. Junto a la joven protagonista y su padre desfilan a lo largo de los capítulos un variopinto grupo de personajes, casi todos ellos de dudosa reputación que, aunque forman un buen ramillete, el lector no tardará en familiarizarse con ellos porque casi todos se identifican por algún rasgo que los caracteriza.
Férox: serás leyenda es una novela bien escrita. Olivia Sterling utiliza un estilo muy directo, en el que no se anda con rodeos en las intervenciones del narrador ni en los diálogos, que son casi siempre cortos y muy vivos, y en los que se manifiesta la tensión narrativa cuando se percibe un mayor roce entre las disputas que mantienen los personajes. Aunque es un narrador omnisciente quien relata la historia de Micaela Mediaespada, se implica en alguna fase de su narración para comentar si hubo alguna posible variación en la leyenda que se cuenta sobre la protagonista, porque mencionará a bardos, juglares o cronistas como los que fueron contando por los pueblos las hazañas de esta heroína, que para muchos alcanzaría tintes épicos por cómo se ensalzaba su figura y la valentía que mostró a la hora de enfrentarse a los peligros que la acecharon. La novela está estructurada en siete partes, y estas en capítulos cortos, lo que ayuda también a conferirle un ritmo ágil, junto con lo ya comentado sobre el estilo muy directo de la autora. Dicho esto, está claro que disfruté como un enano con esta novela, porque echo en falta aventuras de este tipo que me recuerdan a las que leía en mi juventud, aunque reconozco que también me siguen atrayendo a día de hoy.

Biografía:


Olivia Sterling (Darjeeling, 1980), de padre inglés y madre española, pasó su infancia y adolescencia en distintos lugares del mundo. Tiene estudios de Filosofía, Historia y Antropología. Hace dos años decidió retirarse a escribir a una casa cerca de un acantilado sobre el Atlántico. Allí creó Ferox.




Nota:  Datos técnicos, sinopsis, biografía y fotografía de la autora, tomada de la web de Megustaleer. Imagen de Viguera, tomada de la web NueveCuatroUno.com. Imagen de basilisco, tomada de Wikipedia. Imagen de oso, tomada de la web de EITB.









viernes, 8 de noviembre de 2019

Amanecía, de Fatou Keïta.




















Datos técnicos:


Título: Amanecía.
Autora: Fatou Keïta.
Traductora: Alejandra Guarinos Viñals.
Editorial: 2709 books (enlace).
1ª edición: 26/04/2016.
Formato: Ebook.
Idioma: Español.
ISBN: 978-84-941711-8-5.
Nº páginas: 221.


Sinopsis: Shina lleva una vida de pequeña burquesa en Bahía de los Cocodrilos: hija de un ministro, ha estudiado en los mejores colegios y se puede permitir la rebeldía de trabajar, ser independiente y vivir sola en su precioso chalé. Su encuentro con Éloé, un niño de la calle, le hará darse de bruces con la injusticia social, la corrupción política y la violencia.

Una historia sobre mundos opuestos que conviven dándose la espalda. Una novela sobre las consecuencias de la desigualdad, los abusos y el odio, en la que se cuelan la esperanza, el amor y la amistad.



Opinión personal:



Mi primer contacto con la editorial 2709 books fue en 2016, cuando leí y reseñé en este blog el relato El millonario (reseña), del escritor de Costa de Marfil Venance Konan, de quien también leí y reseñé en el presente año dos de sus novelas cortas publicadas por esta misma editorial digital. Es de agradecer la labor que está haciendo la editorial digital 2709 books, porque ofrece la oportunidad de descubrir escritores africanos desconocidos para la gran mayoría de los lectores. La marfileña Fatou Keïta es una de ellas, y hoy comparto mis impresiones sobre su novela Amanecía, que no dudo en recomendar.

Amanecía es una novela de ficción en la que el lector se encontrará con temas universales y muy actuales que, como indica en el prólogo Ángeles Jurado Quintana, se desarrollan a lo largo de los capítulos en una trama ambientada en una ciudad ficticia, pero que es un calco de Abiyán, la capital de Costa de Marfil. Merece la pena leer con detenimiento el prólogo porque ayudará al lector a comprender mejor las vicisitudes que acompañan a la protagonista a lo largo de los capítulos, así como el porqué del título de esta novela.

A través de un narrador omnisciente el lector conocerá la historia de la joven Shina Bonca, un personaje que vive en su particular burbuja que le impide tomar contacto la realidad cruda y dura del entorno que le rodea. Ese primer contacto que el lector tendrá con la protagonista de esta novela le provocará un rechazo inicial hacia este personaje, nada más conocerla tras las primeras informaciones que recibe. Es un rechazo que viene marcado no solo por la riqueza que la rodea y la vida regalada que lleva, sino también por el trato distante y prepotente que mantiene con el personal que trabaja a su servicio, a quienes su padre había sacado del ministerio para se ocuparan de las necesidades domésticas de su hija. Pero Fatou Keïta perfila un personaje que mostrará una evolución con la que conseguirá que el lector empatice a medida que se suceden los capítulos, porque vivirá una serie de situaciones que le harán cambiar su percepción de esa realidad de la que era ajena hasta que toma el primer contacto con ella. Ese cambio de percepción que Shina comienza a tener del mundo cercano que le rodea se manifiesta en ella desde el primer contacto que tiene con Éloé, hijo de una mendiga y niño de la calle. Desde ese primer encuentro con Éloé sus vidas se cruzarán y en la protagonista nacerá un sentimiento protector y maternal hacia ese niño pelirrojo, porque se siente obligada a darle una segunda oportunidad y alejarlo del mundo marginal en el que vive.

Pero Shina no solo se encontrará con ese cambio que supone para ella la presencia de Éloé en su vida, sino que en su camino se cruzarán una serie de personajes que la ayudarán a comprender lo que sucedía en el día a día de los cocodrileños que no tienen la suerte de vivir en la élite de la sociedad a la que ella pertenece. En este sentido, me gustó mucho las circunstancias que crea Fatou Keïta para que surtan en la protagonista los efectos que van a provocar ese cambio que moldeará su personalidad y la convertirán en un personaje más cercano. Y es que ese cambio estará provocado desde los primeros episodios en los que se da de bruces con una forma de entender la vida a la que era totalmente ajena, sobre todo con el lado oscuro de la calle, en quienes viven en un mundo marginal.

Esa realidad a la que me refiero en el párrafo anterior la vivirá Shina Bonca desde dos perspectivas, una de las cuales le ayudará a comprenderla mejor y de una forma más directa, y la otra la sufrirá en sus propias carnes, al igual que su entorno familiar, sobre todo en la figura de su padre, George Bonca, ministro del Gobierno de la República. Y es que por un lado se encontrará con la profesora universitaria Ramatoulaye, con quien irá fraguando una amistad que se consolida con el paso de los capítulos, o el comisario Brice Vadoly, con quien mantendrá un romance al que se resistía en un principio por su condición de hombre casado. Shina conocerá el lado más duro y oscuro de la calle, a través del personal a su servicio, sobre todo Bakari y Marius, a parte del ya mencionado Éloé. A través de los personajes citados Fatou Keïta describe al lector la fisonomía de la capital de Bahía de los Cocodrilos, Transville, y muestra a Shina Bronca lo difícil que es el día a día en la capital del país y, por extensión, en el resto de las regiones que lo conforman, sobre todo para quienes no forman parte de la sociedad privilegiada. El lector se puede hacer una clara idea de los distintos escenarios por los que se mueven los personajes, por las descripciones claras y visuales que describe el narrador omnisciente de las distintas barriadas que conforman la capital cocodrileña, y en las que se percibe con nitidez la diferencia abismal que separa a las clases sociales de este país del África Occidental.

En mi modesta opinión, entiendo que es un gran acierto de la escritora marfileña el hecho de atraer la atención del lector con una novela circular,  porque de esta forma se interesa por la situación que atraviesa el personaje desde las primeras páginas, en las que el narrador omnisciente presenta a una protagonista abatida, hundida y aislada del mundo en su chalet, lo que le lleva a preguntarse qué circunstancias le provocarían el estado actual en el que se encuentra. A lo que acabo de comentar, añado que el lector se encontrará con una trama envolvente, porque en cada capítulo se encuentra con episodios que atraen su atención, sobre todo desde el instante en el que se cruzan las vidas de la protagonista y Éloé, lo que dará lugar a que se redoble nuestro interés por cómo se desarrolla la relación entre a ambos personajes. Y es que Shina y Éloé protagonizarán en algunos tramos de la novela historias paralelas que se complementan, porque ayudarán a la protagonista a descubrir información sobre los secretos que le oculta Éloé, ante algunas reacciones que tiene este niño de la calle y que a la protagonista le resultan extrañas.

Sin duda alguna, merece la pena la lectura de esta primera novela de la escritora marfileña Fatou Keïta que publica en español la editorial 2709 books. En Amanecía el lector está muy pendiente de todo lo que sucede en un país ficticio como es Bahía de los Cocodrilos, pero que puede identificarse claramente con la realidad que castiga a los países del África Occidental, y la mayoría de los países de este continente. Fatou Keïta construye una trama que no deja indiferente al lector por todo lo que en ella sucede, y mantiene su interés hasta el desenlace, en el que se producen giros, algunos de ellos sobrecogedores, y que guardan relación muy directa con la protagonista. El amor, la amistad, la miseria, la violencia, la mezquindad, el SIDA, la corrupción, los pucherazos electorales y las conspiraciones políticas que alertan a las autoridades y a la población están muy presentes a lo largo de los 42 capítulos en los que se estructura la novela, en donde el lector es testigo de cómo la supervivencia es el único fin que persiguen quienes apenas tienen para subsistir. Sin embargo, la escritora marfileña deja entrever que también hay espacio para los sentimientos, las emociones y para aprovechar las segundas oportunidades, por muy escasas que sean las circunstancias que den lugar a ellas. El lector se encuentra con una novela bien escrita, en la que la autora introduce vocablos autóctonos que utilizan los personajes, algunos de ellos propios del argot marfileño y otros son utilizados en África Occidental, y de los que el lector tiene información en el breve vocabulario que acompaña al cuerpo de la novela que le sirve para comprender mejor la novela. 



Biografía:



Fatou Keïta nació en Soubré, Costa de Marfil, en 1965. Su infancia transcurrió entre Burdeos, donde estudió primaria, y Buaké, donde estudió secundaria. Se licenció en Inglés por la Universidad Nacional de Costa de Marfil y se doctoró en Estudios Anglosajones por la Universidad de Caen en 1984. Es profesora de literatura inglesa en la Universidad Félix Houphouët-Boigny de Abiyán y consejera técnica de artes y cultura de la Asamblea Nacional de Costa de Marfil.
Reconocida escritora de literatura infantil y juvenil, ha publicado más de veinte cuentos entre los que destaca Le petit garçon bleu (1996), con el que obtuvo la mención de honor del Premio Unesco de Literatura Infantil y Juvenil en Pro de la Tolerancia. En 1998 publicó su primera novela, Rebelle, un libro sobre el combate de las mujeres contra la ablación que se ha incluido en el programa oficial de bachillerato de Costa de Marfil. Amanecía (2016) es su primera novela traducida al español.


Nota: Datos técnicos, sinopsis, fotografía y biografía de la autora, tomados de la web de la editorial.